Interlude; Take Back.

Capítulo 15.

Junto mis cejas con curiosidad mientras ordeno a mis dedos a realizar una pequeña curvatura entre los mismos, para hacer girar cual móvil de infante, la transparente bolsa de plástico frente a mis ojos, la cual poseía en su interior un extraño y aparentemente inofensivo polvillo blanco, que claro; Tan sólo era aparentemente.

Alzo una de las líneas en vello facial de mi rostro, volviendo unos momentos mi vista hacia el ojiverde detrás de aquel objeto, y lo noto detallar el contenido de aquel vulnerable recipiente, como si pudiese leerlo aunque no tuviese letras ni números. Al cabo de unos segundos, finalmente se da cuenta de mi fijación en su presencia, y sin mucho disimulo pestañea un par de veces, recuperando su atención en mí.

-Entonces esto es Marihuana.

Pregunto alzando un tanto mi voz, y un movimiento con su cabeza me indica que estaba en lo cierto. El aire sale con paciencia de mis pulmones, confirmando por quinta vez la realidad de aquella sustancia.

-¿Ni idea de quién pudo haber sido?

Me limito a cuestionar y Billie tan sólo niega con su cabeza, encogiéndose débilmente de hombros.

-No has sido tú, ¿o sí?

Me dice, y frunzo mi ceño casi al instante.

-Definitivamente no.

Me conformo con un simple suspiro de cansancio, bajando ésta vez aquella bolsa de su pedestal y busco coger la misma firmemente entre mi pulgar, índice y medio para girarme sobre mis talones y pasear desde la sala principal hacia la cocina, decidida firmemente a deshacerme de aquel veneno de inmediato.

Arrugo mi nariz, empujando la puerta de madera de aquel espacio y alcanzando en apenas cinco grandes zancadas el lavavajillas, rompo aquel plástico para comenzar a derramar el polvillo hacia las tuberías, haciendo que el mismo se desapareciera en segundos.

Pero entonces lo escucho a él jadear con angustia, logrando que mis cejas se alzaran confundidas y voltease a mirarlo de inmediato. Ni si quiera me había percatado de la presencia de Billie Joe a mis espaldas, estudiando cómo se esfumaba la droga frente a sus ojos, al mismo tiempo que su expresión se tornaba a una llena de preocupación y cohibidas ansias. Era impresionante lo que estaba pasando.

-¿Algún problema, Joe?

Le hablo, frunciendo mi ceño con interés pero sobretodo; suspicacia. El aludido apenas escucha mi voz pestañeando varias veces, deseando tocar los vellos de su rostro entre sí, y mordisqueando su labio inferior en diversas ocasiones se encoge de hombros torpemente, llevando así una de sus manos hacia su desordenada melena negra, para sacudir sus cabellos con cierta angustia. Sin saber disimular muy bien.

-N-No, no pasa nada. -Me contesta, echándose unos pocos centímetros hacia atrás.- Estoy bien, muy bien.

-¿Seguro? -Insisto, sospechando del nerviosismo en su voz y acciones, mientras estrujo entre mis manos aquella bolsa de plástico con ganas pero sobretodo por una razón en especial, sin dejar de mirarle a los ojos ni un momento.- No parece.

Y concordando con mi idea, lo noto temblar sutilmente al visualizar el empaque consumirse entre mis dedos de su blanco actual, dándome a entender que en definitiva; él necesitaba ingerir de ese químico.

-Yo... -Inicia, removiéndose incomodo en su lugar.- Hayls...

-No, Billie Joe.

Exclamo firmemente, tirando aquel objeto hecho añicos hacia cualquier parte, y me vuelvo hacia el chico frente a mí con seguridad, deslizando lentamente mis manos por sus brazos, para buscar calmarlo y distraerlo de su posible ataque de pánico y desesperación.