Los motochorros del amor procuran almas vulnerables. Si, es así.
Los motochorros nunca dejan de procurar gente con falta de igualdad de oportunidades: empiezan buscando al azar, como un juego.Sucede lo mismo con una persona que tiene desesperación por conseguir merca o alcohol, a la larga se transforma en un hábito o un vicio.
Hay veces que cuando consiguen lo que necesitan, dejan la moto tirada en la vía pública y comienzan a correr. Saben saltar paredones de casas, nunca pierden el equilibrio, saben donde encarar, tienen la astucia en el cuerpo y en la mente.
Una vez vi a un chorro que corrió hasta la villa de emergencia, lo vi vanagloriarse por haber llegado a un sitio donde no entra la policía.
Corrió hacia el infinito o tal vez hacía la nada. Saltó en el trampolín hacía la victoria.
La gente tiene mil teorías, más bien mil leyendas, piensan que los vulnerables son cosa que solo le ocurre a las personas desplazadas, a los refugiados, repatriados, marginados, a los excluídos o que es cosa de minas embarazadas que fueron abandonadas con el crio y la deriva o mejor dicho: A la buena de Dios.
Pero lo que sucede con estas personas, que tienen su entorno personal, familiar o relacional o psicológico destruído: sucede que su situación está en riesgo y podría desencadenar la exclusión social.
¿Y que buscan los motochorros del amor?
Procuran personas con menor capacidad para defenderse y comprender lo que podría suceder.
¿Por qué?
Porque esas personas tienen alguna dificultad para expresarse y menor capacidad para defenderse.
¿Y que pasa si el motochorro se enamora?
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𝙇𝙤𝙨 𝙢𝙤𝙩𝙤𝙘𝙝𝙤𝙧𝙧𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧
Conto𝘼 𝙫𝙚𝙘𝙚𝙨 𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖𝙨 𝙫𝙞𝙙𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙪𝙣 𝙖𝙧𝙧𝙚𝙗𝙖𝙩𝙤 *Historia con narrativa alternativa*