13- Fuego y Agua

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Hubo una vez, en un mundo de fuego y lava, una pequeña llama que vivía en una vela. Era chiquita y danzarina, iluminaba muy poco pero ella aún estaba allí, derritiendo lentamente la cera que en sus pies yacía. Soñaba con ser un gran incendio algún día, pero su candela poco le ayudaba para crecer, por lo que vivió mucho tiempo contemplando al resto de los seres de fuego que se movía de aquí para allá junto al viento, brindado luz en las noches, calor en el invierno, y un espectáculo de colores que no terminaba.

Quería sentir la madera arder bajo su cuerpo, el viento soplarle para hacerla más grande, y el olor del humo que desprendería.

Pero no podía.

Jamás lo haría. Todo por su vela. Maldita condena en la que nació. ¿Para cuidarla era?, ellos no comprendían de qué se trataba.

Claro que la brisa sólo intensifica el fuego fuerte y vivo, mas apaga a los débiles. La pequeña llama creía no tener lugar en ese mundo de fuego y lava, aunque sus chispas volaban y al viento ella enfrentaba.

Y así como el fuego disfruta quemando, el agua adora inundarlo todo, por lo que no fue raro que el pueblo con el que convivían, de agua y hielo, llegara a enfrentarlos. En forma de lluvia, de olas y nieve atacaron. Pronto el lugar fue una sola masa de humo y vapor que bailaba por los aires.

La pequeña llama, asustada, intentó ocultarse mas no tenía dónde. Se concentró en arder, quemar, dejar cenizas por donde pisara y creció. Sólo fueron unos segundos donde todo explotó y a su paso quemó, evaporó a muchos de los enemigos, y su vela derritió. Se sintió genial, se sintió como vivir, pero la magia no duró lo suficiente y ahora en lo poco que quedaba de su vela a su tamaño volvió.

El pueblo del agua no estaba feliz. ¿Cómo se atrevería ella a ser más grande y poderosa?

Pronto la vela se apagó. Sólo quedó un simple rastro de humo que por el cielo voló permitiendo recordar que allí había habido una llama, pequeña pero poderosa, limitada pero que pudo ser libre, que enfrentó al agua y al viento, y a uno por lo menos sobrevivió.

Hubo una vez, en un mundo de hielo y agua, fuego y lava, mas poco duró pues su llama jamás creció.

Jamás la dejaron crecer.

Cuentos (por Masha A.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora