Naciste antes que yo, pero sin duda eres más joven.
Desde mi llegada a esta ciudad, llena de cosas nuevas y oportunidades, tu presencia me atacó, por decir así.
Era extraño porque nunca supe dónde vivías, quién era tu familia, o qué hacías por aquí siquiera. Parecías estar sólo para molestarme y hacerme pasar malos momentos.
Tu comportamiento era algo macabro, si me lo permites, y muchas veces me robaste el sueño. Ya sabes, cuando tratas de dormir pero algo te salta, algo que escuchas o ves, y te ves obligado a deambular buscando su origen para asegurarte que nada peligroso te aceche.
Aunque yo sabía que eras tú.
Que sin duda era algo peligroso acechando.
También acostumbraste a entrometerte en mi vida, en charlas donde nadie te quería, o te apropiabas de cosas (o personas) que debían ser para mí. De pronto la gente preguntaba por ti, como si siempre tuviésemos que ir de la mano, como si mi existencia de forma independiente fuera algo raro e impensable.
Sin mencionar que hablabas en mi nombre, o llevabas a cabo planes, ideas, o simples acciones diciendo que era yo quien en verdad lo hacía. Que, para colmo, el resto creía.
Nuevamente como si fuésemos una sola persona y los comportamientos de uno correspondiera al otro.
Y te odié.
Con sólo verte quería insultarte y gritarte cosas horribles, alejarte de mí y de toda la buena gente de este mundo. Lo veía como una necesidad, algo carnal.
Aunque a la vez lo consideraba y eras adorable, parte de mí en algún sentido, imposible de imaginar mi vida sin tu presencia de algún modo.
Muchas veces te justifiqué ante otras personas, sin saber muy bien por qué. A pesar de lo molesta y poco simpática que eras algo de mí te quería proteger. Me sentía responsable de tus acciones, a pesar que la realidad me parece al revés: mis estúpidas o más grandes acciones las podía justificar en ti.
Pero no creas que este cariño vale más que tus malos tratos, tus actitudes tóxicas, tus comentarios sarcásticos, tu falta de cariño, tus desagradables pensamientos, o tus poco necesario odio y juicio hacia la vida de otros.
Hiciste mal. Haces mal. Y lo sabes.
Nadie mejor que yo para decirtelo... Excepto tú, mas sé que no lo harás. No ahora.
Porque lo olvido.
Olvido que eres humana, que estás creciendo como cualquiera, que todo es un ensayo-error, y que, incluso yo, sin notarlo, cometo idioteces.
Igualmente soy de las pocas personas que lo comprende, dado que muchos me hablaron y hablan mal de ti, como si fueses el enemigo de muchos. Cosa que no dudo. Otros sin embargo también te justifican y toleran.
Diré la verdad: si te tuviera que ver otra vez, no sé si te toleraría tanto. No puedo prometer no exasperarme, gritar, quizás llorar, tener pensamientos apocalípticos y desesperanzados, pero ahora que te veo de lejos sé que no eres tan horrible.
No hiciste cosas buenas... Aunque, si hablamos de aprender y crecer, tampoco hiciste cosas malas.
Pero aquí voy a hablar de algo interesante: rara vez le hiciste daño a alguien que importe ahora de verdad.
Me explico: hace poco noté que así como confunden mis acciones con las tuyas yo estaba haciendo lo mismo con otras personas. Fue algo extraño, como atravesar una línea difusa casi sin darme cuenta.
Mucha gente está en la misma situación que yo, o al menos una parecida. Quizá no todos son acosados por gente tan molesta y trastornada como tú (es más, quizás son peores) pero hacen cosas parecidas.
Ya que al fin y al cabo, estas personas sufrían o sufren lo mismo.
Y tú no le hiciste daño a toda esta gente, sino a sus viejos "yo".
Puede ser que te haya sacado de mi vida, que te haya rogado que te alejes, incluso cuando yo sola te recordaba y algunas veces te llamaba. E incluso te había superado.
Pero ahora sé esto, entiendo lo que sucede, y por eso te escribo.
No te quiero volver a ver, y estoy harta que te confundan conmigo, pero es inevitable y estúpido decir que no formaste parte de mi vida, que me hiciste lo que soy ahora.
Esto es para la niña que fui entonces: te perdono.
Y te agradezco.
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Cuentos (por Masha A.)
Cerita Pendek¿Te gusta la ciencia ficción y la fantasía? Entonces acompaña a los protagonistas de estas pequeñas historias en sus aventuras por el pasado, el presente y el futuro de San Benito. ... Bienvenidos a este pequeño rincón donde comparto lo que escrib...