Martes, 27 de octubre del 2015
Alan entró al salón de clases y buscó a Bianca con la mirada, la encontró hablando con Irene en una de las mesas, caminó hacia ambas y se paró frente a su puesto. Bianca lo miró curiosa y él sólo le sonrió.
— ¿Ella sabe de nosotros? —preguntó señalando a Irene, la castaña alzó una ceja y volteó a ver a Bianca esperando su respuesta.
—Sí, pero no lo digas de esa forma porque suena a que somos pareja—respondió.
—Ya desearías tú que lo fuésemos.
—Ah, hablan del tonto plan para poner celoso a Bruno—dijo Irene rodando los ojos, Alan la miró fijamente y negó.
—No es un tonto plan, es el mejor plan de los planes—respondió.
—Aburrido—Alan rodó los ojos y la ignoró.
—Bien—tomó la silla frente al puesto y la volteó para sentarse dándole la cara a Bianca—, Bruno está sospechando, él sabe que no me gustas por mucho que le he hablado sobre ti. Pienso que debemos dar un paso más serio.
—Yo mejor me voy—habló Irene levantándose de la silla y caminar hacia Gastón, uno de sus compañeros.
Alan se movió a la silla de Irene.
—Mejor—sonrió—. Ella es un poco amargada.
—Sólo piensa que es una mala idea—respondió—. Te agradaría si la conocieras, incluso se llevarían muy bien—Alan se encoge de hombros.
—No me emociona la idea—le dijo—. Como sea, plan para nuestra salida: poner celoso a Bruno, que sea de verdad. Iremos a Sunny Ice el domingo.
Bianca frunció el ceño.
— ¿Por qué el domingo?
—Porque es el día de Bruno—respondió—. Es como su momento de él con él; va a Sunny Ice, se compra un helado con galletas y se sienta a leer su libro nuevo de Stephen King.
— ¿Va solo?
—Sí, dice que es su único momento de tranquilidad.
—Pero no entiendo como lo pondremos celoso
—Bruno tiene la idea de querer vernos juntos, pues sus deseos serán cumplidos—sonrió—. Me quedaré aquí hasta que Bruno llegue, te abrazaré y haremos una despedida toda linda para que lo vea.
—Harás que se moleste.
—Esa es la idea.
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Domingo, 01 de noviembre del 2015
Ese día, Bianca se encontraba un poco nerviosa por lo que podía suceder. Se había arreglado y planchado el cabello, se colocó un vestido de color rosado y hasta se pintó las uñas de las manos. Alan y ella habían cuadrado para reunirse una cuadra antes de Sunny Ice para así llegar juntos.
Cuando entraron a la heladería, Bianca notó a Bruno sentado en una de las mesas del fondo leyendo un libro de Stephen King mientras tenía la chuchara del helado en la boca; justo como Alan le había dicho que estaría.
Alan la tomó de la mano llevándola a una de las mesas cerca de Bruno, le pidió que se quedara ahí sentada mientras él iba a comprar rápido los helados. Bianca sólo asintió y permaneció mirando a Bruno desde su puesto.
¿Lo que estaba leyendo estaba emocionante? Los gestos que él hacía le hacían pensar que podía estarlo. Le gustaba la forma en que leía tan concentrado, y pudo notar más sus gestos, sus facciones, todo lo que le gustaba de él.
No sabía cómo podía llamar la atención del moreno, la mejor forma era acercase y saludarlo pero eso sería salirse del plan.
—Alan, me pides un cono de vainilla por favor—dijo lo suficientemente alto como para que Bruno levantara la mirada y se diera cuenta de su presencia.
Ella le sonrió mientras lo saludaba, Bruno sólo la miró en silencio hasta que decidió levantarse y caminar hacia ella.
—Hey cliché, ¿qué haces aquí? —le preguntó, se acercó un poco y le dio un beso en la mejilla.
—Vine con Alan, te dije que me invitó a salir—Bruno frunció el ceño.
— ¿Te invitó a venir a Sunny Ice? —ella asintió—. Mmm, ya veo—mantuvo una expresión seria pero luego negó y le sonrió—. Que tengas una buena cita, cliché; aprovéchalo y bésalo.
Bianca forzó una sonrisa.
— ¡Bruno! —dijo Alan llegando—. Qué raro verte aquí—le entregó un helado a Bianca y se llevó una cucharada del suyo a la boca.
—Es domingo, sabes que siempre vengo aquí.
— ¿En serio?—Se hizo el sorprendido—. Seguro que lo he olvidado; te invitaría sentarte pero no me gustaría que fueras un mal tercio en esto—le sonrió, Bruno sólo lo miró serio.
—Cierto—dijo—. Seguiré leyendo y tal vez pida otro helado. Suerte en su cita.
—Gracias, amigo—sonrió Bianca mientras se sentaba en la silla.
Bruno caminó hasta su mesa y siguió con su helado como si nada ocurriera pero la realidad era que él sabía lo que estaba pasando. ¿Así se sentía cuando tus mejores amigos salían juntos y te dejaban a ti solo?
No le divertía para nada la idea.
—Ya logramos su atención—habló Alan—. Ahora falta la otra mitad del plan.
— ¿Qué hay que hacer?
—Tomaré tu mano—dijo bajo y colocó su mano sobre la de ella—, mírame como si fuese Bruno. Así con tu cara de embobada.
—No tengo cara de embobada.
—Por favor—rio—, eres muy obvia—Bianca negó y luego le sonrió dulcemente.
— ¿Crees que esto funcionará?
— Sí, no voltees que nos está mirando—colocó su mano en la mejilla de ella—. Conozco esa mira, está molesto—le sonrió y se acercó un poco—; cuando llegues a tu casa le escribes y si te menciona algo sobre esto, lo tienes. Le dirás que te invité a salir otra vez.
Bianca miró de reojo a la mesa de Bruno y notó cómo había guardado su libro y estab terminando de comerse el helado.
—Creo que se irá, se está levantando.
—Primero debe ver esto—respondió y terminó de acercarse a ella para bersarla.
Bianca se sorprendió pero no tardó en responder el beso, sabía que todo era para que Bruno lo viese y cerró sus ojos intentando disfrutar del beso. No pensó que él la besaría, pero quizás era una forma para que él se diese cuenta de lo que estaba sucediendo entre ella.
—No está—dijo Bianca al separarse—. Se fue.
—Creo que alguien se puso celoso—sonrió.
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Holaaa, debido a los problemas de luz en mi país, no he podido actualizar, así que necesito paciencia muchachos. Espero les guste el capítulo y voten y comenten! <3
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Cliché
Short Story"Nada pasa del mismo modo dos veces." "Claro que sí, se llama cliché." Pertenece al universo literario de Sunny Ice Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1603236966042. Se le prohíbe la copia.