Cliché

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Martes, 17 de noviembre del 2015

—Jamás creí que estaría acostada en la cama de Bruno Marcormig mientras veía recostada en su pecho una película romántica—habló Bianca entre suspiros, Bruno la miró y rio.

—Pero no estás acostada en mi pecho y no vemos ninguna película—respondió él, estaba sentado en su mesa de estudio mientras anotaba en su libreta unas cuantas fórmulas de física que necesitaba para su examen.

—Pero en unos minutos lo estaré—dijo Bianca, tomó la almohada y la abrazó—. Esto sonará muy acosador e incómodo, pero la almohada huele a ti. Y me gusta.

—Sí, es un poco incómodo—se burló, Bianca le sacó la lengua y atrajo la almohada a ella colocándose en posición fetal.

Bruno la observó. Ella era preciosa, su cabello rubio estaba todo despeinado y sus ojos azules le gritaban que lo necesitaba. La vio cerrar los ojos y sonrió, Bianca se veía tan linda y tierna de esa forma, como si fuese una niña abrazando a su peluche favorito.

Se levantó de la silla y se acercó a la cama, se colocó detrás de ella y la rodeó con sus brazos, ella abrió los ojos y lo miró de reojo. Bruno le sacó la lengua en forma juguetona y luego se acercó un poco para darle un corto beso en sus labios.

—Estás esperando un tren—dijo en su oído—, un tren que te llevará muy lejos. Tú sabes dónde quieres que éste tren te lleve pero no sabes dónde te llevará—hizo una pausa—. Y aun así lo tomas, ¿por qué?

—No comprendo el acertijo—respondió, Bruno suspiró y apretó con suavidad las caderas de Bianca.

—Aunque no sepas a dónde te llevará, no te importa porque estaremos juntos—finalizó—. El Origen, una película de Christopher Nolan.

—Nunca la he visto—murmuró.

Bruno la soltó y se separó de ella. Se sentó en la cama y la miró con seriedad.

— ¿Cómo que nunca la has visto? ¡Es la mejor película del siglo! —dijo exaltado—. Es lo más increíble y rompe cabezas que verás en tu vida.

—Bueno, no soy muy fan de las películas que te dejan pensando de más—se sentó y lo miró con una sonrisa divertida—. ¿Vamos por un café?

—¿Qué tal un helado?

—Siempre comemos helado.

—Pero yo no tomo café—hizo una mueca.

Bianca se acercó a él y lo tomó del rostro para darle un beso largo. Bruno llevó sus manos a las piernas de las chicas y las apoyó ahí durante todo el beso, dejó que ella tuviese el control de la situación.

—Anda, vamos por un café—le dijo al separarse.

—Es increíble como intentas comprarme con un beso—habló con sorpresa—, pero es más increíble que esté cediendo a eso.

Bianca sonrió e hizo un pequeño baile—nada bueno—de celebración.

— ¿Entonces es un sí?

—Vayamos a la cafetería, cliché andante—Bianca le dio un golpecito con su puño—. Siento que estoy traicionando a Sunny, que barbaridad.

—No irás a otra heladería.

—Pero aun así lo siento.

—Si tú lo dices—Bruno se levantó de la cama y caminó hacia la puerta seguido por Bianca—. ¿Qué tan tonto sonaría si te digo que fantaseaba con nosotros juntos?

—¿Tenías fantasías sexuales conmigo? —le dijo con una sonrisa en la cara, Bianca abrió los ojos de golpe y lo miró sonrojada.

—Dios, Bruno, no—él rio—. Fantasías de tú y yo como novios. Caminábamos por los pasillos de la secundaria tomados de la mano mientras que todos nos veían esperando tener una relación como la nuestra—confesó y luego sintió que no debió haberlo hecho.

No eran novios, él no le había dicho nada sobre ello y ella tenía miedo de ser muy apresurada.

—Hasta tus fantasías son clichés—se burló y luego se acercó a darle un beso en la mejilla.

Bianca rio, siempre quiso tener una historia de amor con el moreno, así como sucedía en las películas y para ese momento, ella estaba viviendo su propio cliché.

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Todo muy lindo muy bonito, pero...¿seguirá así?

Los que están releyendo saben la respuesta, aunque puede que la haya cambiando un poco, you know what i mean