AMOR MIO -ORIAN-

Capitulo 1

"New Year, New Classmate."

Las vacaciones de verano habian acabado y pronto debia ir a la escuela. Habia pasado a 5to un año especial y unico, ya que despues de este me quedaba la universidad. Iba a concentrar todo en conseguir puntos, realizando trabajos extraescolares y obteniendo buenas calificaciones.
En mi escuela yo era la que mandaba, la persona a la que todo el mundo amaba, tener padres famosos era un total beneficio. Miles de amigos, todos falsos, menos una que yo consideraba importante para mi. Lola. Si..ella era mi mano derecha, izquierda y ..cual otra hay? En efecto, estaba siempre que la necesitaba. Y por ultimo tenia un novio, cabello rubio largo hasta las orejas, ojos claros y radiantes, un cuerpo trabajado. Era muy deseado en aquella secundaria. Y..porsupuesto era MIO. Solo un defecto que cabe recalcar, era muy hueco. De vez en cuando tenia cierta inteligencia. Pero..dejemoslo para otro capitulo.

Me levante de la cama el dia lunes, puse mis chinelas en mis pies. Observe mis uñas pintadas de verde esmeralda o almenos estaban asi hace 1 semana. Agende en mi cabeza que debia pasar por la manicura ese mismo dia. Estaba muy nerviosa, era el primer dia, gente nueva, otra vez retomar las clases, ser la reina en los recreos y en el momento del almuerzo. Todo seria PERFECTO.
Tome un jugo de naranja que me preparo Rosa, la sirvienta, salude a mama y papa, a Titi y me subi al auto que habia recibido la ultima navidad. Maneje hasta el Instituto Brown y aparque en una de las esquinas del mismo. Camine dos pasos, solo dos, y mi mejor amiga salto encima mio y me dio un beso en la mejilla.

-Te extrañe mucho- grito- donde estuviste en el verano?
-Este fuimos a Miami- hizo una pausa- tomorroland, te suena?
-Fuiste a tomorroland?!- en ese instante tape su boca con mis manos.
-Habla mas bajo- le pedi amablemente.
-Te molesta que los demas se enteren? Desde cuando Oriana?
-Desde que..nose- admiti. Realmente me sentia extraña. Creo que ya no soy la misma chica de siempre, siento que me falta algo, me refiero a algo sentimental. Un vacio dentro mio que espera ser llenado con con...
- Snacks!- grite en el momento en que vi a Lola sacarlos de su mochila.

Seguramente todo esto era por hambre, en cierto modo lo era, porque me termine todo el paquete antes de entrar a Brown. Caminabamos por los pasillos con seguridad y la frente en alto. Miles de chicos volteaban a mirarnos. Y como no? Si teniamos ese encanto que conquistaba a cualquier persona. A todas menos a una. La profesora Gleek, tan intimidante y repugnante, siempre vestia un enterito negro, que tenia manchas de pintura y parches cocidos de alguna otra tela, sus zapatos eran anticuados y feos para mi gusto. Llevaba una berruga en la naris y los anteojos mas grandes que yo halla visto. Ese dia a primera hora teniamos con ella. Entro y todos nos paramos y saludamos formalmente. Eche una miradita por el salon de clases, compañeros conocidos, nada nuevo- suspire.
Espera- me advirtio mi cabeza- haya en la otra esquina. Entonces vi al chico nuevo. Tenia un pelo negro, ojos cafes, una remera a rayas muy formal, vestia unos pantalones negros y unas zapatillas que hacian juego. Es como yo- pense.

-Sabatini- llamo mi atencion- en que planeta te encuentras?
-Diculpe profe- dije falsamente- que habia dicho?
-Alguien tan amable de repetirselo..?- dijo mirando al rededor del salon- usted.
Toda la clase giro su cabeza y la centro en el nuevo, de la misma forma que yo.
-Su nombre?- pregunto ya algo impaciente. Se subio arriba de la mesa y cruzo sus piernas esperando una respuesta de aquel muchacho.
- Julián...Julian Serrano- y una sonrisa picara se mostro en su cara.
- Serrano, el de los videos de internet?- salto una vos.
- Eres tu! -dijo otra vos. Todas eran de chicas.
Minutos despues toda la clase comenzo a pararse y a preguntarle.
Que de donde viene, que hace aqui y un monton de otras cosas..

-Quien se cree? - comentaba con Lola- agrandado, solo por unos videos estupidos.
-Pero estan buenos- exclamó- tenes que verlos!
Le eche una mirada fulminante que la hizo callar pero continuó.
-Vos solo le tenes envidia- dijo muy segura- no digas que no.