Rubelangel y Wigetta- Historias entrelazadas

Capítulo 17- Un lugar desconocido

Rubelangel

Narra: Rubius

<<Estás siendo muy cruel con Mangel ¿No crees?>> me cuestioné después de haber hechado a mi antiguo ex-novio.

----Se lo tiene bien merecido por haberme dejado y ser el causante de casi haber acabado con mi vida----dije en voz alta.----Aún que si fui bastante malo...

Ya no había marcha atrás. Las cartas ya estaban tiradas.

Saqué mi laptop de mi maleta y me dirigí a la recámara para consiguiente dejar mi preso muerto sobre la cama.

Ya casi no he publicado vídeos y supongo que mis criaturitas ya se habrán preguntado que rayos estaba sucediendo conmigo pero a decir verdad, no tenía ánimos.

Salí de mi habitación y bajé las escaleras dirigiéndome a el salón principal. Esperaba encontrarme con Mangel o alguna de sus cosas; pero no había absolutamente nada, sólo su mediana maleta.

No le di mucha importancia, ni que quisiera encontrarmelo.

Fui directamente al refrigerador. Estaba a punto de abrir la puerta de este cuando sentí como un aparato en mi pierna empezaba a vibrar: mi teléfono.

Lo saqué del bolsillo delantero de mis pantalones y en la pantalla de bloqueo indicaba un mensaje de un número que marcaba desconocido pero yo conocía más que perfectamente.

Número desconocido:
No estoy en posición de pedirte nada, pero necesito que nos veamos.

Rubius:
No entiendes? No quiero nada de ti, Mangel.

Al minuto me contestó.

Número desconocido:
Me cansé de ser amable.

Ignoré el mensaje, pero eso no lo detuvo.

Número desconocido:
Tu y yo. A las 7. Restaurante del tejado.

Ja ja ¿Qué le hacía pensar que iba a ir?

Volví a mi tarea del refrigerador y tomé una manzana, me la lleve a la boca y sabore ese agradable sabor.

Salí de la habitacion. No sabía bien hacia donde sólo quería correr, correr a lo lejos ¿Es que nunca has sentido esa maldita sensación de salir corriendo? De dejar todo atrás y que las personas a tu alrededor se las arreglen solos.

Tomé el ascensor y bajé. Una vez llegue a la planta baja corrí sin tener una puta idea de a donde iba. Sin pleno aviso sentí como las lágrimas caían por mis mejillas y se adentraban en mi boca dejando un sabor salado.

Me dolía; me dolía haberme enamorado de Mangel, de que el terminase conmigo de esa manera, de haber sido débil y estar apunto de cometer suicidio.

Paré y mis rodillas se doblaron. Grité, grité con todas las fuerzas que me quedaban. Ya no podía aguntar, ya no.

Me quedé en no se donde, en mitad de algún lugar, llorando.

Para cuando me calmé, el cielo ya había oscurecido y no tenía una puta idea de que camino tomar.

Busqué mi celular y busqué entre mis contactos. Estaba apunto de llamar a Mangel cuando mi cerebro reaccionó y recordé que no debía, por lo cual me decidí a llamar a Alex.

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Deslicé la tarjeta (la llave) de mi habitación en el aparato que tienen los cuartos de hoteles.

Estaba agotado y más tranquilo después de lo que había pasado.

---Gracias Alex, ya no te preocupes por mi--- le dije a Alexby sin mirarlo.

---No hasta que me asegure que no vas a cometer otra estupidez--- me dijo. Al darse cuenta de que no le iba a decir nada, continuo hablando.
---dejaselo eso a alguien más.

---Ya no haré nada de eso, lo prometo--- entré a la habitación y le cerré la puerta en la cara de Alex, no tenía ánimos para regaños.

Subí las escaleras y fui directamente al baño. Abrí la llave de la regadera y lentamente me fui desprendiendo de mis sucias prendas. Una vez estuve desnudo: entre y dejé que el agua se llevara el resto de mis penas.

Recordé lo que hace unas horas había pasado.

Había perdido la noción del tiempo y tal vez de la vida. Lo que me hizo reaccionar de pronto fueron unas delgadas manos que tocaron mi espalda. Levanté la cara y me encontré con la cara de mi amigo -que por razones del destino- siempre termina sacandome de mis problemas. No podía descifrar lo que la mirada de este me quería comunicar.

---Ven, vámonos---dijo delicadamente.

Con mucho esfuerzo me levanté levemente y seguí a Alex a una camioneta Jeep.

Mientras la camioneta recorría su camino de regreso me puse dar cuenta de cuanto había corrido.

Salí y me vestí. Chequé el reloj a indicaba que eran las 6:44. Había estado seis horas en el lugar desconocido.

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Hola mis hermosos Lovetis~Wigelangeles del salseito!!!
Aaaaantes de que me maten quiero aclarar que estos capítulos han sido cortos porque los próximos van a ser largos y espero que salseantes.
Y también deseo aclarar que he tardado mucho en actualizar y no tengo escusa para ello.
Por cierto necesito pedirles un gran favor: alguien me podía hacer un booktrailer o conoce a alguien que pueda?

No prometo nada pero tal vez tengan un poco más segudos dos o tres caps más.
Sin más me despido. Los amo y hasta el próximo cap mis amores.