Capitulo 5- Sueños confusos

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Wigetta.

Narra Vegetta:

Me desperté y vi que me encontraba en mi casa, en mi cuarto, en mi cama, me desperté como un día cualquiera, común y corriente.

Me paré y vi a Willy sentado en la silla que estaba junto a mi computadora, estaba dormido, se veía tan tierno dormido… pero ahora que lo pienso ¿como es que llegó hasta mi casa?¿Como entró?¿Que habrá sucedido ayer? no entendía nada, quería preguntarle que… ¿Que hacia en mi casa? pero no quería despertarlo.

Bajé a mi cocina y busque en mi manual de cocina algo, para desayunar.Al final no me decidí que cocinar así que elegí lo mas sencillo del mundo, hot cakes.Saqué la harina, los huevo y la leche -que era lo único que se necesita para hacer los hot cakes-.

-¿Vege?¿Ya estas mejor?- me preguntó Willy entre bostezos.

Me giré para verlo, no me gustaba hablarles a las persona dándoles la espalda.

-Ya veo que te haz despertado- le dije con una amplia sonrisa, se veía tan sexy con su pelo revuelto, desearía verlo con ese cabello cada mañana de mi vida.

-¿Que… que estás cocinando?- me preguntó dirigiendo una mirada a la harina que había puesto en la mesa de la cocina anteriormente.

-Hot cakes ¿Te gustan?- le pregunté, si me contestaba que no tendría que cocinar otra cosa.

-Si, pero Vege…-me dijo con tono de cachorro lastimado, realmente me dolía ese tono ¿que tendría o que le lastimaba?

-¿Que pasó Willy?- le pregunté, de verdad me importaba.

Entonces se sonrojó y se acercó a mi muy lentamente, y cuando llegó a mi, tomó mis manos y las colocó detrás de su espalda, al poco tiempo sentía como mi cara se sonrojaba y me imaginaba como un tomate, entonces acerco lentamente su cara a la mía y pude sentir sus labios con los mios, quería sentir su calor, así que me acerqué mas hasta nuestros cuerpos físicos estuvieran muy juntos. Entonces… desperté.

¡Maldición! solo fue un sueño, hubiera esperado que fuera verdad y estaba tan cabreado que volví a la pared que había golpeado ante-ayer y ahí me desquite, estaba enojado por que había solo sido un sueño, un maldito y estúpido sueño.Después de que me desquite con la pared decidí tomar una ducha y salir un rato a caminar.

Me vestí y vi por mi ventana como estaba el clima afuera, y por lo que veía estaba muy frío.

Abrí la puerta y vi un cuerpo caer de mi puerta, tenía abrigo y un cabello que me parecía muy conocido, igual que la cara…

-Demonios, oh… Vege, veo que estas bien- me dijo Willy, que… ¿que hacía en mi puerta?

-Wi… Willy ¿Que hacias en mi puerta?¿Desde cuando?¿Por que?¿Esto es un sueño?- le pregunte, parecía neurótico pero… ya me había fastidiado un sueño y no quería que volviera a pasar.

-Bueno es que después de que me llamaste, vine super preocupado haber que tenías, pero no respondías a la puerta, así que decidí quedarme en la puerta hasta que abrieras, pero me quede dormido- me dijo, se estaba sonrojando, toqué su mejilla y la sentía tan real, estaba convencido, esto no era un sueño.

-Quieres, digo lo que te voy a decir a continuación no tiene sentido pero ¿Quieres ir a dar un paseo conmigo?- le pregunté, ya no me interesaba lo demás solo quería tomar un tiempo con el.

-Eh, si claro, por supuesto- me dijo muy feliz y entonces cerré mi puerta y nos encaminamos.

Nos la pasamos caminando, platicando y riendo, cada momento con el era muy especial, cada sonrisa suya, cada anécdota, cada cosa que el hiciera, para mi era muy especial.

Hicimos una pausa para comprar café y yo intente comprarlos pero el no me dejo y me ordenó que me sentara y lo esperara en el parque que estaba cerca, cuando me senté decidí bajar la mirada y ver a los pájaros que se me acercaban.

-¿Nos podemos…? Dios Vegetta, ¿Que haces aquí?- me dijo alguien, al inicio pensé que era un sub pero cuando alcé la cara vi a Rubius y a Mangel.

-Hola Rubius y Mangel, pues yo, ando esperando a Willy…- les dije mientras les señalaba donde fue Willy a comprar los cafés y cuando dirigí la mirada a aquel lugar me dí cuenta de que el estaba ahí, parado, viéndome y como una película vi lentamente como Willy soltaba los cafés y corría, ¿Pero que había sucedido?.

Rubelangel y Wigetta- Historias entrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora