• Her dream • 05

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Observaba las gélidas estrellas en busca de algo, lo que fuera que me ayudara con este bendito insomnio que ahora poseía mi cuerpo como un terrible demonio.

La noche no era amarga y la lluvia que en ese momento caía, tampoco reflejaba cuán imperfecta era la tristeza que opacaba mi jovialidad. El problema eran ellas, las estrellas, que me comunicaban indirectamente cuanto deseaba observar aquellos "extraños" ojos que tanto me mencionaban.

Volví a respirar profundo mientras me giraba para poder ignorar ese egocéntrico pensamiento. Y sin embargo, una lágrima recorrió mi rostro hasta caer limpiamente en mi amada almohada.

Entonces ahí, admirando como la gota era suavemente absorbida por la tela, me di cuenta que si te falta coraje para empezar, significa que ya has terminado.

Y no, yo no me podía rendir tan fácilmente.

Un nuevo suspiro se escapó de mis labios y lentamente cerré mis ojos hasta quedar profundamente dormida.

Te rescataría Neji Hyūga, eso... ¡Eso tenías que tenerlo más que seguro!

(...)

Una pequeña niña de cabellos dorados portaba una preciosa y fulgurante sonrisa ladina en sus labios. Ella apretaba mi mano con fuerza, aferrándose con gran decisión, mientras que su vestido blanco se movía de un lado a otro gracias a las suaves ráfagas de viento que azotaban suavemente nuestra piel.

Me embargó una felicidad plena al caminar en medio de bastos girasoles. El día era noche y la noche día, la niña se giró a mirarme, y en sus orbes azules se reflejaron mis ojos extasiados por el bello y caluroso paisaje.

—Tienes que regalarle una —musitó arrancando el girasol más cercano a su pequeña mano—. Son sus favoritas.

Yo tomé la flor con suavidad y la llevé cerca a mí nariz para poder disfrutar de aquel fresco aroma que se fundía al contacto con mis fosas nasales.

Huele delicioso, gracias.

La niña se giró nuevamente y observó un nuevo sol anaranjado, que salía por el ocaso.

Cuidala, más que a tu vida Tenten Ama. Porque esto será la salida. —dijo la niña, que comenzó a caminar hasta perderse entre los rayos de el astro mayor.

Me quedé conmocionada mientras la veía partir. ¿Para quién era esta flor?, ¿y por qué era tan importante?

Desperté ligeramente temblando. El sudor recorría toda mi cara hasta caer limpiamente por mi barbilla. Miré la hora asombrada, era relativamente temprano.

Intenté evocar vagamente qué era lo que había visto. Lo único que quedó en mi memoria fue el precioso rostro de la pequeña, remplazado pocos segundos después por un hermoso girasol.

Supe entonces qué era lo que debía hacer. Fue como si mi corazón me dejara ciega, sin razón. Como si de repente el mundo, el destino estuvieran de mi parte para llevarme hasta una floristería y comprar el último y más brillante girasol.

Lo guardé en los documentos con suma delicadeza, mientras volvía a correr hacia la minúscula prisión en busca de mi desconocida desesperación con nombre.

Otra vez se encontraba aquella molesta rubia con cara de problemas. Le hice un gesto obsceno con mi dedo mientras me requisaba con brusquedad. Después me senté con leves espasmos recorriendo mi cuerpo. Y mis arcadas se intensificaron cuando el oficial Lee me informó que el recluso Neji Hyūga, se negaba a verme por cualquier medio.

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Neji idiota >:v

Pd: Gracias por todos sus comentarios y votos, ustedes no saben cuanto me alegro. ♥♥♥

All I Wanted ➳ NejiTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora