Capitulo 12

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Estaba sentada al lado de mi madre con los pies sobre la cama, mientras ella dormía. Se encontraba demasiada cansada como para hablar o despertar, todos estos días estuvo durmiendo y los medicamentos no ayudaban demasiado para que estuviera despierta.

Agarro el libro que estaba leyendo desde esta mañana y lo coloco en la mesa de noche de mi madre, no tenía ganas de leer. Solté un suspiro mientras me recostaba en la silla cruzando mis brazos sobre mi pecho mientras observaba a mi madre, realmente era hermosa.

La enfermera Nora entra a la habitación y me dice que el horario de visita ya se terminó, asiento con mi cabeza y le sonrío mientras ella se marcha. Como no quiero despertar a mi madre, beso su frente y me retiro de la habitación y me marcho de ese maldito lugar.

Eran las cinco de la tarde y yo no sabía a donde ir, así que fui a una cafetería no muy lejos del hospital, hoy no tenía que trabajar.

Cuando abro la puerta, una campanita suena, y eso me hace recordar que no he ido a trabajar hace dos días. Extraño la cafetería y a Félix pero era necesario no ir. Llamé a la encargada para decirle que no iría a trabajar por la situación de mi madre, ella comprendió, aunque suene muy raro e imposible de creer, pero lo hizo.

Me senté en una mesa apartada de las personas y pedí un café junto con unas medialunas; después de que el chico se fuese, recordé que Luciano pide lo mismo.

Mientras espero mi pedido, escucho unas risas cerca de donde me encuentro. Giro mi cabeza lentamente para ver de qué se trata y cierro los ojos fuertemente deseando que la tierra me trague, agacho mi cabeza tratando de ocultarme con mi cabello para pasar desapercibida.

Pero él me ve.

Trago saliva y sonrío levemente cuando Luciano no me saca la mirada, me siento incomoda, es como si me traspasara con su mirada.

Recibo mi café y el camarero me dedica una sonrisa coqueta, le devuelvo la sonrisa incómodamente.

-Gracias-murmuro mientras hecho azúcar a mi café. El camarero sonríe y se va, no sin antes dejarme su número de teléfono al lado de mi taza de café.

Coloco el azúcar en el café e ignoro el hecho de que Luciano viene en dirección a mi mesa.

Tomo un sorbo del café ignorando el caso de que el chico de ojos café se sienta en mi mesa. Bajo la taza y lo observo.

-Vaya, si tenemos una florecita aquí-murmura Luke mientras se sienta al frente de mí. Lo ignoro y vuelvo a tomar otro sorbo de café. Él ríe.- ¿Te comieron la lengua los ratones?

Levanto la vista y lo miro molesta. ¿Qué quería ahora?

No sabía que decirle así solamente me atinaba a mirarlo.

-¿Por qué no has ido a la cafetería?-me pregunta serio. Él no sabía que mi mamá se encontraba enferma, y por supuesto que no le iba a decir, no es nadie como para que le cuente algo tan íntimo, suficiente tenía con que sabe que mi padre es un alcohólico.

-No te interesa-comento desinteresada. Luke levanta su ceja y me mira burlesco.

-Si te pregunto es porque me interesa tu respuesta, princesa.-me dice serio. Miro sus ojos fijamente mientras suelto suspiro observándolo cansada. Estos días no había dormido muy bien que digamos.- ¿Estas bien?-Frunce su ceño con preocupación, creo yo.

-Estoy bien-respondo amablemente haciendo una mueca pensando en la gran mentira que estoy diciendo.- ¿Y tú?-le pregunto a amablemente.

-Igual que tú.-se limita a contestar.

Besos sabor café [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora