Besos sabor café [#1]✔

Capítulo 44

#PENULTIMOCAPÍTULO #OLILUFOREVER 

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¿Pero que voy a saber yo del amor? ¿Que voy a saber yo si no sé nada?

Esa era mi pregunta, el amor puede ser tan masoquista,  te hace daño, sufres, llorar por que esa persona no te da la importancia que tu le darías, pero es algo tan maravilloso y tan doloroso, que vale la pena sufrir de amor si es por esa persona.

Así es el amor, sufrir por un amor ajeno cuando tu le darías todo.

Así es la vida, sufrir mientras tienes otra clase de sufrimiento o tal vez, nunca has sufrido por alguna persona en especial, refiriéndome al tema "amor", y viene esa persona y te da vuelta tu mundo, tus planes y hasta la manera de ver las cosas de la vida. 

Así son las personas que llegan con un objetivo en tu vida; vienen, te hacen sufrir, te enamoran, te hacen cambiar, te hacen mas feliz la vida y luego se marchan, para nunca mas volver.

De esas clases de personas, ha habido muchas en mi vida. Es decir, amigos, familiares, amores... Nunca sabes si llegan a tu vida para hacerte ver el mundo de una manera distinta pero de una forma que te salvan la vida, o para hacerte sufrir y te dejan millones de preguntas que ni ellos mismos pueden responder: ¿Por qué?

Estábamos afuera, en el patio del frente de mi casa. Luke tenía sus manos dentro del bolsillo de su chaqueta porque estaba haciendo un poco de frío y él no tenía casi nada de abrigo puesto. Estábamos en silencio, cosa que ya se nos hacía costumbre. Él abrió sus labios para pronunciar algo, pero antes de que pudiera hablar, fue empujado por alguien haciendo que se caiga al suelo. Fue todo tan rápido que ni siquiera pude sostenerlo para que no se cayera.

Luke colocó sus manos rápidamente haciendo que el golpe no fuera tan duro, me miró confundido pero fue una mirada muy rápida porque ambos dirigimos la vista hacia quien lo había empujado. Abrí mis ojos sorprendida al ver a Chad de pie con la respiración agitada y con sus manos convertidas en puños.

¿Qué carajos...? ¿De qué me perdí?

-¡Te lo advertí, maldita sea!-gritó Chad enojado. Lo observé confundida mientras Luke se levantaba del suelo sacudiendo sus pantalones que estaban un desastre debido a la tierra.

Una pelea entre estos dos no era muy sorprendente a estas alturas, pero Luke me había contado que todo estaba bien en ellos, que no había ningún conflicto para preocuparse. Y otra vez me doy cuenta de algo, una más de sus mentiras.

Y me llegaron millones de preguntas. ¿Cuantas veces me habrá mentido para salvar su pellejo?

-¡Te dije que no te acercaras más a ella! ¿Acaso no entiendes las palabras de las personas, Imbécil?-gritó fuera de sí, mi amigo humorístico y alegre habiad esaparecido. Luke se mantenía en silencio mientras sacudía sus manos, en ningún momento se limitó a mirarme, haciendo que mis sospechas fueran ciertas. Chad no estaba equivocado.

La vena de Chad en su cuello era demasiada notable y me daba miedo sus puños que estaban demasiados apretados. Suspiré y coloqué una de mis manos en su hombro. Chad se había colocado delante de mi y miraba a Luke con demasiadas ganas de asesinarlo.

-No hagas nada...-susurré en su oído mirando a Luke.

-Ya no más, Oli.-murmuró tocando mi mano. Negó con su cabeza.-Le advertí millones de veces.-bajó su mirada al suelo, soltado un suspiro, me alejé de él.

-¿Qué haces aquí, idiota? ¿No tendrías que estar en otro lugar?-Luke alzó su ceja soltando un suspiro y se arremango su camiseta. El rubio sonrío irónicamente mientras soltaba un bufido.

-No funcionan tus planes conmigo, amigo.-su última frase lo dijo con un toque de sarcasmo. Tragué saliva notando la tensión que había entre ellos, así que decidí meterme en el medio de ellos y mirar a Chad enfurecida.

-No puedes venir aquí a hacer problemas, Chad. Estas al frente de mi casa, así que dile lo que tienes que decirle a Luke y vete.-murmuré. Me observó sorprendido y confundido. ¿Qué estaba pasando?

-Ya escuchaste.-dijo Luke sonriendo irónicamente colocándose a mi lado. Chad negó con su cabeza como si no estuviera creyera lo que estuviera escuchando y se dio media vuelta. Pero antes murmuró algo que me dejó pensando.

-Él no es el verdadero. Quiere algo y si sigue ganando tu corazón, lo va a conseguir. Y su objetivo es destruirte.

Miré a luke girando mi cabeza rápidamente, su tono de de piel había cambiado y estaba más pálido de lo normal. Alcé mi ceja observandolo confundida y cuando estaba por decir algo, caminó rápidamente hacia donde estaba Chad, tomándolo del hombro haciendo que girara su cuerpo, tomandolo de la camisa.

-¿Quien te crees para decirle eso? Imbécil. No eres lo suficiente hombre como para venir cara a cara y arreglar cuentas nosotros, pero vienes con ella sabiendo que es mi punto débil. Lo haces apropósito 

Chad, miró a mis ojos y sonrío con ternura negando con su cabeza incrédulo.

-Que no robe tu corazón, preciosa. -elevé mi ceja al notar que él sonreía con ternura al verme.-Es miedo, Luciano tiene miedo de que hable y se arruine todo su maldito plan y no sabrá que hacer cuando te enteres que él juega a dos puntas. Y todos sabemos muy bien quien, jodidamente, es.

-Chad...-susurré confundida elevando mi brazo para detenerlo, pero el grito que dio Luciano me asustó. Caminé hasta Chad para decirle que se detuviera, que no se vaya y que me explique de una buena vez por todas las cosas que estaban pasando, pero la mano de Luciano me detuvo. Su agarre era fuerte y me dolía, Chad caminó rápidamente al ver mi expresión de dolor pero Luciano no me dejaba ir con su amigo. 

-Tu no te vas a ir con él -Su tono de voz era amargo e irónico a la vez. No sabía donde estaba ese chico lindo de ojos café antes de que todo se desarmara, y no es una situación que se armase como si fuese un rompecabezas, esto era la vida real y mi corazón no estaba listo para sufrir nuevamente.

-Suéltame.-dije clavando mi mirada en la suya. Él hizo omiso a mi comentario y miró a Chad enojado. Pero cuando vio que este nos miraba fijamente, listo por si acaso, me soltó rápidamente y tomó desprevenido a su amigo rubio del cuello de su camisa. 

-No quiero que te acerques a ella de nuevo. Maldita sea, no quiero que la busques de nuevo para decir tus mentiras.

Chad enarcó su ceja y sonrío irónicamente.

-¿En serio son mentiras, Bennet? No me voy a alejar de ella, mientras estés en su vida, ni pienses que voy a desaparecer.

El chico de ojos café negó con su cabeza murmurando "respuesta equivocada". 

Que alguien traiga un balde de pochoclos y una gaseosa que esto se va a poner bueno.

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