Capitulo 26

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Al separarme de Luciano, la música hizo eco en mis oídos y me di cuenta, que cuando estaba besándolo, había perdido la noción del tiempo y espacio.

¿Qué estaba haciendo este chico conmigo?

-¿Estas bien?-pregunta el chico de ojos café. Asiento en modo de respuesta, pero en realidad estaba un poco mareada y sentía una presión en mi pecho que me decía que algo iba a pasar esta noche, tal vez no debí de haber venido.

Pero si no hubiese venido a esta fiesta, no hubiese besado a Luciano y me arrepentiría de eso.

-Bueno, entonces vamos por un trago-Luke me hace una seña con su cabeza en dirección de la barra, agarro con mi mano derecha su brazo para no perderme y avanzamos hasta la barra. De reojo puedo observar a Tomas que ríe a carcajadas con ese tal Ezequiel y sus amigos. Sonrío al ver reír a mi hermano.- Dame un tequila y una cafshiz-ordena Luke al chico de la barra, este último coloca sus ojos en blanco con una sonrisa y se retira para luego volver con dos vasos. Los coloca en la mesada y se retira de nuevo a servirle más alcohol a Tom y su manada.

-¿Qué es eso?-pregunto confundida al ver que Luke me entrega la segunda bebida que él pidió.

-Se llama Cafshiz, es una bebida de Europa, tiene un poco de todas las bebidas pero es liviana, por eso lo pedí para ti. -Luke sonríe levemente y se acerca un poco hacia mí- Pero si tomas más de tres vasos, te aseguro, princesa, que tienes la noche completa y realmente te emborrachas con tan solo tres vasos de esto. -Luciano sonríe y bebe un poco de su bebida.

Sonrío un poco desconfiada por el motivo de que no soy una persona de tomar mucho alcohol a comparación de Thomas, él tenía en su organismo lleno de alcohol, y todavía no entiendo que después de tantos tragos que ha tomado, sigue de pie.

Bebo un poco de la rara bebida de Luciano y la saboreo, tiene gusto a limón y vodka, es rara pero sabrosa. Lamo mis labios gustosa de la nueva bebida que he encontrado y bebo otro trago del pequeño vaso. Al ver que el cantinero pasaba por nuestro lado, llamé su atención y le pedí otro trago igual al que había pedido Luke hace unos momentos. Tomo un sorbo largo y suspiro cohibida por el delicioso trago que encontré.

Ideal para tomarlo cuando tengo mis momentos de crisis y con ganas de mandar todo al infierno.

-He, tranquila, fiera-murmura Luke un poco preocupado cuando tomo todo de una sola vez lo que quedaba de esa extraña bebida. Cuando abro mis labios para protestar, una pelirroja oxigenada aparece en escena. Y conozco bien a esa pelirroja para saber que ella no está aquí por pura coincidencia, ella está tramando algo y ese plan que está haciendo, Luke y yo estamos en ello.

Quedo perpleja y la borrachera que me estaba haciendo efecto, desapareció en dos patadas a la luna. Trago saliva nerviosa recordando la "amenaza o advertencia" que me fue a hacer en la cafetería. Luego de ese episodio con la pelirroja, supe que Luke, además de ser perfecto y tenía demasiados secretos.

Luciano al ver mi cara perpleja y al notar que no le estaba contestando, se dio media vuelta en dirección a donde yo estaba mirando, y creo que ese fue el mayor error que cometió en esta noche. El cuerpo del chico de ojos café se tensó y sus manos que estaban sosteniendo una de mis manos, cayó al costado de su cuerpo hecha un puño, él estaba enojado o demasiado avergonzado como para presentarme a esa chica que tanto se esfuerza en presumir que ella sabe "ese" secreto de Luciano, y mi mente estaba tratando de decirme, aunque me doliera y costara admitirlo, que la parte oculta de mi cerebro inteligente, estaba por tener razón.

La chica pelirroja no sabía ese secreto de Luke, ella lo compartía y estaba demasiada orgullosa en mostrarlo a la gente, y en especial a mí.

La chica pelirroja se acercaba hacia nosotros con una sonrisa de autosuficiencia y demasiada creída, tenía un vestido rojo hasta más arriba de la rodilla, obviamente pegado a su cuerpo, mostrando y presumiendo su esbelto y delicado cuerpo de pinturita, desde donde estábamos Luke y yo se podía notar el rojo de sus labios. Tenía sus bellos tacones altos de color negro, reluciendo sus largas piernas, moviendo sus caderas como si estuviese en un desfile. Por supuesto, todos los hombres la miraban como caminaba hacia nuestra dirección, incluso Thom que estaba bebiendo y riendo a la misma vez, se quedó sin palabras al verla pasar por su lado.

Besos sabor café [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora