Capitulo 14

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* * * *

Me separé de Luke y mordí mi labio al no saber qué hacer, bajé la mirada y empecé a jugar con mis dedos nerviosa.

¡Lo había besado!

Joder.

Siento unos dedos en mi mentón y observo su rostro que tenía una enorme sonrisa.

-Ese...-dejó la frase en el aire mientras soltaba un suspiro.-No vine aquí con la intención de besarte, quiero que quede claro.-alzó sus manos al aire en forma de inocencia, reí empujándolo suavemente.

-Eres un idiota.-mordí mi labio quedándome en silencio. –Tenemos que bajar, hay que ir al cementerio, de seguro nos están buscando para irnos. –Luke asintió poniéndose de pie mientras estiraba su mano para ayudarme a levantarme, sonreí tomando su mano y salimos de la habitación. 

Muerdo mi labio al sentir un sollozo de mis labios, pero es imposible retenerlo. Me tapo la boca para que no vean el dolor que tengo por dentro.

Siento una presencia detrás de mí, pero no le tomo importancia, su perfume lo delató.

Desde el día de la cafetería y desde la muerte de mi madre, Luciano no se despegaba de mí, era como una especia de imán.

A veces nos encontramos en lugares que ni yo sabía que frecuentaba, pero siempre estaba él.

Lagrimas salen de mis ojos, y siento unos brazos cálidos en mi cuerpo.

-Shh-murmura él. -Todo va a estar bien, princesa. Tenemos que irnos, nos esperan para subir al auto e ir al cementerio.

Lo abrazo con todas mis fuerzas, tratando que Luciano calme un poco mi dolor, pero era imposible.

-Olivia, querida... Me entere de lo que sucedió, lo lamento demasiado.-se escucha una voz detrás de mí. Me separo de Luke y seco mis ojos con un suspiro.

Era Félix. Me alegro de que estuviera aquí, de seguro la encargada se enteró y le notificó de lo que había pasado.

-Oh, Félix-murmuro con la voz entrecortada y lo abrazo, mientras siento que sus brazos me rodean.

-Lo lamento mucho, Oli.-murmura él mientras me acaricia mis brazos.- ¿Cómo estás?-me mira fijamente y luego se da cuenta de la pregunta irónica que hizo. -Olvídalo, no hace falta que lo digas ¿Esta bien? Después de todo esto, te prometo que iremos por un helado.

Río por el tono que usa mi amigo y asiento con la cabeza mientras lo abrazo de nuevo.

-La encargada dijo que un chico la llamó y le contó sobre lo que te sucedió y que me dijera que me necesitabas. -Félix me abraza de nuevo y murmura mientras ríe brevemente.-Ya sé que fue ese chico que está detrás tuyo, nena. Por cierto me está mirando como si quisiera matarme

-Me di cuenta de eso, Félix. -admito mientras me separo de él, y de reojo observo a Luciano que tiene su mirada sobre mi amigo. –Solo ignóralo, es normal en él.

-¿Acaso no le dijiste que tiro para el otro bando?-Niego con una sonrisa culpable y mi amigo ríe un poco mientras acaricia mi mejilla. Sé que lo hace apropósito. -Bueno. Si algún día se lo dices, tienes que comentarle que su amigo está buenísimo.

Félix se muerde el labio de forma sensual y me hace reír, aunque no lo hago mucho porque estoy en el velorio de mi madre.

-Gracias.-murmuro suavemente.-Me alegraste un poco mi día.

-Sabes que estoy para cuando necesites, nena. Ahora, tengo que admitir que te ves demasiada hermosa.-Félix me mira de arriba a abajo examinando mi atuendo, solo llevaba unos jeans negros combinados con una blusa del mismo color, sinceramente, no tenía ni ganas de vestirme. 

No había demasiadas personas en la casa, solamente algunos familiares y amigos de mamá y realmente lo agradecía.

Soy la última en salir de la casa, papá estaba en un auto con algunos de mis tíos y yo me iba en el auto de Luke, él me estaba esperando a que cerrara toda la casa. Me doy media vuelta y camino hasta el auto del chico de ojos cafés, este sería el último adiós a mi madre. 

(***)

Me siento en el sillón de la sala con mi taza de café, observando ventana que estaba en la sala, el televisor estaba prendido, pero le había sacado el sonido hacía un momento, estaba aturdida.

De pronto siento que la puerta de entrada, se abre. Giro mi cabeza y veo que, como siempre, mi padre borracho entra con na botella en la mano.

-Eres una bastarda-me dice mientras me señala con su asqueroso dedo. Sigo tomando mi café como si la presencia de ese hombre que me dio la vida, no me importarse. -...Tu madre está así por tu culpa.

Niego con la cabeza y miro fijamente sus ojos.

-Mamá murió...-murmuro dolida.

-Ella no murió.-dice el borracho de mi padre mientras algunas lágrimas salen de sus ojos.- No murió.-repite varias veces mientras da un sorbo de alcohol.

-Si murió. -le digo mientras me levanto dejando la taza en la mesita que estaba al frente del sillón, estaba lista para irme de aquí, no soportaba ni un minuto más estar en el mismo lugar que este hombre.

-¡Ella no murió!-grita de repente mi padre-¡Tú la mataste, bastarda!-me señala, de nuevo, con su dedo mientras me fulmina con su mirada.

Aparto la mirada de sus malditos ojos mientras trago el nudo que tengo en mi garganta. Yo ya sabía que tarde o temprano tendría que soportar todas esas palabras que salieran de la boca de mi padre, el dolor que sentía era inexplicable y él sacaba todo lo que tenía dentro mientras me humilla.

Ignoro todas esas malditas palabras mientras que agarro un abrigo, mi bolso junto con las llaves de la casa y camino hacia la puerta.

No soportaba más esta jodida mierda.

-¿A dónde va? ¿Acaso vas a revolcarte con ese idiota? ¿Sabes que él te romperá el corazón no? Es un jodido hombre, eso hacemos nosotros. Les rompemos el corazón a las mujeres que amamos porque tenemos miedo. -Me agarra mi brazo cuando paso por su lado. Lo miro enojada y trato de soltarme pero él me tiene agarrada fuertemente; de seguro eso me va a dejar una marca. Otras más a la lista de manchas moradas.

-Eso no te interesa. -Respondo enojada fijando mi mirada en la suya.

-Ya veo... Así que ahora sales con ese idiota que intenta romperte el corazón en mil pedazos. -Ríe cínicamente como un loco.

Me suelto del agarre de mi padre e inconscientemente acaricio la parte en donde me tenía sujeta.

-Nos vemos más tarde.-respondo fríamente. Salgo de esa maldita casa y encamino hacia algún lado.

Estaba nublado y hacía frío, rogaba a todos los dioses que hoy no lloviera...

Coloco mis manos dentro de mi chaqueta y camino lentamente observando a las personas correr, gritar y alguna que otra pareja que imitan a la felicidad.

Siento un ruido extraño a mi costado, pero no me inmuto y sigo caminando.

-¿Vas a alguna parte, princesa?-Me dice "esa" persona mientras se coloca a mi lado. Giro mi cabeza y veo a Luke que me estaba sonriendo con su típica sonrisa de divo.

¿Porque no me sorprende verlo?

* * * *

Besos sabor café [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora