Capitulo 34 (Parte 1)

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* * * *

Froto mis brazos a causa del frío que estaba haciendo, me había preparado un café con unas tostadas para sentarme en la ventana de mi habitación y olvidarme del mundo por un momento. Luciano había desaparecido hacía una semana, no había ni una noticia de él y eso me preocupaba un poco.

Con un suspiro tomo otro sorbo de café y dejo la taza en la repisa de la ventana que había colocado antes de que mi madre muriera. Suspiro llena de tristeza y mientras seguía observando la ventana con miles de pensamientos dentro de mí.

¿Existe algo más perfecto que los días nublados y fríos?

Sus ojos, sus malditos ojos cafés...

Dejo la taza en la repisa y camino hacia la puerta de mi habitación arrastrando mis pies cuando camino, tenía puesto mis pantuflas que tanto amaba, sobre todo, porque eran muy calentitas.

Abro la puerta lentamente y salgo de mi habitación para luego bajar las escaleras. Avanzo hasta la cocina para ver si hay algo para comer y hago una mueca blanqueando mis ojos cuando veo un pedazo de pastel en la mesa, ya cortado por supuesto.

-Feliz cumpleaños, tontita-Tom aparece con su rostro serio y puedo ver que tiene una taza en sus manos. Su tono de voz era neutro hasta puedo jurar que hasta aburrido. Alzo mi ceja por la falta de emoción de mi hermano y me cruzo de brazos.

-¿Gracias?-Tom camina hasta la mesa de la cocina y se sienta cruzando sus brazos sobre esta y me observa con su rostro serio.- ¿Qué te sucede?-pregunto confundida.-La que debería estar así sería yo, me estoy haciendo más vieja.-Río sacudiendo su cabello, haciendo que Tom sacuda su cabeza frunciendo su ceño.-Dime, te escucho.-Me siento en una silla al frente de mi hermano y observo su rostro.

-Hace frío-murmura. Alzo mi ceja sin poder creerle lo que estaba diciendo.

-¿Y...?-

-Que no vamos a poder hacer la fiesta.-dice con obviedad. Lo observo incrédula de que su humor dependía de una estúpida fiesta y no de otro motivo.

-Tom, no importa no hacer una fiesta. Es mi cumpleaños y yo desde un principio dije que no quería festejar nada.-hago una mueca con mis labios y miro los ojos de mi hermano. Antes de que Tom mencionara algo, el timbre de la casa suena interrumpiendo nuestra conversación.

Él suspira con fastidio y se levanta para atender la puerta.

-Que frío que está haciendo afuera, por dios santo. Ideal para hacer una fiesta de invierno. -La voz de Chad se hace presente en la casa y me levanto feliz para ir a saludarlo, pero cuando salgo de la cocina, choco contra alguien haciendo que me resbale y este me sujete del brazo, impidiendo que caiga al suelo.-Dios santo, nena. ¿Qué te ha sucedido?-Chad ríe y besa mi mejilla.-Feliz cumpleaños.-susurra cerca de mi oído.

-Gracias-susurro. Chad inclina su cabeza estirando su brazo y en su mano hay una pequeña cajita de color petróleo y un moño dorado. Sonrío alargando mi brazo para recibir su regalo, pero él saca su mano y pone un dedo en su mejilla. Blanqueo mis ojos y me coloco de puntitas para besar su mejilla que está Barbosa. Hago una mueca recibiendo su regalo y miro a los ojos de Chad.

-Tienes barba. ¿Porque los hombres no se afeitan?-pregunto mientras muerdo mi labio y empiezo a desatar el moño pero la mano de Chad me detiene. Él niega con la cabeza.

-Ábrelo más tarde. Hoy no-susurra.

-Porque así nos vemos más sexys- Responde Thom mientras cruza sus brazos sobre su pecho respondiendo a mi pregunta mirando a Chad entrecerrando sus ojos.- ¿Qué es?-pregunta al ver la cajita que tengo en mis manos. Niego con la cabeza sonriendo diciéndole que no sabrá nada.- ¡Hey! Yo también quiero saber que te regaló, no seas así.

Besos sabor café [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora