Greenwoods. (Historia Larry)

2- Desencuentros

Pasearon aproximadamente una hora esperando la salida de su equipaje frente a la cinta transportadora y se dirigieron a las puertas de cristal. Allí, tras una barrera había una muchedumbre de personas esperando a que sus familiares o amigos llegasen... Pero nadie parecía esperarlos a a ellos. Simon encendió su celular para averiguar que pasaba.

__Harry ¿dónde estás?__ dijo Simon.

Se alejó caminando y Louis ya no pudo oír más. Por sus gestos, su tío parecía contrariado. Regresó de nuevo.

__Louis, lo siento pero Harry tuvo un contratiempo y no podrá venir a buscarnos. Tendremos que tomar un taxi. No tardaremos, la casa no está muy lejos del aeropuerto y a esta hora no creo que haya tráfico.

Se equivocó. El trayecto fue mucho más largo de lo previsto. Pasaron de una vía rápida de cuatro carriles a una más estrecha pero totalmente colapsada. 

De las pocas cosas que pudo reconocer de Londres fue el Big Ben, gracias a las fotos que a veces le enviaban sus tíos, y en especial, por una en la que Tom, su primo pequeño, el que aún no conocía en persona, aparecía simulando que tocaba la punta del famoso Big Ben. Ya saben, la típica foto en la que todos se ven como ridículos en la calle levantando un brazo y su dedo indice apuntando hacia bajo. 

Al cabo de una hora aproximadamente llegaron a casa de sus tíos. Vivían en una zona residencial, en un edificio elegante con varios pisos. Algo así como un departamento, pero ellos ocupaban el más grande que seria el Penthouse. El conserje los saludo amablemente, y tras darle a Simon unas cartas, les ayudó a meter las maletas en el ascensor. Entraron por la puerta principal.

__Bueno__dijo Simon__ , está es tu casa. Tu habitación aun no esta preparada porque hasta septiembre nos vendremos aquí. En un rato nos iremos a Greenwoods. 

--¿Greenwoods? 

--Así es como se llama una pequeña urbanizacion que esta a las afueras del bosque. Te gustará, ya verás. Solo hemos venido a recoger unos papeles. ¿Quieres dejar algo aquí? Para ir solo necesitas ropa de verano, y alguna prenda gruesa para la noche.

--Solo llevo ropa de verano en mi equipaje, lo demás está en el barco.

--Buscaré algo que te pueda servir. Sientate mientras organizo unas cosas, ¿quieres algo de beber? No sé que haya en el refrigerador, echa un vistazo si quieres. 

--Está bien. Gracias.

Se entretuvo mirando las fotos que estaban en la estantería. Sus tíos tenían dos hijos: Harry y Tom. En realidad, Harry era producto de un matrimonio pasado de su tía Anne. Formaban una familia extraña, a la cual ahora Louis formaría parte.

Le llamó la atención un primer plano de Harry. Hacia tiempo que no lo veía en ninguna foto y le sorprendió descubrir que era más un hombre que un muchacho. Tenía diecinueve años, pero parecía mayor.  Su piel blanca, el cabello rizado y sus ojos de un color verde profundo, marcaban sus angulosas facciones. A pesar de tener esa ligera sonrisa, su semblante era triste.

Tom tenía ocho años. En todas las fotos sonreía de oreja a oreja. No se parecia para nada a Harry, su piel llena de pecas, el cabello y sus ojos mucho más oscuros que el de él. 

Decidió tomar alguna tomar algunas fotos de aquellos retratos para después enviarselos a sus mejores amigos Phoebe y Max.

Tenía la boca seca y una sensación punzante en la garganta. Se dirigió a la cocina. Sacó una lata del refrigerador casi vació, y al abrirla, el liquido gaseoso reboso los bordes hasta mojarle la mano. Se volteó para buscar algo con que secarse, y sobre una isla central encontró un rollo de papel de cocina que se encontraba junto a un ejemplar del periódico, abierto en una de las páginas centrales. Le llamaron la atención unos dibujos que alguien que había hecho en los margenes blancos y se acercó para verlos. Había una anotación en una esquina "Instituto Anatómico Forense" "Dr. Marquez, 9:05" Fue entonces cuando se fijo la noticia, en la que se informaba de que unos excursionistas habían descubierto el cadáver de una joven en el bosque norte de Londres, en el término municipal de Greenwoods. La policía aún estaba trabajando en las labores de identificación del cuerpo y...

--Podemos irnos cuando quieras--interrumpió Simon--¿Ese periódico es de hoy? Sin lentes no veo.--

Louis se fijó en la fecha.

--Es de ayer.

--Pues entonces a reciclar.--dijo mientras lo tiraba a un pequeño contenedor.