5- Desconocidos

35 5 1
                                    

*Harry's POV*

Ocho huesos principales además de los wormianos conformaban el cráneo humano, una cavidad de reducido tamaño con una capacidad de apenas 1. 450 mililitros. Fascinante. Menos de lo que cabía en una botella de Coca-Cola, más pequeño que un balón de fútbol, pero con posibilidades casi infinitas: un universo del que aún se conocía tan solo una mínima parte. Toda la imaginación, todos los pensamientos malos y buenos, se encontraban ahí, en ese pequeño y frágil espacio. Fascinante.

 Aunque aún no tenia claro que especialidad escoger, Harry se sentía cada vez más atraído por la neurología. Sin embargo antes de llegar a ese punto, le quedaban muchas noches de vela, muchas horas de estudio,  muchos cafés y mucho estrés. Este año le estaba suponiendo una prueba personal y constancia más dura de lo que había pensado pero, por el momento, valía la pena.

 Además las horas de estudio le permitían abstraerse del mundo por completo y le obligaban a centrar sus pensamientos en temas complicados con palabras impronunciables. De ese modo, podía mantener alejado los recuerdos que se esforzaban por regresar a su mente para torturarlo. Ya eran muy pocas las noches en que despertaba bañando en sudor. Siempre era la misma pesadilla, real, pero también cada vez más difusa. Ahora, su sueño más frecuente era que llegaba tarde al examen, o que se equivocaba de día o de aula. En el fondo, no estaba mal el cambio.

Solo le quedaban dos exámenes pero el cansancio lo dominaba, el café ya no le hacia efecto, tendría que seguir intentándolo con té, pero esa agua sucia tenía un sabor repugnante. Si, extraño que no le gustase, siendo que vive en Inglaterra. Su amiga Lucia, que era adicta a esa bebida, lo trataba de convencer de sus maravillosas propiedades pero a él todo tipo de té le sabía igual de horrible. Ella estaba en segundo, y cursaba también algunos créditos para tercero ¿De dónde tenia tanto tiempo? La verdad es que valoraba mucho su ayuda.  A veces, aunque le tuviera mucho cariño, le llegaba a resultar fastidiosa y hubiera preferido que no lo ayudara. Y es que él no tenía tiempo para nada, por eso le ayudaba. Ni siquiera pudo viajar a Estados Unidos, para el funeral de sus tíos, y eso le pesaba; no tanto por ellos, que solo los había visto un par de veces o hablado por teléfono, le dolía por Simon, siendo hermano de su difunta tía. Él era lo más parecido que ha tenido a un padre y siempre había estado a su lado en los momentos más difíciles. Ahora que Harry tenía la oportunidad de apoyarlo no pudo...si tan solo no hubieran sido los exámenes esa semana.Sabia que Simon no lo tomaría bien, todo lo contrario. Aún así le hubiera gustado acompañarlo. Harry entendía perfectamente cómo se siente uno cuando pierde a alguien y la sensación de vació, pero tener una mano de la cual sostenerse era un consuelo. 

Para colmo, se le había pasado ir al aeropuerto por ellos, con su casi desconocido primo Louis, un nombre demasiado grande para el niño que había conocido como hace diez años, en aquel viaje que hicieron al pueblo de Ashford.

"Desconocida" Eso es lo único que decía la etiqueta, al menos, según dijo el Dr. Marquez, a sabiendas de que se jugaba el puesto de desconocido para cualquiera...Sus insistencias para que le dejara ver aquel cadáver no habían servido de nada.  Ni siquiera los rasgos que debía comprobar: el color de cabello, los ojos, la altura..."Está irreconocible. Solo podremos saber quién es con una prueba de ADN." , es lo único  que dijo el forense. Por una parte sintió alivio, pero por otra parte hubiera querido que se solucionara el caso. 

Aún le quedaban 20 km. por llegar. Decidió rebasar el camión que iba delante de él.


Greenwoods. (Historia Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora