15- Shots

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La muerte lo cambia todo. Harry nunca podría olvidar el día en que llamaron para transmitir la trágica noticia. Desde aquel momento, esa angustia que acompaña siempre a la muerte se había apoderado de él y de todos. En un primer momento, vio que Anne se quedó paralizada, sin poder reaccionar. Sus tíos habían muerto, y su primo se había quedado solo. Él recordaba que, tiempo atrás, su tía le había pedido permiso a Simon para ponerlo en el testamento como tutor legal de Louis en caso de que a ellos les pasara algo. Simon había bromeado sobre aquello, pero había dado su consentimiento; así que ahora era responsable de aquel chico al que no veía desde hacía diez años.

No había tenido oportunidad de pasar mucho tiempo con Louis, pero esperaba encontrarse con alguien roto, frágil y vulnerable y, sin embargo, al verlo, no había tenido en absoluto esa sensación. Quizá intentara disimular, pero parecía una persona fuerte y con una gran seguridad en sí mismo. Era normal que no exteriorizara sus sentimientos, pues, aunque fueran su familia, eran unos perfectos desconocidos. Debía esforzarse y acercarse a él, pero las relaciones humanas no se le daban demasiado bien. Odiaba el dolor del que se había adueñado de su familia. Podía imaginar el tormento de Simon y de Louis. Sabía que el tiempo iría disipando esa aflicción, pero cuando se sufre, el tiempo avanza demasiado despacio...

En su caso, hacía ya dos años. Había pasado por diferentes estadios: la negación, el miedo, la rabia, la ira, la tristeza, la autocompasión, la resignación... Ahora parecía que el tiempo había transcurrido rápidamente, pero cada segundo de esa terrible ausencia le había herido profundamente. Y cuando pensaba que todo aquello estaba enterrado, saltó esa noticia a los medios. El cadáver de una chica encontrado en la zona. Lo más probable es que no fuera ella pero... ¿y si lo era?

Oyó la reja y reconoció el sonido del carro de Sam, que traía a Louis de vuelta. Por un momento dudó en bajar a saludar, pero finalmente decidió seguir estudiando.

***

Louis leía en la piscina cuando Harry le interrumpió:

—Me ha dicho Anne que necesitabas algunas cosas y pensaba hacer una pausa, así que, si quieres, vamos juntos al centro comercial —dijo Harry mientras proyectaba su sombra sobre él. Levantó la vista, pero no pudo distinguir su cara porque estaba a contraluz.

—Dame un minuto.

Ya que se habían subido al auto, sonó el teléfono en el bluetooth.

—Harry, soy Lucy. Llamaba para ver cómo lo llevas.

—Pues ahora mismo voy con Louis a comprar algunas cosas y estamos en el carro

—Ok... Pensé que ibas a llamarme para estudiar.

Harry tardó un rato en responder. Parecía molesto por tener que dar explicaciones.

—Me venía mejor estudiar solo.

—¿Vas a salir luego?

—No lo sé, no creo.

—¿Quieres que vaya contigo al examen?

—No hace falta. ¿Tú tienes que hacer algo en la facultad?

—No...

—Entonces hablamos mañana después del examen.

—Ok.

—Adiós.

—Te quiero, bye.

Al colgar, la música comenzó a sonar en la radio. Iban en silencio y Louis se sentía algo tenso. Intentó buscar un tema de conversación, pero no se le ocurría nada interesante. A Harry no parecía molestarle el silencio y permanecía atento a la carretera. Quince minutos más tarde vislumbró un edificio grande que, afortunadamente, resultó ser el centro comercial. 

Greenwoods. (Historia Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora