Mi Señor

6-Cambio

Roger acababa de terminar sus clases pero aún quedaba un rato hasta que sirvieran la comida, así que me pidió que jugase con el al ajedrez. Ese tiempo lo usaría para indagar en el por qué de su cambio.
Me llevó a una sala en la que además del ajedrez había una diana, un billar y una mesa de póker.
Tomamos asiento uno en frente del otro, y mientras colocábamos las piezas ninguno de los dos habló.
-Las blancas mueven primero. -dijo señalando mis piezas.
Pasados unos minutos y de forma casual empecé a preguntarle cosas para así poco a poco a ver qué es lo que le ocurría realmente.
-Señor, quería preguntarle...
-Es Roger, y no me hables tan formal mientras estamos solos. -dijo sin mirarme.
-...Roger... me gustaría preguntarte algunas cosas. Quisiera conocerte mejor.
Él me miró y se le dibujó una sonrisa en la cara.
-Yo también quiero conocerte mejor Alais. Así que yo también te preguntaré cosas.
Al principio eran las típicas preguntas con las que supe que su cumpleaños era el 2 de noviembre, su signo era escorpio, sus estudios eran básicamente para poder heredar la empresa de su padre, la cual era de exportación de seda y yo, le tuve que contar que nací un 7 de marzo, soy piscis y antes de tener que trabajar con el tenía mi propio negocio en el que vendía pociones y realizaba según que hechizos.
Eso último llamó su atención notablemente, aunque le avisé de que no haría magia de no ser un caso de fuerza mayor.
-Jaque mate Alais.
-Y justo a tiempo señor Roger. La comida esta a punto de servirse. -dijo Sebastian entrando a la sala.
Roger se levantó y antes de marchar me dijo que nos veríamos a tarde fuera en el jardín.
Al final no le pude preguntar que era lo que ocurría.
-Alais, tengo que prevenirte de algo. -Sebastian parecía preocupado y un poco nervioso.
-Prevenirme? -Le dije con curiosidad.
-El mes que viene regresará la señora Goldstein. Ella es una persona muy estricta y exigente y si por un momento te ve que tus fuerzas flaquean no dudará en echarte. Cuándo ella está a punto de regresar hasta su familia siente la tensión.
-Gracias por avisarme Sebastian. -diciendo esto salí de la sala y me sumergí en mis pensamientos.
Claro, por eso Roger actuaba raro. Pero no se si debería preguntarle directamente.
Me reuní con el resto del servicio y comimos mientras las criadas se quejaban de lo mal que lo pasarían cuando llegase la señora. La noticia al parecer no era bienvenida. Incluso Sebastian parecía algo incomodo aún siendo el que mas tiempo llevaba al servicio de la familia.
No hice preguntas al respecto. Cuando acabamos la comida me retiré a mi habitación, una vez allí mire por la ventana desde la cual se veía un bonito estanque que había en un lateral de la casa. Era una vista hermosa así que me senté en el alféizar a disfrutar del paisaje cuando algo llamó mi atención. Roger había ido al estanque y ahora miraba en dirección a la casa. Al fin me vio y su rostro se iluminó, yo sonreí y le hice señas para que supiera que me reuniría con el en un instante.
Antes de salir de la habitación me miré al espejo para verificar que mi aspecto era adecuado, me acomodé un mechón de pelo detrás de la oreja y salí lo mas rápido que pude al jardín.
Lo vi de pié a lo lejos y aceleré mis pasos. Por algún motivo sentía que debía estar a su lado.
Llegué al estanque y Roger sonrió.
-No hacía falta que corrieras. -dijo esto mientras acariciaba mi cara.
Me avergoncé por haber sido tan impaciente y que el se diera cuenta de ello
-Caminemos hasta el lago-Me dijo alejando su mano de mi en una última caricia.
Asentí y así nos encaminamos a la entrada de la mansión.