Bajo el agua todo era mas difícil. No podría hacernos aparecer en la orilla del lago si no tenía a Roger a cierta distancia.
No me quedaba ninguna opción mas que usar la magia si quería salir de aquello. Lancé una onda de luz para confundir a la criatura, la cual aflojó los tentáculos que se adherían a mi pierna, pudiendo así librarme de su agarre.
Mi vista entonces se fijó en su otra presa, veía que aunque la criatura había ralentizado sus movimientos esta seguía con su labor de torturar el cuerpo desnudo de Roger. Mi sangre hirvió en el momento que uno de los tentáculos rozó sus labios queriendo abrirse paso al interior. No lo iba a permitir de ninguna de las maneras. Esta vez usé un hechizo ofensivo y lo liberé parcialmente. Nadé hasta el, logré alcanzar la mano que tenia extendida y al abrir los ojos ya estábamos en la orilla.
Arranqué los restos de aquel ser del cuello, muñecas y torso de Roger, las marcas de presión que habían dejado en su blanca piel no tenían buen aspecto. Me quedé mirando como ido el estado en el que se encontraba el chico sin mover un musculo, cuando de la nada apareció Shan, la perrita ladró fuertemente a mi lado y me sacó del trance en el que estaba cuando vi como se transformaba en una preciosa mujer de cabellos castaños que le llegaban a la cintura.
Se arrodilló frente a Roger y nerviosa me habló.
-¿Que diablos hacéis aquí? -su voz sonaba dulce pero llena de preocupación. -¿No sabíais que desde hace años nadie se acerca al lago por culpa del monstruo que habita en el?
No pude contestarle ya que algo me golpeó la cabeza lanzándome a varios metros de donde me encontraba. Noté la sangre corriendo por mi frente y un fuerte dolor, pero eso no me impidió levantarme de un salto.
Shan había saltado sobre la criatura evitando que esta que se acercara al cuerpo inmóvil de Roger, pero su ataque fue en vano, los tentáculos la habían atrapado. La criatura avanzaba sin prestar mucha atención a la chica, que pataleaba frenéticamente y una de esas patadas dio en el lugar del que salían los tentáculos. Al sentir el golpe la criatura se retorció de dolor, Shan se dio cuenta de eso y se dispuso a patear nuevamente aquel sitio pero no pudo. Fue arrojada al suelo con fuerza y se quedó inmóvil.
Aprovechando que la criatura me había dado la espalda y habiendo entendido la manera de actuar de Shan me moví para coger la piedra mas grande a mi alcance. La hice levitar para luego lanzarla hacia el monstruo a una velocidad que hizo que se introdujera en su espalda. Una vez dentro hice que esta estallara desgarrando todo su interior.
Aquel ser comenzó a tambalearse al tiempo que de sus orificios emanaban una sustancia amarillenta y viscosa. Hizo el intento de seguir caminando pero su vida llego a su fin y se desplomó a escasa distancia del cuerpo del chico.
Corrí hacia Roger y me incliné sobre su pecho para averiguar si su corazón aún latía. Suspiré aliviado cuando sentí que así era, me quedé en esa posición y no pude aguantar mas.
La angustia, la ira, el dolor de mi cabeza y el saber que Roger estaba bien me llevaron a derramar lagrimas sobre su pecho desnudo, y entonces sentí que me acariciaban la cabeza. Me incorporé y vi sus preciosos ojos verdes mirándome.
-Tienes una cara muy linda cuando lloras, pero preferiría verte sonreír pequeño. -dijo Roger sonriendo, aunque poco duró su sonrisa ya que se incorporó rápidamente al notar la sangre que aun salía de la herida que la criatura me había hecho.
-No es nada, en cuanto volvamos a la mansión usaré un ungüento que tengo para estas cosas.-Le dije sonriendo.
-Eeeeeey, os habéis olvidado de mi!- dijo Shan arrastrándose hacia nosotros.- Por cierto... estas desnudo Roger.
-Y esta quien es? -dijo el sin importarle mucho su desnudez.
Shan no contestó, ella simplemente volvió a su forma animal, y como siempre se puso a ladrar y a girar sobre si misma, algo que a mi me parecía de lo mas adorable. Roger me miró algo incrédulo y mientras se levantaba dijo, " que es lo siguiente, dragones purpura?". Me levanté a la par que el y este me abrazó en modo de agradecimiento por haberlo salvado.
Mi cuerpo sintió el calor del cuerpo de Roger, y sus brazos, sus pectorales y su, su...
-Ey, tu ropa!- me aparte de el apretando los ojos y con un movimiento de mis manos volvimos a estar vestidos ambos.
-Esta magia tuya podría sernos útil en el futuro, no crees?-dijo el riendo como si nada de lo que había ocurrido fuese relevante.
Shan comenzó a ladrar a nuestro alrededor y decidimos volver a la mansión ya que la tarde estaba llegando a su fin. Mientras íbamos por el camino Roger no me soltó la mano ni un segundo y yo me sentí feliz de que no lo hiciera.

ESTÁS LEYENDO
Mi Señor
De TodoEn los tiempos que corren hacer magia está prohibido. La única forma que Alais tenía de ganarse la vida es delito. Teniendo que huir al reino vecino, en el cual nadie lo conoce, comienza de cero pero esta vez como sirviente de la noble familia Golds...