14-Eres mio

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ATENCIÓN: Este capitulo contiene escenas para mayores de 18 años.

Si no te gustan las relaciones entre hombres o eres homofobico te aconsejo que dejes de leer.

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Aún llovía con fuerza, aunque eso no nos importaba. Íbamos camino de la mansión cogidos de la mano, de vez en cuando Roger me miraba y me sonreía y yo le devolvía otra sonrisa. Pasó poco hasta que llegamos a la puerta de la mansión y entramos.

-Estamos empapados, será mejor que nos sequemos o pillaremos un resfriado. -me dispuse a lanzar mi hechizo pero Roger me tomó de las manos y negó con la cabeza.

-Quiero verte así un poco mas. Vamos a mi habitación. -me tomó de la mano y subimos la escalera hasta llegar a la puerta.- ¿Puedes hacer desaparecer el rastro de agua que hemos dejado?

-Claro, no hay problema. -ahora si, moví mis manos haciendo desaparecer toda el agua desde la entrada hasta donde estábamos.

Entonces entramos a la habitación y Roger cerró la puerta, se acercó a mi y me cogió en brazos llevándome hasta la cama, me dejó muy suavemente sobre ella y me besó lentamente los labios.

-Vamos a mojarlo todo si seguimos con la ropa así. -entonces vi como el se despojaba de su ropa dejando su torso aún húmedo al descubierto.

-Tranquilo, no estaremos mucho tiempo con esta ropa. - Sonrió y volvió a besarme pero esta vez fue diferente. Su lengua rozaba mis labios queriendo profundizar mas el beso pero los apreté, paró por un segundo, me acarició la cara y me miró fijamente a los ojos.

-Alais, te amo. Te amo tanto que necesito mas de ti, de hecho lo necesito todo de ti. Pero no quiero hacerte daño de ninguna manera, si sientes que lo que estoy a punto de hacer te asusta solo dímelo y pararé.

No supe que decir, solo asentí con la cabeza y Roger volvió a besarme, esta vez cuando volvió a intentarlo no hubo ninguna resistencia por mi parte, y entonces su lengua buscó la mía y comenzó a acariciarla lentamente. De mi boca pasó a mi cuello, succionandolo y logrando que de mis labios saliese un gemido. Sus manos se movieron para comenzar a desabrochar mi camisa y cuando lo consiguió comenzó a besar muy despacio desde mis clavículas hasta el ombligo. 

Notaba que cada parte que él había tocado  me quemaba, mi respiración estaba totalmente agitada y me sentía muy avergonzado. Me incorporé y Roger me miró.

-¿No te gusta lo que estoy haciendo?- dijo poniendo cara de preocupación.

-El problema es que me está gustando demasiado. - Roger se ruborizó y sonrió

-Entonces, ¿puedo continuar?

-Puedes. -me terminé de quitar la camisa y la lancé a un lado para después volverme a recostar en la cama.

Roger no perdió tiempo, desabrochó mi pantalón y me lo quitó poco a poco. Acabé en ropa interior en menos de un minuto, y entonces fue el quien se incorporó para quitarse los suyos. Un impulso se apoderó de mi me levante poniéndome de rodillas delante de el y quitándole  de un tirón tanto el pantalón como su ropa interior, dejando su pene erecto delante de mi cara. 

-No recordaba que fuera tan grande. -le dije mirándole desde abajo y muerto de vergüenza.

-No tienes que hacer nada Alais, soy yo el que quiere tocarte y...

-Yo también deseo ir mas allá, deseo ser tuyo y que tu seas mio por completo.

Ciertamente no sabía lo que estaba haciendo y actuaba por instinto, mi libido había subido a niveles insospechados y mi mente estaba llena de pensamientos indecorosos.

Mi SeñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora