7- Aviso

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Seguíamos el camino de piedra que llevaba al lago.
-Alais... el mes que viene regresará mi madre.
Yo lo escuchaba en silencio.
-Ella es una persona fría. Mi hermana y yo nunca nos hemos sentido queridos por esa mujer. Así que al cumplir los quince años empecé a desobedecer todo lo que me decían. Los estudios fueron la única cosa que no descuidé en estos años.
-Y que piensas hacer el mes que viene? -le pregunté.
-Esta vez tendré que hacer lo que me mande. Solo serán dos semanas y volverá a marcharse.
Roger me tomó de la mano hasta que llegamos al lago. Cerca de la orilla había un tronco caído y me fui directo a el para sentarme. Roger por el contrario se comenzó a desnudar.
-Pero que haces? -le dije anonadado. El soltó una carcajada y se me acercó.
-Voy a bañarme y tu deberías hacer lo mismo. Quiero divertirme mucho contigo antes de que llegue mi querida y estricta madre.
Diciendo esto terminó de dejar todo su cuerpo al descubierto. Yo no sabia hacia donde debía mirar, el se dio cuenta de ello y entre risas se acercó al agua.  La vista que tenía de el era espectacular. Mientras iba sumergiendo su cuerpo en las tranquilas aguas del lago yo me debatía en si quedarme mirando o unirme al baño.
-Vamos Alais, no te quedes ahí! -dijo el desde lo lejos.
-Bueno, estamos solos y no parece haber nadie en los alrededores. -Suspiré y me desvestí dejándome puesta la ropa interior.
-Buuuuu aburrido! -gritó Roger desde casi el centro del lago mientras reía.
Parecía realmente contento de estar en el lago. Entré al agua y nadé hasta el, pero al llegar el ya no estaba.
-Roger? - miré alrededor pero no había ningún signo de vida. -Roger! Donde estás! - los segundos pasaban y no aparecía por ningún lado. Me desesperé y comencé a sentir presión en el pecho, hasta que noté que algo me agarró el pié tirando de mí  hacia abajo. Mi cabeza se sumergió por completo pero enseguida salí a la superficie. Y ahí estaba Roger, muriéndose de la risa por la cara de susto que puse al emerger.
-Eres un completo idiota! No sabes el mal rato que me has hecho pasar!
-Solo era una broma, no te enfades pequeño. -nadó hasta mi y posó su mano en mi pecho. Al notar lo acelerado que iba mi corazón se puso serio.
-Lo siento, prometo no volver a hacerte esta clase de bromas. -dicho esto me abrazó muy tiernamente. Sentir su piel tocar la mía hizo que me recorriera un escalofrío por la espalda.
-Disculpas aceptadas, y ahora salgamos del agua. -Roger asintió y comenzamos a nadar hasta la orilla. No habíamos avanzado ni veinte metros cuando oí un chapoteo y me giré.
-No es posible. -había vuelto a desaparecer! Pero no podía ser. El me dijo que no lo haría más. Volví a sentir algo en mi pie.
-Roger maldita sea acabas de... -no termine la frase cuando algo tiró con fuerza de mi hacia abajo, pero esta vez no me soltaba. Abrí los ojos, estaba a bastante profundidad y lo que me sujetaba el pié cada vez subía mas por mi pierna. A pocos metros logré ver a Roger que luchaba desesperado para liberarse. Entonces vi lo que nos retenía.
Era una especie de ser monstruoso, su piel parecía estar hecha de piedra, su mirada era sucia, en su cara se dibujaba una repugnante sonrisa torcida y de su espalda brotaban cientos de tentáculos viscosos, los cuales estaban restregándose compulsivamente por todo el cuerpo de Roger.
La escena me dejó paralizado y unos segundos después vi como el dejaba de luchar gradualmente. Miro hacia donde me encontraba, estiró un brazo intentando llegar a mi y dejó de moverse por completo.

Mi SeñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora