5_ EL ADIÓS MÁS DIFÍCIL (II)

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André, de la impresión había dado unos pasos al costado y cuando vio suplicar al soldado no dudo en acercarse rápidamente al muchacho y prestarle apoyo.

Pero fue demasiado tarde, el infectado sin compasión inserto una destellada fatal en el cuello del muchacho arrancándole la piel, dejando un manantial de sangre a su alrededor y peor aún, el chico mantenía vida en su cuerpo.

André, aún mantenía la 9mm en sus manos y con la poca munición que le quedaba no dudo en abrir fuego en contra del infectado, así que al disparar le bolo los sesos al demente salpicándole sangre en su propia cara producto del impacto. Finalmente el infectado cayó a un costado del soldado moribundo.

Ahogado en su propia sangre, el militar se movía de un lado a otro tomando el cuello para tratar de taparla herida, se arrastraba en el suelo buscando aferrarse a la vida pero en su interior sabía que ya era su fin, en sus ojos denotaba la angustia que sentía, el miedo a la muerte floreció en su corazón y finalmente su último suspiro llego.

Atónito, sin nada que pudiera hacer, André quedo a un lado del muchacho el cual permanecía exangüe en el suelo, mas, a su mente le vinieron recuerdo de cuando estaba en la sala de psicología y en donde la profesora volvió a la vida para atacarlo.

Entonces, actuó rápido. Levantando su mano levemente le apunto, puso su dedo en el gatillo e inmisericorde permaneció erguido frente al muchacho, trataba de explicarse por qué no sentía lo mismo ante Tommy, siendo que el sujeto había sido un mal tipo en su vida, quizás, su instinto de amistad lo hacía pensar distinto de él.

Si bien, Tommy pudo dar palabras ininteligibles antes que cayera desmayado, otra vez, André no estaba completamente seguro de que no estuviera infectado y lo hiso notar volteando la mirada, viendo como el moribundo joven no reaccionaba.

Presurosamente, André trato de centrar su mente en el objetivo, que era el soldado, sin embargo, no podía, por más que intentaba no podía jalar del gatillo, su mano temblorosa y aquella presión en el pecho lo delataba.

Incoherentes palabras salieron de la boca ensangrentada del soldado, ahogadas en fluido vital, que provocaron en André una especie de resignación.

—Nos vemos... en esta o... o en la otra vida.

Acongojado corazón, pero condescendiente con la ultimas palabra del pobre Ron, André jalo el gatillo y disparo en la cabeza del muchacho quien exhaló su último suspiro antes de pasar a mejor vida.

Lamentablemente no todo terminaba ahí. Los infectados estaban próximos a llegar, ya que el Humvee no daba abasto con todos, por lo cual debieron huir del sector dejando a André y Tommy a su suerte.

Notando el escape del convoy, André corrió al centro de la calle y con gritos y señas con las manos intentaba llamar su atención, pero era tarde, el convoy doblo la esquina y no volvió a verlo más.

Desesperado, viendo como los infectados estaban a punto de llegar donde él, corrió entonces donde estaba Tommy, lo levanto a duras penas y lo monto en el asiento trasero del automóvil abandonado, posteriormente se apresuró a rodear el coche para terminar sentado en frente del volante.

Pero en ese momento se le vino a la mente el acto cobarde que Tommy había tenido con él, ahorcándolo sin piedad minutos atrás, entonces un miedo recorrió su cuerpo, al saber que el mismo muchacho, inconsciente o no, estaba en su espalda y por más que quiso salvarlo, algo muy fuerte le impedía encender el coche para marchar.

Sin embargo, todo ese miedo paso a segundo pleno cuando por el retrovisor dio cuenta que infectados se acercaban en su dirección, así que encendió el coche y velozmente abandonó el lugar, dejando una nube de humo a su espalda justo cuando un infectado dejaba las marcas de sus manos ensangrentadas en el vidrio trasero.

LAZZARUS: CONTAMINACION #WNAWARDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora