HOY, MAÑANA Y SIEMPRE.

Capitulo 7

SIETE

Me he despertado, he estado toda la noche soñando con Andrew, de nuestro beso, fue el momento más bonito de mi vida.

Faltaban dos días para mi cumpleaños. Nany dijo que íbamos a celebrar una sencilla cena en el restaurante ''El chicago'', me habían comentado de que la comida de allí era deliciosa, y era uno de los más lujosos de la ciudad.

No tengo pensado que ponerme el viernes, y mucho menos el sábado.

Abro mi armario y miro por encima para poder hacerme una idea, pero no tengo nada o eso solemos decir todas las chicas teniendo miles de cosas.

Me voy al baño, y me dispongo abrir el grifo para lavarme la cara. Voy a mi cómoda y cojo la ropa interior y vuelvo otra vez al baño. Lleno la bañera y con bastante espuma, mi bañera es enorme, redonda y con chorros de hidromasaje, y posiblemente allí cogieran cuatro personas a la vez.

Me desvisto y dejo caer mi ropa al suelo. Me voy metiendo poco a poco en la bañera porque el agua está demasiado caliente. Hecho mi cabeza hacia atrás y me voy deslizando para abajo hasta que mi cuerpo se pierde entre el agua y la espuma. Cierro los ojos, me relajo y intento tener solo en la mente a él, solamente él.

De repente siento un cosquilleo en mi cabeza, si, era él. Había venido, parece que me había leído la mente.

-¿Qué haces aquí? Como venga Nany...-digo yo

-No va pasar nadie, he cerrado la puerta con cerrojo- dice él

Cuando le vuelvo a mirar veo que se está desvistiendo dejando su precioso cuerpo al descubierto y se introduce poco a poco en mi bañera.

Yo lo miro, fastinada y a la vez estoy nerviosa. Él me sonríe y pone sus manos sobre mis mejillas, me da otro de sus maravillosos besos y nos vamos llevando por la pasión y el deseo que sentimos el uno hacia el otro. Me siento encima de él, estoy nerviosa estoy pensando en que ya va a suceder.

Cuando Andrew va introducir su pene en mi vagina, Nany llama a mi puerta.

-Olivia ¿puedes salir?, tenemos que comprar las cosas para tu fiesta del sábado.

-Si Nany, en seguida salgo-dije

Me puse estérica y muy nerviosa. No sabía qué hacer, salí inmediatamente de la bañera y me puse mi alborno. Andrew me miraba, con cara de ¿Qué hacemos? Yo le dije que se quedara en el baño hasta que yo y Nany saliéramos de mi habitación.

-Todavía me tengo que vestir y colocar el baño y todo Nany y si vamos más tarde.- dije cerrando rápido la puerta del baño.

-Ahh tranquila yo te ayudo, venga yo te coloco el baño, mientras tú te vistes.

Cuando intente que no pasara ya estaba dentro, cuando me puse roja, me di cuenta que Andrew no estaba. ¿Dónde se abría metido?

Saque a Nany corriendo del baño y le dije insistiendo que fuéramos más tarde. Ella acepto pero me dijo que cuando recogiera todo nos íbamos.

Cuando Nany ya se fue, fui corriendo al baño.

-Andrew ¿Dónde estás? Nany ya se ha ido- dije susurrando

De repente veo salir burbujas de la bañera. Andrew salió completamente rojo de haber aguantado la respiración.

-Menos mal que ya se ha ido, no aguantaba más-dijo él

-Me había asustado no sabía dónde te habías metido, sal de la bañera te tienes que ir.

Él salió y se seco con una toalla. Salimos del baño y me dio unos besos de despedida, de esos tan dulces y apasionados que da él.

Recogí corriendo todo el baño y mi habitación, me puse lo primero que vi, unas mayas de correr, un top deportivo y mis zapatillas rosas

Fui en busca de Nany y ya me estaba esperando en la entrada, pero no estaba sola, con ella se encontraba Andrea que muy amablemente nos quería acompañar.

Nos montamos en el coche de papa, Andrea de conductor, Nany de copiloto y yo por supuesto atrás.

Andrea no era muy buena conductora, de vez en cuando daba algún frenazo que otro, pero se lo perdonamos, ya que se había ofrecido a llevarnos y era la única de las tres que tenía el carnet.

Llegamos al supermercado, y cogimos un carrito que estaba en la entrada. Yo lo primero que hice era echar el alcohol y la mezcla para mi fiesta. Nany me miro con una cara de asesina ya que había echado todo tipo de alcohol.

Cuando ya íbamos para la caja mi carrito choco con otro. Cuando vi de quien se trataba, me sorprendí mucho.

-¿María?- dije

-¡Olivia!- dijo ella

Era la que había sido mi compañera en el avión rumbo a california. Y que me había caído fenomenal. Me dio un impulso de invitarla a la cena del viernes de mi cumpleaños y así lo hice.

-María ¿te apetecería venir a una cena el viernes?, es mi cumpleaños.

-Ohh pues si no es ninguna molestia me encantaría.

Nany y Andrea se miraron, con cara molesta por haber invitado a María, pero en ese momento me había apetecido invitarla ya que era una persona muy agradable y había conocido toda su vida en 2 horas de avión.