Tras la partida de Sebastián me encuentro sin ganas de salir o de hablar con alguien.
-¿María? - se escucha una voz al otro lado de mi puerta, es Lili.
-Pasa amiga- me levanto de mi cama y me limpio las lágrimas.
-¿Cómo estás? -
-Mal,hace tres días se fue mi esposo quien estuvo conmigo 4 días, además me siento extraña por estar en la casa de mi mamá teniendo la mia- digo exasperada.
-Tranquila, en pocos días estarán de nuevo juntos y podrán vivir en su linda casa pero por ahora debes comprender que Sebastián está cumpliendo con su deber y tú no puedes quedarte sola en tu casa -
-Tienes razón, me voy a calmar, ¿Cómo te está tratando Daniel?-
-Se ha portado muy bien, ni siquiera me exige que lo bese cuando no estámos en público y creo que de verdad quiere a mi bebé- Sonríe
-Eso es grandioso, nadie se hubiese imaginado que Daniel fuese tan buena persona -
-Aun así, sigo extrañando a Felipe de cualquier forma es el padre de mi hijo,fue el amor de mi vida y ocupa gran parte de mi corazón - Lili está al borde de las lágrimas.
-Compremos un helado- digo para intentar consolarla.
-¿De chocolate? - dibuja una gran sonrisa.
Ambas nos dirigimos a la plaza,pero antes de llegar noto que Rossi se encuentra abrazada a un joven,creo reconocerlo,su nombre es Eric, es hijo del panadero.
-Creo que tu hermana ya tiene un novio- dice Lili.
-Al parecer si-
Seguimos nuestro camino a la heladería.
Pasan los días hasta que por fin se cumple el plazo,ya es 13 de marzo sólo faltan unas cuantas horas para verlo.
-¿Quieres que te acompañe al muelle cuando llegue Sebastián? - pregunta Rossi.
-Quería pedirte eso,no me gustaría ir sola-
-Cuenta conmigo,sólo tomo un baño y me arreglo un poco-
Más tarde Rossi y yo estamos listas para recoger a Sebastián,para cuando llegamos ya hay bastante gente esperando a su familia.
El capitán comienza a anunciar a los caídos en batalla.
-Cornelio Elizalde,Simon Montés, Sebastián Vallejo....-
Al escuchar ese nombre se me hiela la sangre y no puedo respirar adecuadamente, Rossi se asusta, llega Felipe a nuestro lado.
-¡Dime que no es cierto! - grito y lloro al mismo tiempo de tal manera que todos pueden oírme.
-Tranquila, por favor, si es cierto Sebastián nos dejó...-
No lo resisto más de pronto me mareo y todo se torna negro, para cuando despierto estoy en la casa de mis padres.
-¿Cómo te sientes hija? - pregunta pregunta mamá.
-¿Es cierto? ¿Sebastián esta muerto? -
-Hija yo..- tartamudea.
-Dime la verdad- exijo.
-Si es cierto -
Comienzo a llorar y lo sigo haciendo toda la madrugada, no puedo dormir,tampoco comer ni levantarme de la cama.
-Amiga tienes que comer,han pasado dos días y tú no has probado bocado alguno- dice Lili amable.
-No tengo hambre, no tengo ganas de nada-
-Yo sé que lo amabas pero la ausencia de alguien no tiene porque ser triste si se encuentra en un mejor lugar- ella acaricia mi cabello.
Me limpio las lágrimas e intento comer un poco sin embargo no hablo mucho durante el día, por la tarde salgo de la cama y sin decirle a nadie me dirijo a lo que era mi hogar con Sebastián, simplemente entro a la casa miro todo, me dejo caer débil y otra vez comienzo a llorar.
Cual alma sin consuelo recorro toda la casa pensando en lo que pudo haber sido, en todo lo que perdí antes de tenerlo.
Regreso a donde empecé, me recuesto nuevamente en el suelo y cierro los ojos para no pensar en nada ni en nadie.
Después de algunas horas alguien entra y se acerca a mí, al notar que estoy despierta se recuesta a mi lado.
-Hola- dice Eddy, me sorprende verlo aquí.
-Hola-
-¿Intentas matarnos a todos de un susto?- sonríe.
-La que quisiera estar muerta soy yo-
-No digas eso,le harías falta a tus padres,a Rossi, Lili pero más que nadie a mí - frunce el seño- Sé que fui un tarado contigo pero después de todo lo que pasó sigues siendo mi mejor amiga y eso no tiene porque cambiar,no quiero que cambie-
-Sólo voy a lastimarlos a todos con los fragmentos de mi vida destrozada-
-O tal vez te ayudemos a pegarlos- él toma mi mano y me levanta del suelo.
Nos dirigimos a casa y en el camino me canta,sé que nadie me quiere ver así pero no sabes que hacer cuando falta algo de ti y juro que por ellos,por los que aún tengo a mi lado voy a luchar y seré libre de esta prisión de tristeza.
Sebastián se ha ido pero yo sigo aquí y tengo que apreciar lo que se ha quedado conmigo,no hay más opciones.

ESTÁS LEYENDO
María
De TodoEl amor puede ser lo más hermoso pero después puede convertirse en aquello que tiene el poder de destruirte.