Sorry for Breaking your Heart || Ángelo Henríquez #YBWM2

7:"Problemas"

Javiera's POV

Desde que pisé la cancha, el Ángelo no me sacó la vista de encima, era bastante incómodo sentir que me miraba todo el rato, no sabía qué hacer, onda si levantaba la mirada un poco nuestras miradas conectaban por lo que preferí por mantener mi vista pegada al suelo, para así evitarlo.

Después de que Sampaoli terminó de hablar los chiquillos hicieron una filita para saludarme, habían algunos que eran nuevos, porque desde la Copa América pasada habían algunos que se habían retirado, pero a la mayoría ya los conocía.

—Javi tanto tiempo— me abrazó el Alexis—La Fran estaba muy enojada porque tu desapareciste y nunca más la llamaste—sonreí. Hace mucho que no sabía nada de ella.

—¿y Cómo está ella? ¿Cómo está el bebé?

—Bien, están bien, de hecho ahora tenemos dos bebés—sonrió—Porotito ya tiene casi cuatro años y la Sofi tiene un añito...

—Mira tú, y eso que ella decía que le tenía pánico a los niños— Alexis se rió—Mándale mis saludos.

—Claro, le diré que estás aquí, lo más probable es que quiera venir a verte ahora mismo— rodó los ojos— tú sabes lo loca que es

—Me encantaría volver a verla— después de esa mini conversación con Alexis, la fila siguió avanzando, todo iba bien hasta que llegó el turno del Ángelo. Él me miró y yo lo miré con el ceño fruncido ¿Por qué venía a saludarme? ¿Acaso no fue suficiente con la pelea ridícula del otro día?, no sabía qué hacer, además él no decía nada tampoco esos segundos se me hicieron eternos.

—Emm... bienvenida a la selección de nuevo Javi...— dijo finalmente. Luego estiró su mano para que lo saludará, ¿enserio quería que le tomará la mano? Por Dios, no iba a quedar como una maleducada así que a regañadientes le tomé la mano, lo sentí estremecerse cuando nuestras manos hicieron contacto, no sentí esas corrientes eléctricas ni esas mariposas en la guata que sentía cada vez que lo tocaba, pero en mi mano comenzó un extraño hormigueo y la piel de mi cuello se puso de gallina. Al sentir eso, quité inmediatamente mi mano de la suya. El hormigueo no terminó con el contacto, sino que continuó, era como si su piel hubiese quemado en la mía, como si hubiese dejado una marca. Mierda. Mi cuerpo aún reaccionaba de alguna manera a él...

—Gracias— dije y lo ignoré para dirigir mi vista al que venía atrás que era Jarita, a quién abracé para zafar de Ángelo. Luego de saludar a todos me quedé conversando con mis chiflados.

—¿Así que tienes una hija? — preguntó el Edu enarcando una ceja. Asentí. — ¡Y quién te dio permiso a ti para tener una hija! Eres una cabra chica todavía...— me reí.

—Lo que pasa es que ustedes no me cuidaron bien po... Se supone que ustedes me tenían que cuidar y no lo hicieron. — La mirada de Ángelo quemaba, sentía que me observaba todo el rato, era bastante incómodo

—¡Pero sí tu desapareciste! Maldita, no pudimos seguir cuidándote— dijo Charles. — ¿y cuándo vas a traer a tu hija para que conozca a sus tíos más lindos?

—No lo sé— no quería traer a la Isi de nuevo a Juan Pinto Durán, no quería arriesgarme a que se encontrara con Ángelo— a la Isi le gustaría conocerlos, pero creo que sería una mejor idea que ustedes fueran a visitarla...

—Pero...— comenzó el Edu.

—Sí, Javi nosotros vamos a visitarla un día de estos— dijo el Queno guiñándome el ojo.

—¿Y por qué no quieres traerla para acá? ¿Acaso hay algo que ocultar? — dijo el Edu enarcando una ceja.

—No seas ridículo Eduardo... ¿por qué no me cuentas mejor qué ha sido de tu vida desde que me fui? ¿Cómo está la Anto? — Maldito Ángelo no dejaba de mirarme, no me gustaba sentirme observaba y menos por él.