22: "A la mierda"

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               Había ignorado al Ángelo todos estos días, me daba vergüenza el solo verlo, es que fui muy tonta ¡Casi dejé que me besara! Dios, estas cosas me pasan por embriagarme, hace mucho que  no me hacía pico como lo hice el otro día, la resaca que tuve fue horrible, anduve como la mierda casi por dos días. Había olvidado como eran estas resacas, no tenía una desde los tiempos en que andaba con el Ángelo en la Copa América de Chile.

Hoy jugamos contra Ecuador, nuestro segundo partido y tenía que volver a hablar con el Ángelo, tenía que revisar su tobillo, ver si estaba bien para jugar o no, yo tenía la última palabra como era la encargada de toda esta mierda, pero no quería ver al Ángelo ni hablar con él.

—Javiera, tienes que revisar al Ángelo— dijo Mariana —Sampaoli está esperando tu palabra— dijo rodando los ojos— quiere ver si puede jugar contra Bolivia—suspiré.

—Ya voy, Mariana. ¿Dónde está el Ángelo? — pregunté.

—Ahí en la enfermería esperándote— dijo. Asentí. Y me dirigí a la enfermería a verlo. Él estaba ahí sentado en la camilla. Al verme su rostro se iluminó, se le formó una sonrisa en el rostro. No se la devolví. Sé que eso era de una perra, pero necesitaba mantener las distancias con este tipo, de alguna forma a pesar de todo lo que me había hecho, de toda la mierda que me decía lograba penetrar mis defensas.

—Hola Javiera... ¿Cómo estás? — preguntó.

—Bien— respondí escuetamente. Luego me dediqué a ver su tobillo.

—¿Y la Isi cómo está? Después del partido nos darán día libre ¿Crees que podría pasar un rato con ella? Por favor...

—Está bien Ángelo, y no sé yo creo que sí, aunque igual depende de si ella quiera... — toqué una parte de su tobillo e hizo una mueca— ¿Te duele ahí?

—No, nada que ver... Te juro que estoy al cien, ya puedo jugar...

—Mmm, no me mientas te vi hacer una mueca— él rodó los ojos— o sea te duele.

—Bueno sí, pero es que me apretaste fuerte, yapo Javi quiero jugar no puedo no jugar este partido... Porfis— hizo un puchero. Suspiré.

—Pero si juegas te vas a arriesgar a tener una lesión peor— abrió los ojos bien grandes mientras hacía un puchero. Maldita cara de perrito mojado, no debería tener efecto en mí, pero sí lo tenía ¡Maldición! ¡Maldito Ángelo! Odiaba que aún tuviera un efecto en mí.

—Bien... Le diré a Sampaoli que puedes jugar, pero que tienen que cuidarte... Quizás te dejen en la banca...

—Gracias Javi, eres la mejor— me dio una sonrisa radiante. En cambio yo mantenía mi semblante serio. Mi celular vibró. Lo saqué del bolsillo trasero de mi jeans, era un mensaje de Kristian.

Kris 💕:Ya llegué a Brasil, estoy en tu oficina 😉

                ¡Al fin estaba aquí! No pude evitar que una sonrisa se me formara en el rostro, es que lo extrañaba mucho.

—¿Buenas noticias? — preguntó el Ángelo. Levanté mi vista, él me miraba con curiosidad.

—No es de tu incumbencia... Bien eso es todo, solo cuídate el tobillo, porque aún está resentido, ya está bien, ya pasó la inflamación, pero te va a quedar sensible... Así que mucho cuidado... Bueno ahora me voy, nos vemos en el partido...

                Salí de la sala donde se encontraba el Ángelo, ahora como que me había vuelto la felicidad al cuerpo, necesitaba a Kristian, no me gustaba estar tanto tiempo lejos de él, de hecho desde que nos fuimos juntos a Alemania no nos habíamos separado casi nunca, esto era como un cambio cuático igual, pero bueno todo porque el Tommy se mejorara. Iba toda emocionada hacia mi oficina, tanto que abrí la puerta abruptamente y entré como loca, lo único que quería era abrazarlo y besarlo. Pero toda mi emoción se fue a los suelos cuando entré a la oficina...

Sorry for Breaking your Heart || Ángelo Henríquez #YBWM2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora