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Si no me bajaba de encima de él, sabía que algo más sucedería y no haré nada que él no quiera. Aunque él tampoco mostraba que no quería. Me senté al lado de Kyungsoo y miré un segundo el techo blanco de su casa, hasta que dirigí la mirada hacia Kyung al verlo levantarse y correr al baño. Me levanté y lo seguí pero cerró la puerta sobre mi nariz.





Kyungsoo, hermoso. No obtenía ninguna respuesta. Así que me limité a solo hablar yo. Lo lamento, lamento si te molestó el beso. Kyungsoo... Por favor, abre la puerta... Déjame verte


Vete, JongIn. Escuchaba su voz baja detrás de la puerta que nos dividía.


Kyungsoo, si no me dices que te pasa no me iré. Me senté al lado de la puerta a esperarlo. Me quedaré aquí hasta que tu quieras salir y decirme que te pasa.







Pasaron como treinta minutos, y Kyungsoo no salía. Ya me estaba rindiendo y también estaba cansado de estar sentado en aquel suelo. Así que me levanté para irme de su apartamento.






Kai...

— Paré en seco y me volteé hacia la puerta, caminé y me acerqué nuevamente a ella. Sigo aquí...


Te pediré que me escuches.... Solo a través de esta puerta, ¿si?


Bien, te escucho. me acerque un poco mas la oreja a la puerta para escucharlo con mas claridad.

Me trataste bien cuando me mudé aquí, me caías súper bien... Pero, cambiaste. Me olvidaste y jamás volviste hablarme. Suena tonto, lo se. Pero, al mudarme aquí fueron por unos problemas en mi antigua casa y tu forma de tratarme me hizo sentir que alguien se preocupaba por mi, pensé que alguien ajeno a mi podría entrar en mi mundo y arreglarlo pero lo destruiste más al olvidarme.

Kyungsoo yo...

— ¡Silencio, déjame terminar!





Permanecí en silencio para que él prosiguiera hablando. No tenía idea de todo eso, de que había cambiado con él.



El día que te lancé el balde con agua, ese día pasé por un mal momento en mi vida y lo siento.... Lo siento tanto por desquitarme contigo pero estaba tan molesto que no pensaba lo que hacía. Ni siquiera tiene sentido que me enoje porque te alejaste de mi pero, es como me siento y quiero que lo sepas. Luego de eso, llegó Taemin y pensé que tal vez podría olvidarte y pues esa historia ya la sabes.


— ¿A que quieres llegar, Kyung?

Lo que quiero decir es, que también me gustas, estúpido. Pero te odio por todo lo que me hiciste pasar, por tus mentiras. Por culpa de ellas no puedo creer completamente en ti.

Kyung, abre.

No, quédate ahí.

— ¡Abre la puerta!








Comencé a forzar la cerradura pero a cuestión de segundos, Kyungsoo abrió. Se quedó parado frente a mi con la mirada sobre el piso y sin decir nada. Él estaba nervioso, y su nerviosismo ocasionaba que se viera demasiado tierno. No tardé mucho y lo abracé, no se como demonios paso esto que siento por él... Pero Do Kyungsoo me gusta mucho y pienso demostrárselo.


Escuché tantas veces a la gente decirme que el amor me hace estúpido, o que tal vez el amor llegará de la nada y de la persona menos esperada. Esto es tan extraño, se siente como si el destino lo hubiera puesta frente a mi todo este tiempo, pero mi falta de vista fuera de mi entorno me prohibió darme cuenta que el amor se encontraba en el segundo piso.





Kyung, escucha, lamento mucho olvidarte en el pasado. En realidad no lo hice, porque sabía que en el segundo piso había un raro viviendo.





Kyungsoo golpeó mi abdomen levemente con uno de sus puños, yo reí suave y lo abracé más fuerte. Pero esta vez, Do rodeó sus manos por mi cintura. Sentí un leve escalofrío, uno jamás sentido pero me hacia bien. Me gustó.





Tu me gustas mucho, Kyungsoo y quiero dejártelo saber todo el tiempo. Cree en mi, prometo no decepcionarte, prometo quererte y dejarte saber que esto es cierto... Prometo estar contigo, Do Kyungsoo. ¿aceptas?





Alejé mi cuerpo de él y lo miré a la cara que estaba completamente roja. Reí para mis adentros, me hacia feliz que ese color rojo fuera a causa mía.





— ¿Que dices? ¿Quieres estar conmigo Dodo?


S-solo si dejas de llamarme Dodo. Bajó la mirada pero pude notar como en sus labios se formaba una pequeña sonrisa.







Tomé su barbilla y lo hice mirar mis ojos, Do los cerró fuertemente. Sus nervios, su hermoso nerviosismo provocaba que él hiciera ese acto. Acerqué lentamente mis labios a los suyos y lo besé, sus labios carnosos encajaban a la perfección con los mios, amaba eso. Coloqué mis manos en sus mejillas y un escalofríos recorrió todo mi cuerpo cuando sentí que los puños de Kyungsoo arrugaban el frente de mi camisa.





Kai, idiotamente .... Te enamoraste.

El Raro Del Segundo Piso [KaiSoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora