Capítulo 2

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Jamie POV.


Keira tuvo que marcharse esa misma noche rumbo a América por una de las propuestas de trabajo que le habían llegado, se trataba de una película de una duquesa donde tendría el papel protagónico, la necesitaban de inmediato para hacer las pruebas antes de que comenzara a filmar Piratas del Caribe, así que una vez que hizo las maletas se largó dejándome fuera de su vida de momento. No la acompañé al aeropuerto y mí reducido presupuesto limitaba mis opciones así que caminé por las vacías y oscuras calles de Londres hasta el diminuto apartamento que compartía con dos amigos que buscaban lo mismo que yo: actuar.

Recuerdo lo mucho que se burló mi padre cuando le dije que quería ser actor, él tenía esperanza que lo siguiera en el campo de la medicina, le dije que no era lo mío cuando me regaló un botiquín de juguetes una navidad.

Entré a un club de teatro a los doce como un taller escolar y ahí descubrí que eso era lo que quería para mi vida, años después me había esforzado para pagarme las clases de teatro y actuación, mi padre dejó de apoyarme cerrándome el grifo, aunque pare entonces tenía pequeños empleos y el apoyo de mis colegas y con eso fue suficiente, cuando decidimos mudarnos a Londres para buscar más oportunidades conseguimos un diminuto departamento en Kensington, frente a la universidad de arte, la zona estaba llena de estudiantes así que los pisos eran económicos pero del tamaño de una caja de zapatos; no tardé mucho en llegar y para mi suerte mis compañeros estaban allí echados en el único sofá jugando con el viejo Nintendo 64 de Andrew.

-Hola nenas –dije cerrando la puerta detrás de mí. - ¿Me extrañaron?

-Eddie no paró de llorar desde que saliste ayer –Andrew no quitaba la vista de la pantalla.

-¿Tuviste un buen fin de semana entre las piernas de Keira? –Eddie me miró con su cara pecosa. - Ya te dije que, si la dejas, puedo darle consuelo.

-Estuvo bien y no pienso dejarla de momento –me saqué la mochila y la chaqueta.- ¿Qué tal ustedes?

-De mierda -Andrew pausó el juego de Mario Bros. -Me quedé con un papel en una serie de médicos, dos capítulos, solo tendré tres jodidas escenas y me van a pagar una mierda, pero es mejor que nada.

Suspiré, tenía razón.

-Yo llamé de nuevo a mi pseudo agente –Eddie se acomodó en el sofá y echó la cabeza atrás para mirarme. - Solo tiene un comercial para la semana que viene.

-Poco a poco, mis amigos –fui al refrigerador y abrí la puerta, aquello estaba más solo que un desierto. - ¿Dónde está la comida?

-Si te refieres a los tres huevos, el medio jarrón de jalea y la mantequilla, Andrew dio cuenta de ello hace rato, habrá que comprar más cosas mañana.

Tendría que zafarme de eso, mi presupuesto estaba al mínimo estos días, por suerte tenía el estómago lo suficientemente lleno por la comida de la tarde, tendría que sobrevivir así por un par de días hasta que surgiera algún trabajo; me invitaron a unirme a la partida, pero opté por darme una ducha e irme a la cama, era bastante tarde y quería empezar la semana espabilado, al día siguiente buscaría algún empleo temporal, quizá si encontraba algo bueno al fin podría pagarme un agente que me ayudara a iniciar mi carrera, podía rayar en lo estúpido pero no pensaba darme por vencido en mi sueño.

Me faltaba una pieza para conseguirlo, y tenía el presentimiento que pronto daría con ella.

Apenas había cerrado los ojos cuando un olor familiar me inundó las fosas nasales, solté una maldición y me cubrí con la única manta que tenía, mis compañeros se estaban fumando un porro, yo siempre les pedía que no lo hicieran aquí, la tentación era fuerte y no quería dejarla vencerme ni una vez más.

Efímero - DamieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora