Eran las ocho de la mañana y ya nos encontrábamos todos en el aeropuerto. Cada uno había venido con sus respectivos familiares y ahora se despedía de ellos. Nos colocamos en una interminable cola a la espera de que etiquetaran las maletas y nos dieran las pegatinas identificativas que debíamos de llevar con nosotros. Mona estaba entusiasmada y no paraba de parlotear mientras yo mantenía la vista fija por encima de su hombro en dirección a Mark, que se encontraba justo detrás hablando con el grupo directivo y de vez en cuando intercambiábamos alguna que otra mirada furtiva. Por otro lado, justo detrás de mí se encontraban Iker y Adrián, su secuaz. Hablaban constantemente de las zonas de fiesta de Londres, como si pudieran salir. Oh, mierda. Ellos sí podían, eran mayores de edad. Justo cuando habíamos llegado al aeropuerto los directivos acompañantes (entre ellos Mark) nos habían repartido unos folletos dándonos la enhorabuena por haber sido los seleccionados y con una serie de normas que debíamos cumplir. Entre ellas ponía que los que fueran mayores de edad, es decir, los universitarios, podían salir de fiesta siempre y cuando avisaran y volvieran antes de las tres. Los de bachillerato deberían estar antes de las doce en el hotel. Un hotel lujoso y lleno de servicios que se suponía debería persuadirnos lo bastante como para no querer salir de allí, aunque visto lo visto, Iker y sus compis no se sentían lo bastante atraídos por esos servicios. Finalmente, al cabo de tres cuartos de hora empezamos a embarcar los de mi viaje. Mona que iba por detrás de mí se adelantó empujándome a trompicones para embarcar antes que yo.
- Mona, ¿Pero qué haces?- Dije malhumorada por su arrebato.
Ella me miró por encima del hombro con los ojos muy abiertos y señaló con la cabeza al que se encontraba detrás de mí, que no era ni más ni menos que Mark. Al ver nuestro numerito él rio condescendientemente y miró al suelo para ocultar su diversión. Volví a mirarla entre divertida y sorprendida, mientras me mordía el labio aguantándome yo también la risa y ella me guiñó un ojo. Acababa de planear que en mi vuelo fuera sentada al lado de Mark. Muy sutil Mona. Finalmente nos dieron las dichosas pegatinas y nos dirigimos todos juntos hasta la terminal dónde se suponía que se encontraba nuestra salida al aeropuerto para coger el avión. Una vez localizada nos dejaron rondar por la zona hasta que llegara la hora de despegar, para ello aún quedaba media hora por lo que decidimos ir a un Starbucks a tomar un café. Nos sentamos en una de las mesas Tiago, Martín, Mona y yo, cada uno con su respectivo café. Estábamos bastante callados y eso era raro, sobre todo en el caso de Martín y Mona, que seguían peleándose cada dos por tres. No sabía que les rondaría por la cabeza, lo que si sabía era lo que me pasaba a mí. Estaba pensativa, recordando el rato con Mark el viernes y todo lo que había pasado a lo largo de la semana. Me alegraba de que todo se hubiera arreglado ya o de lo contrario el viaje habría dejado mucho que desear. Tiago y Martín empezaron a hablar de la carrera de motos que habría ese mismo día y Mona estaba leyendo en voz alta el folleto del viaje.
- Mmm... El hotel no tiene mala pinta, pero las visitas podrían estar mejor.- Comentaba Mona.
- ¿Qué visitas hay? La verdad es que no me ha dado tiempo a leer el folleto aún.- Conteste sorbiendo por mi pajita el rico Caramel Macchiato.
- Hoy daremos una vuelta por la ciudad, pone que como dentro de poco será Navidad las calles están preciosas por las luces y los puestos ambulantes. Eso no pinta mal.
- Claro, a ti te van los mercadillos.- Contestó Martín cambiando de tema.
- ¡Martín! No te pases... Sigue Mona.
- Como te decía hoy conoceremos la ciudad, no tenemos visita guiada así podremos adaptarnos a las habitaciones, que por cierto son individuales. Interesante.- Paró y continuó leyendo.- Mañana visitaremos el palacio de Enrique VIII, el Hampton Court, y después paseo en barco por el rio Támesis.

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Nos conocemos de memoria
Lãng mạnNos conocemos de memoria cuenta la historia de Elena y su nueva vida como estudiante en el prestigioso Instituto Universitario Magistral. Allí conocerá a gente nueva que dejará huella en ella irremediablemente y se reencontrará con gente del pasado...