5. Viajes

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- ¡Elena hay una carta en el buzón para ti!

Estaba en mi habitación con Mark viendo la tele desde la cama cuando le oí llamarme, pegué un salto y me dirigí escaleras abajo. ¿Una carta para mí? Hacía años que no recibía cartas. Estaba impaciente por leerla.

- ¿De quién es, papá?- Abrí el sobre a trompicones mientras mi padre empezaba con uno de sus típicos sermones.

- No lo sé, llevaba días sin abrir el buzón. Elena, oye hija no sé que te traes entre manos con el hijo de los Mestre pero, ¿No crees que es un poco mayor para ti?- Yo asentía mientras seguía leyendo el contenido del sobre.

- ...Le comunicamos que es una de las alumnas escogidas para realizar el viaje a Inglaterra...Oh Dios mío.-Empecé a balbucear en voz baja.

- Hija no lo digo por mal, y tú lo sabes pero no sé. Parece que tiene bastante más edad que tú.

- Papá...

- ¡Oye que alomejor sois solo amigos! Pero ten cuidado. Era solo para que...

- ¡Papá! ¿Quieres callarte de una vez?

- ¿Elena?- Me miró y comprendí que igual me había excedido un poco pero decidí que era el momento de soltarlo.

- ¡Me han cogido para ir a Inglaterra!

- ¿Enserio? Vaya...- Me tiré encima de él y empecé a darle besos por toda la cara de la alegría que sentí en aquel momento. No le dejé terminar la frase ni el sermón y subí corriendo para darle la noticia a Mark.

Estaba tan entusiasmada, me habían cogido. Era increíble. Tenía tantas ganas de emprender ese viaje, seguro que sería inolvidable, y si encima pudiera ver a mi madre. No podía creerlo.

- ¡Me han cogido Mark!- Me tiré encima de la cama y me puse de pies para ponerme a saltar como una niña.- ¡Me han cogido!

- ¿Te han cogido de qué? ¿Elena?

- Si, si, si. ¡Me voy a Inglaterra!

Al escucharlo me cogió de las piernas y me tiró encima de él en la cama. Empezó a sonreírme y a recordarme que sabía que lo conseguiría. Debía reconocer que tenía miedo de que Mark hubiera sido una influencia a la hora de escogerme. Alomejor por nuestra buena relación había conseguido favorecerme de esta manera. Me negaba a creerlo pero deseaba tanto ese viaje, que no me hubiera importado si hubiera sido así.

- ¿Cómo te sientes?- Me preguntó mientras me abrazaba con sus fuertes brazos.

- Estoy en las nubes. No solo por el viaje si no por todo. Es tan surrealista. Soy feliz.

- Te lo mereces Elh. Por lo buena que eres, y por todo lo que has luchado. Mi padre no podría haber elegido a nadie mejor que tú. Eres la candidata perfecta.

- El viaje es en dos semanas. Estoy impaciente. Pero no quiero estar una semana sin verte.

- Es solo una semana Elh, no pasa nada. Además si te portas bien te doy una sorpresa.

- ¿Cómo que si me porto bien? ¡Yo siempre me porto bien! A ver, ¿Qué quieres que haga?

- Para empezar, tengo un dolor de espalda. No sé, tal vez podrías hacer algo al respecto.

- Muy listo. ¿Algo más?

- Pues ahora que lo dices también me duele un poco aquí.- Dijo mientras se señalaba la frente. Me acerqué y le di un pequeño beso.- Aquí.- Dijo señalándose ahora la mejilla.- Y aquí.- Señaló justo en los labios y yo empecé a reírme, pero no sin antes darle un beso para que se le curara el "dolor".

Nos conocemos de memoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora