Capítulo 5: Dime.

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• Narrador externo •

El sonido estridente de unos tacones retumbó en el pasillo. La joven rubia, con paso apresurado, se acercó a sus amigas.

—¿Escucharon la nueva?—preguntó totalmente excitada por contar el nuevo chisme de la semana.

—No, ¿de qué hablas, Choa?—cuestionó la castaña junto ella.

—Park Jimin y Kim ______ se encerraron en el armario del conserje para... Ya saben—hizo un ademán de mano para dar a entender el revolcón que habían tenido.

—¿Kim _____? ¿La Kim _____ que no rompe ni un plato? ¿La monja?

—¡Sí! ¿Ubican a Kim Taehyung, el que está en mi clase de química y que les dije que cayó fácil? Él le cuchicheó a Jungkook y a mi, que había visto a Park Jimin y ______ besarse; no, tragarse— se corrigió— y entrar desesperados en el armario del conserje. Dicen que luego regresaron al armario y Park se olvidó de la evidencia.

—¡Qué asco! Pero, vamos... Taehyung es un chismoso de primera, ¿realmente vas a creerle?—la segunda castaña la miró y levantó una ceja.

—¡Te digo que es verdad! Le tomó foto a ambos, y se ve claramente la chaqueta inconfundible de Jimin.

—¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ?!

Las tres chicas se giraron a ver quién había gritado de tal manera.

—¡TÚ!—señaló a Choa mientras se aproximaba amenazante.

—¿Se te perdió algo, Kim?

—Eres la chismosa de la escuela, ¿dónde demonios están Kim ______ y Park?

—Ah—la rubia soltó un risa —Ellos—sacó una lima de su bolsa de mano y comenzó a limar una de sus uñas—Quizás en el armario del conserje—sonrió burlona—Park se aburrió de su puta personal.

Seolhyun la miró incrédula. Quería lanzarse a ella, pero no podía ... Estaba bajo supervisión, un escándalo más y era expulsada, cosa que le costaría sus lujos y por supuesto, su libertad de vivir sola.

—No lo repetiré otra vez; y olvídate de tus bromitas... ¿Dónde están Park y Kim?

~*~

El timbre indicó el comienzo de clases. ______ abrió apresurada su casillero.

—¡KIM ______!—gritó Seolhyun, logrando una sonrisa de satisfacción en ______.

—¿Te conozco?—preguntó analizando a la chica con los ojos.

—Créeme que no quieres conocer a Kim Seolhyun. ¡¿Quién demonios eres para meterte con MÍ Jimin?!

—Patético—susurró ______—Vamos a ver, Seolhyun, Park es libre hasta donde yo sé, además que... Alguien se aburrió de...

—¡CÁLLATE "SANTITA"! Te lo advertiré solo una vez: deja a Park en paz o tendrás serios problemas.

—Creí que estabas bajo el ojo del director, un escándalo más y... Game Over, Seolhyun. No renunciarías a la escuela de tus sueños por un estúpido como Park, ¿o si?—levantó desafiante su ceja; quería provocarla.

El primer paso de su plan era deshacerse de Seolhyun, así Jimin no tendría alguien que aceptara fácilmente tener sexo con él. Eso haría que buscase a alguien, y ella se empeñaría en ser ese "alguien" buscado por Park.

Sin dejar que respondiese su pregunta, ______ se alejó de Seolhyun, desapareciendo de la vista de esta última para ir en búsqueda de su próxima víctima.

Caminó a drede hacia el casillero de Hoseok, el gran amigo de Jimin, que curiosamente quedaba justo al lado del armario del conserje. Sabía que para el gran ego de Jimin, propagar el chisme que se había acostado con la santa de la escuela, y a parte de todo, haber olvidado la evidencia en el lugar del crimen, haría que su reputación bajara.

Estimó que no tardaría más de cinco minutos en llegar. Bastaron unos minutos para que se cumpliera su pensamiento. La joven chica observó como Park Jimin se aproximaba a ella. La cara de él estaba roja de furia.

—¿Si dime, guapo?—desabotonó intencionalmente el cuarto botón de su camisa, dejando a vista del chico el valle de sus senos.

—¡¿QUÉ DEMONIOS TE PASA POR LA CABEZA PARA INVENTAR TREMENDO CHISME?!

—¿Yo? ¿De qué hablas? —se hizo la desentendida y abrió los ojos para fingir sorpresa.

—¿Cómo que de qué hablo? ¡Tú y yo en el armario del conserje!

—Cuando quieras, Park—dijo alto para que varios chicos les miraran.

—¡Calla y ven conmigo!

La jaló de la mano y la llevó al estacionamiento.

—Estoy totalmente seguro de que fuiste tú.

—Anda, dime que no te gustaría que fuera verdad. Dime que no te excita en lo más mínimo la idea de estar ambos en aquel pequeño espacio, juntos, con la adrenalina de ser descubiertos, disfrutando durante unos minutos, sentir tus manos sobre mi cuerpo, tocar lugares que no están a vista de todos, que mis manos exploren toda tu anatomía y entrar rápido en mí. Rápido. Fuerte. Como siempre has querido desde que entré en tu casa y...

Jimin no resistió más, el enojo desapareció y atrapó los labios de ella, para comenzar un beso salvaje que empezaría a desatar la atmósfera de pasión entre ambos.

Seducción • Jimin •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora