Capítulo 6: Verte perder el control.

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• Narra Jimin •

Sus labios tenían un sabor embriagante. Sí, sí, sí. Tiene razón, en todo. Su lenga acariciaba la mía. ¡Qué complicadas son las mujeres! Pegué su cuerpo agresivamente contra mi auto, mis manos comenzaron a explorar su cuerpo, las movía rápido, disfrutaba del beso y las curvas que su ropa solía esconder. ¿Cómo no había visto a esta mujer antes? Su respiración era agitada, haciendo que sus pechos se claven contra mi pecho, disfrutando ampliamente del contacto, que comenzaba a hacer efecto en mí. Mordió mi labio inferior, su mano se posó en el botón de mi pantalón. Si me dejaba con las ganas…

—Park —dijo separando sus labios nuevamente de los míos. Hice caso omiso, era mi oportunidad, estaba callendo, al fin estaba callendo. —Park —volvió a llamar.

Gruñí. Colé una de mis manos bajo su camisa, con la otra desabotoné los dos últimos botones. Un botón. Tomó mi mano, evitando que desabrochase el último botón que faltaba.

—¿Qué? —pregunté con notable enfado.

—Tengo que ir a clase, cariño.

Tenía que estar bromeando. ¿Era una broma, no? ¡Estas de joda, Kim _____! La miré perplejo.

—¿Qué? —pregunté creyendo que había escuchado mal.

—Tengo que irme, Park —repitió.

—¿Eso quieres? —le susurré al oído. Lamí su lóbulo y bajé a besar su cuello.

Silencio.
Lo sabía.
Nadie puede resistirse a Park Jimin. Nadie.

—Park —suplicó. ¿Suplicó?

—Dime.

Ya había pasado más de la mitad de la primera clase, ¿para qué regresar?. No podía superar que haya dicho que tenía que regresar a clase. Lo que tiene de experta lo tenía de nerd. ¡Por dios! La combinación sexo y estudio nunca resulta buena.

—Tengo que irme, Park. —repitió en un susurro.

—¿Es en serio que cambiarás al gran Park Jimin por un par de libros que no hablan más que de estupideces? —pregunté en un tono serio.

—Sí —respondió cínicamente y volvió a chocar sus labios con los míos, en un beso más intenso que los pasados; movía los labios agresivamente demás. En el estacionamiento se podía escuchar claramente el chasquido que nuestras lenguas causaban juntas al moverse al compás. ¿Cómo quería que la dejara irse como si nada hubiese pasado?

—Kim —gruñí cuando tomó mi mano de nuevo.

—Aguanta, Park. Además, tendremos más tiempo para ambos. ¿Lo sabes, no? ¿Quién dijo que un rapidito era divertido?.

¿Es enserio? ¡Se esta contradiciendo!

—¡Hey, siempre hacemos lo que tú quieres, nos detenemos cuando tú quieres, te vas cuando tú quieres! Es hora de cambiar las reglas del juego, Kim —dije, perdiendo la cordura. La tomé bruscamente de la mano, abrí la puerta trasera de mi auto y la metí dentro. Cerré con seguro y me adentré en la puerta del piloto. Encendí el motor y pisé fuerte el acelerador.

—Park, bájame —ordenó. Se cruzó de brazos igual que una niña de cinco años. No respondí. Las calles pasaban rápido, estaba cerca de exceder el límite de velocidad permitida en la Busan, pero no me importaba, hoy realmente no me importaba. —Park —llamó nuevamente.

—No pienso bajarte, Kim —murmuré.

Seguí conduciendo. No pensaba, realmente, mi única idea era llegar a su departamento, arrancar toda la ropa que ocultase mi vista de aquel perfectamente esculpido cuerpo. Se hacía del rogar. Como todas las mujeres. Y lo sabía. Y ella sabía que yo estaba enterado de eso. Al llegar a su casa, me importó poco si mi madre veía frente la casa de ______ mi auto y sabía que estaba ahí. Abrí mi puerta y luego abrí la de ella. Tomé su mano y la bajé. Rebusqué las llaves en los bolsillos de su mochila, cuando di con ellas, las tomé, la jalé hasta la puerta y la abrí. Entramos en su casa y ella se soltó de mi para correr escaleras arriba. La seguí, no me importó si habíamos dejado las puertas abiertas. Entró en su habitación, intentó cerrar la puerta pero tenía ventaja sobre ella.

—¿Qué ganas, ______? —pregunté mientras la acorralaba contra la fría pared de su cuarto.

—Verte perder el control —respondió, mordiendo su labio.

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Lo prometido es deuda, bb. Ámame 😂💓
BTSHINeeSJ

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