—S-si —como pudo, respondió. Sonreí. Estás acabado, Kim.
Ataqué sus labios. Nuestras lenguas buscaban tocar los lugares más recónditos de nuestras cavidades. Tenía la mala maña de colocarse jeans luego de los putivestidos que utilizaba en la escuela. Eso me fastidiaba. Caminamos juntos, íbamos a paso lento, entonces la cargué. Quiero acabar rápido con esto. Paseé mi mano por su trasero, sus manos tocaban mi piel que comenzaba a calentarse. Dejé su cuerpo sobre la cama, y me coloqué sobre ella. Nuestras bocas seguían saboreándose. Se separó de mí, sacó rápida la playera que llevaba. ¿Tan malo es él en la cama como para estar desesperada? Busqué los botones de su camisa, los desabroché con lentitud.
—Jimin… —rogó ella. Eso, aumenta mi ego, cariño.
—¿Si? —pregunté observando sus ojos.
—¡Apresúrate!.
Reí. Haciendo caso omiso, continúe lentamente. Me miró mal y desabrochó los botones ella. Le quité la blusa con rapidez. Estrujé sus senos en mis manos. Un sonoro gemido salió de sus labios. Volví a besarla. Bajé una mano a su jean, desabroché el botón metálico, baje el cierre y adentré mi mano bajo sus bragas. Toqué su piel desnuda. Sentía como mi excitación crecía con cada toque. Froté los dedos en su montículo ya mojado. Más sonidos se escuchaban su cuarto, interrumpiendo nuestros besos para presumir lo bien que se sentía. Mi pene comenzaba a doler. Bajé su pantalón. Adentré más mi mano, acaricié con mis nudillos la suave piel de sus muslos. Metí un dedo en su húmeda entrada. Estrecha. Como siempre. Como la última vez. Se retorció y yo feliz, admiré deseoso sus gestos. Saqué mi mano de sus bragas, y gustoso, chupé el dedo sin romper el contacto visual que manteníamos. Cerró los ojos, cortando nuestras miradas. Bajó su mano a mi pantalón. Repitió mis acciones previas y liberó mi miembro. Colocó una mano sobre él, hacía presión y movía su mano de arriba a abajo en una misma velocidad. Las pequeñas uñas que se asomaban de sus dedos me rozaban, cosa que hacía que el placer se incrementase. Tomé su mano y aumenté la velocidad. La excitación y el deseo recorrió mi cuerpo entero. Había olvidado lo buena que era en la cama.
—Hazlo, Jimin —susurró.
Y en ese momento, un recuerdo penetró en mi mente. La cortada voz de _______ pidiéndome que de una vez por todas me adentrara en ella y la hiciera tocar el cielo por unos segundos y llenarla de placer. Me entraron unas ganas inmensas de correr donde estaba ella y volver a follarla, volver a sentir mi total felicidad al ver como el jueguito que se traía no había resultado del todo. Volver a sentir la estrechez de sus paredes y el placer que me dio verla retorcerse al sentir cada estocada. Todo. Pero quiero vengarme de Kim. Mañana se sabría que Choa había estado conmigo, y me aseguraría que él más que nadie lo supiera. Saqué el condón de la bolsa trasera del pantalón, rasgué el sobre y saqué el contenido. Me lo coloqué y moví a un lado la pieza de ropa. Entré. Duro. Rápido. Tal y como me gusta. Un suspiro salió de mis labios. Bamboleé mis caderas contra las suyas, adentrándome lo más profundo que podía. Jadeos y gemidos se mezclaban. El olor a sexo se percibía seguramente desde la entrada del departamento. Difícilmente, sus senos se movían al ritmo puesto que el sujetador aún sostenía sus atributos. Me detuve y a tientas, busqué el broche. Lo quité y besé el valle. Continúe con mis embestidas, sintiéndome satisfecho al ver como sus pechos se movían a la par de mis movimientos. Las manos de Choa estrujaban la sábana de su cama. Tenía su cabeza inclinada hacia atrás, cerraba los ojos y sonoros gemidos nos acompañaban. Un par de embestidas más y me corrí con un gruñido. Me sentí aliviado. Mi cuerpo se liberó del placer que había contenido lo más que podía. Nuestras respiraciones se normalizaban, besé nuevamente sus labios pero no era el típico sabor de chocolate y menta que caracterizaba a la mujer que ahora deseaba. Quería a ______ nuevamente. En mi cama. En la suya. ¡Qué más da! La deseo. Nuevamente. Otra vez. Y voy a volver a tenerla.
—Espero que lo hayas disfrutado más que con Kim, cariño —susurré, saliendo de ella, y levantándome de su cama. No se lo esperaba, podía verlo en la impresión que su rostro mostró.
—¿Qué?
—Ya sé que te revuelcas con Kim, cariño. Pero no te preocupes, mañana se enterará de lo que estas cuatro paredes presenciaron hoy. Yo me encargo de esparcir el chisme. Total, creo que ya sabes que él estuvo con Seolhyun.
—¿Celoso de Kim? —cuestionó ella, tratando de cambiar la situación. Sí. Sí. Bastante. ¡Es que Seolhyun es mía! Pero no se lo haría saber, ni a ella ni a nadie.
—Nada. Es más, comenzaba a aburrirme de ella —comenté honesto. No mentía. Pero no quería que nadie la tocara. Nadie. ¿Egoísta? Algo.
—Como digas, Park.
~*~
—Avanzas rápido, Jimin —comentó Hoseok, a mi lado.
—Dime que ya llegó a oídos de…
—Entero y con detalle. —sonreí con autosuficiencia. En minutos lo tendría frente a mí.
—¿Te has enterado? —cuestionó mi amigo.
—¿Del qué?
—Ay Park. Que tu mujer según Mina se dio su rápido en uno de los baños, con Min Yoongi.
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Seducción • Jimin •
Fanfiction«-¿Qué ganas, Kim? -pregunté mientras la acorralaba contra la fría pared de su cuarto. -Verte perder el control -respondió, mordiendo su labio.» → Actualizaciones ligeramente más rápidas → Park Jimin → Lemon del malo (?