Mamá entró por la puerta con varias bolsas en sus manos. De inmediato, caminé hacia ella para quitárselas y llevarlas a la cocina.
—¿Cómo está? —cuestionó, sacando el contenido de las bolsas y ordenándolas en la alacena.
—Está durmiendo —dije, rascando mi nuca —Mamá —llamé nervioso.
—¿Hmm? —preguntó, al otro lado de la cocina.
—¿Es... cierto lo que dijiste el primer día, sobre _______? —interrogué sutilmente.
—¿El qué? —no sé si fingió no saber de qué hablaba para avergonzarme o realmente no lo recordaba.
—Eso... que me dijiste al regresar de casa de _______ —dije. No quería lastimarme haciéndome falsas ilusiones.
—No sé —comentó, aún al otro lado, dándome la espalda mientras continuaba guardando cosas.
—Mamá~ —dije, evitando mi fastidio —Por favor~
—Es algo que tú —dijo, girándose a verme —Jimin, tienes que averiguar.
—¿Eso es un sí?
—Eso puede ser un «No, solo era una broma entre mujeres» .
Bufé.
—No te estreses, cariño —me dijo, sonriendo —Será más obvio de lo que crees.
Y salió de la cocina, aunque no haya terminado con las cosas, dejándome con un mar de dudas.
~*~
_______ permanecía acostada en la cama. Aún dormía profundamente; se podía notar gracias a su respiración calmada. La miré una última vez antes de salir del cuarto. Sus ojos continuaban cerrados, y su nariz estaba teñida de rojo. Creo que pescará un resfriado.
Con lentitud, caminé hacia la cama, y me encuclillé. Sonreí y me acerqué para darle un beso en la mejilla. Después, dejé el pedazo de papel en el buró junto a la cama, y finalmente, cerré las cortinas.
Al salir, me encontré con mi madre.
—¿Está contigo? —preguntó, sonriendo hasta los ojos, evitando reír.
—¡Mamá! —fingí un susto, llevándome la mano al corazón, cerrando los ojos y respirando agitadamente —N-no —negué.
—No hay necesidad de mentir, corazón. No está en su habitación —dijo.
—¿La espías? —pregunté, simulando indignación.
—Quería dejarle el desayuno y preguntarle cómo seguía —explicó —Sabes que hoy no estaré en casa, ¿lo recuerdas?.
¡Por supuesto que lo recuerdo!
—Solo dormimos —comenté, dándole automáticamente triunfo.
—Oh, tranquilo Jimin. Mientras se protejan... —hizo un ademán con la mano, guiñó el ojo derecho y rió.
—¡Mamá! —reprendí —Es hora de que me vaya, llegaré tarde.
—Como digas, Jimin.
Me despedí de ella con un sonoro beso en la mejilla y bajé.
Me adentré en mi auto. Pasé de casualidad frente la casa de _______. Kim Taehyung estaba frente a la puerta, con el teléfono pegado a la oreja, y mirando la puerta. ¿Qué hace él aquí? Unas enormes ganas de detener el auto, bajar y preguntarle qué demonios hacía aquí me atacaron. Pero regresó un poco de cordura para evitarlo.
Conduje un par de minutos, el mismo trayecto de todos los días;miles de cuestiones estaban en mi mente, y no hallaba respuesta alguna.
Una vez en el estacionamiento del colegio, dejé el auto en el lugar de siempre. La monotonía escolar. Iugh.
Bajé del auto, con unos minutos de ventaja, y busqué con la mirada a Hoseok.
Cuando al fin di con él, estaba practicamente comiéndose con Shye Mi. Preferí no interrumpir.—¡Park! —llamó una voz grave. Me giré para ver quién me llamaba, pero prácticamente nadie estaba ahí.
En un descuido, el estúpido de Kim me empujó contra una de las columnas del estacionamiento.
—¿Qué quieres, Kim? —escupí con rabia cada palabra. Este tipo no me cae. Nada.
—¿Ella está contigo, cierto? ¡La muy zorra se largó contigo!
Espero que no hable de quien creo que se trata, o sino, estará cavando su propia tumba.
—¿De quién hablas?
—No te hagas santo, Park. ¡La zorra de Kim ______! Huyó a tu lado, ¿o no?
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Seducción • Jimin •
Fanfic«-¿Qué ganas, Kim? -pregunté mientras la acorralaba contra la fría pared de su cuarto. -Verte perder el control -respondió, mordiendo su labio.» → Actualizaciones ligeramente más rápidas → Park Jimin → Lemon del malo (?