Capítulo 10: ¿Te parece recordar viejos tiempos?

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-Vamos a ver, Jimin. ¿Estás estúpido o te haces? -la molesta pero a la vez cómica voz de mi amigo sonó por la bocina del teléfono.

-Ninguna -respondí neutro.

-¡Por dios, Park! Despreciaste a Seolhyun, la cambiaste por una inexperta, a la que por cierto, desvirgaste, te desapareciste toda la mañana de antier con ella, además que la besaste frente sus narices... y todavía te preguntas ¿por qué se acostó con Taehyung?

-¡Por dios, el estúpido Kim tiene a su zorra personal! ¿Por qué meterse con Seolhyun? -suspiré exasperado.

-¿Tu Seolhyun a la que rechazaste en la mañana y luego le llegó la noticia? ¿Tu Seolhyun a la que tratabas con bipolaridad? ¿Tu Seolhyun a la que le gustas y besaste su sustituta? -rió.

-No te burles, Jung, que tú no eres una blanca paloma. -respondí ignorando su último comentario. Nadie buscará la sustituta de nadie.

-Hombre, ¡relájate! Eres el gran Park Jimin, medio colegio te desea, ¿has visto a Kwon Yuri? Está como quiere, y se rumorea que hace unas ma...

-Sí, sí, puede que me acueste con medio instituto, pero con Seolhyun es diferente, Hoseok. -no sentía nada por ella, en cuestión amorosa, pero en verdad, Seolhyun era diferente.

-No me digas que...

-¡Ya hemos hablado de eso, Jung! -le corté rápido.

-Tu actitud me haría pensar que te enloquece Seolhyun.

-Y tu actitud me hará golpearte -comenté burlón.

-Vale, vale... Entonces, ¿qué harás con él?

-Necesito un favor tuyo, Hobi -ridículamente, traté de hacer aegyo. Fallé, pero sabía que aún así no se negaría.

-Haré todo lo que tú quieras si dejas de hacer eso -trató de mantenerse serio, pero se burló de la ternura que no poseía.

-Necesito que investigues quién es la que se mete entre los pantalones de Taehyung -dije sin ninguna pizca de emoción.

-Pan comido, cariño.

-Gracias, y deja de decirme así, siento que eres gay -respondí con asco. Rió y colgó.

Confiaba mucho en Hoseok, era un maestro al momento de descubrir algo, investigar. En un futuro le gustaría ser criminólogo o detective, le apasiona. No habría mejor persona a mi alrededor para poder descubrir eso.

~*~

Justamente, al día siguiente llegó, hasta nuestros casilleros, agitando un folder al aire.

-Lo tengo -sonrió arrogante y me tendió un folder amarillo.

-Eres el mejor, Hobi -alabé y agradecí. Tomé el folder. Como agradecimiento, prometí organizarle una cita con ShyeMi, me había dicho ya hace un par de semanas que tenía el ojo puesto en ella. Y sé que no se daría por vencido hasta tenerla en dos ámbitos: sexual y amoroso. No era tan casanova como yo, pero había ocasiones en las que se follaba unas dos o tres chicas en algún bar al que fuésemos.

El día fue totalmente aburrido. Como siempre. Afortunadamente o lastimosamente, no me crucé ni con Seolhyun ni Taehyung. Ni siquiera habían asistido. Pensar que ambos se habían quedado juntos en casa para hacer lo que fuera, me ponía colérico. A lo largo de la jornada, más de una chica se habían ofrecido a ocupar el lugar de Seolhyun. Me negué rotundamente. Ni siquiera planeo buscar una sustituta.

En la comodidad de mi auto, abrí el sobre que Hoseok me entregó. Saqué el par de hojas. Era bastante bueno para eso, y lo que me fascinaba era que siempre pusiera un par de pruebas para comprobar su teoría. Me sorprendí al leer el nombre escrito sobre el papel. Esto sería fácil. Si alguna vez cayó, irónicamente lo volverá a hacer. Conducí a alta velocidad por las calles de Busan. Arribe al lugar que ahora conocía de memoria.

-¿No me invitas a pasar? -pregunté, levantando una de mis cejas, finalmente frente su puerta, luego de haber tocado el timbre dos veces impaciente.

Dudosa, se movió, y me dejó entrar.

-Jimin -se tensó al ver como mi cuerpo aprisionaba el de ella contra la puerta. -Creí que ya habíamos hablado de esto. -su cercanía aún me hacía reaccionar. El olor de su perfume caro fue percibido por mi nariz. Siempre me había gustado su olor. Aspiré la fragancia, acerqué mi nariz a su cuello y acaricié el pequeño hueco con mi nariz. Los labios de ella estaban entreabiertos.

-No cariño, tú hablaste -deposité cortos besos en su mandíbula. -Yo no. -continué besando orillas hasta llegar a su barbilla. Subí sin dificultad, para finalmente encontrar sus labios rojos. La besé. Nos fundimos en un beso necesitado, tal y como la última vez que nos habíamos visto. No había cambiado en nada. Sus expertas manos trazaron el borde de cuello en V de la playera, para finalizar en mi cuello, profundizando nuestro contacto. Su lengua y la mía causaban una guerra en nuestras bocas. Mis manos pegaron su cuerpo al mío, aún más

-¿Te parece recordar viejos tiempos?

Seducción • Jimin •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora