Capítulo 7

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Sabía que sus amigos no le habían quitado la vista de encima en todo el día, y en parte era normal. Llegar ese día a la universidad con una sonrisa amplia cuando desde hacía un tiempo parecía ser perseguido por una nube gris era cuanto menos sospechoso.

Pero por alguna razón Donghae sentía que no debía contarles a sus amigos de su pequeño momento de intimidad con Hyukjae. No solo eso, sino de todo el día, la situación del pelinegro con su padre o incluso como cenaron un par de pizzas a las que el otro le invitó. Sí, lo mejor era guardarse sus momentos con él hasta que sintiera que era momento de contarlo.

Pero eso no evitaba que sus tres amigos estuvieran expectantes a cualquier cosa que les contara. Sabía que si no lo soltaba pronto, comenzarían a sonsacarle hasta que estuvieran satisfechos con lo que les contaba, y eso quizás sería difícil contanto que no quería decirles lo que había pasado.

- ¿Sabéis? Ayer por la noche Hyukjae pidió pizzas para los dos. -Dijo de la nada, pero intentando darle mucha importancia.

- ¿Sí? ¿El mismo que dices que es un gilipollas? No suena muy a él. -Comentó Kyuhyun mirándole con una mano bajo su mentón.

- No sé, quizás estaba feliz ayer, o solo le apetecía pizza. -Donghae se encogió de hombros sabiendo que con su intento de despiste solo había conseguido cagarla más.

Vio como sus amigos le miraban con recelo pero él solo sonrió de forma inocente. No le iban a sonsacar nada, de eso estaba más que seguro.


Suspiró al llegar a la vacía casa, dispuesto a prepararse un almuerzo bastante simple. Según Hyukjae le había dicho, trabajaba algunas horas ayudando a un conocido, así que no llegaba hasta unas horas después y el mayor le había dicho expresamente que no le esperara para comer porque él comía fuera. Sí, su acercamiento no significaba que Hyukjae dejara de ser un gilipollas, pero al menos le trataba mucho mejor y no se metía con él. Quizás ser un gilipollas solo era su mecanismo de autodefensa.

Pensó en llamar a su madre, pero no sabía si la mujer estaría ocupada en ese momento y tampoco sabía cómo abordar el tema. "Hey, he conocido al padrastro de Hyukjae, ¿por qué te conoce a ti?" o "Mamá, ya sé que Hyukjae y yo no somos hermanos, ¿pero tenemos algún tipo de relación con su familia?". Ambas apestaban. Y él sólo quería saber porqué el hombre se fue con tan solo oír de quién era hijo.

Estaba claro que Hyukjae no iba a soltar prenda y que quería que fuera su madre quien lo contara porque era algo personal, ¿pero por qué lo sabía él y no Donghae, su hijo?

Vueltas y más vueltas. Era lo único que podía hacer sabiendo que las respuestas estaban en las manos de su madre y que ella estaba a miles de kilómetros y ocupada en su trabajo. Y por mucho que Donghae quisiera saber la verdad, jamás molestaría a su madre mientras trabajaba. Eso sería injusto para ella.

No supo decir cuánto tiempo estuvo mirando al vacío con el plato en la mesa, ya sin comida porque se había quedado tan ensimismado con su hilo de pensamientos que perdió la noción del tiempo y de lo que le rodeaba.

- Voy a comenzar a pensar qué tienes algún tipo de problema, Donghae. Y eso es preocupante.

La voz de Hyukjae le sobresaltó, provocando que diera un brinco en el sofá y le mirara con los ojos completamente abiertos. El pelinegro también lo miraba, pero fruncía el ceño y cruzaba los brazos sobre su espalda como si le estudiara.

- Ah, lo siento. Solo estaba pensando y no me di cuenta de que llegaste. -Murmuró frotándose la nuca con nerviosismo para huir de la mirada del otro.

- Creo que sé en lo que pensabas, y confía en mí cuando te digo que es más fácil si lo apartas de tu mente hasta que llegue el momento. -Aconsejó el mayor con un suspiro.

- Es más fácil decirlo que hacerlo...

- Nadie dijo que la vida fuera fácil, pequeño Donghae. Pero mejor disfrutarla que pasar más tiempo del necesario mirando a la nada para pensar en cosas que no merecen la pena.

Donghae pensó que en ese caso era él mismo quien debía decidir si lo que quería saber merecía la pena, o no. Pero Hyukjae se estaba comportando bien con él y el más bajo no quería estropearlo.

Por una vez podía morder su lengua y dejarlo pasar. Solo esa vez.




El castaño no escuchó cómo su teléfono móvil sonaba encima de la mesa del salón hasta que Hyukjae se lo dijo. Entonces escuchó que era You raise me up y supo en seguida que era su madre quien llamaba. Era su tono.

- ¡Mamá! -Casi le chilló a través del aparato tan pronto como pudo descolgar y llevarlo a su oído.- Mamá, yo...

- Donghae, cariño, espera. -Le susurró su madre al otro lado para que la dejara hablar.- Hyukjae me ha contado que conociste a su padrastro y que te contó sobre su historia... -Comenzó ella y Donghae la conocía demasiado como para saber que tocar ese tema le pesaba bastante.

- Es que no viste la cara de ese señor cuando Hyukjae le dijo que era tu hijo. -Alzó la mirada, viendo como el mayor le observaba de reojo intentando disimular. No sabía porqué Hyukjae le había hablado de eso, (¿desde cuando se hablaban?), pero en cierto modo lo agradecía porque de alguna forma eso despejaría sus dudas.

- Ya, me puedo imaginar su cara...

- ¿Pero por qué? Quiero decir, Hyukjae ya me dijo que no es mi padre, y yo no recuerdo haberle visto jamás, ¿por qué tendría que ponerse así?

- Cielo, es verdad que no es tu padre, pero aún así...

- ¿Es mi tío? Mamá, no me digas que mi padre es un señor mayor. -Se quejó de forma infantil viendo como Hyukjae sonreía levemente aunque había tristeza en esa pequeña mueca.

- Déjame terminar. -Reprendió su madre tomando una gran bocanada de aire.- Ese hombre no es tu padre, ni tu tío, Hae. Él es... él es mi padre, cariño. Tu abuelo.

- ¿Qué? -Donghae sintió como su corazón iba más rápido pero su respiración, al contrario, se detenía.

- Tengo que dejarte ahora pero mañana tomo un vuelo a Seoul y te explico todo. He pedido un permiso de unos días para eso. Por favor, Donghae. Deja que te lo explique a la cara. Te quiero, mi pequeño. Espérame. -Notaba como la voz de su madre se iba quebrando pero no puso decir nada y ella simplemente acabó colgando.

Se quedó ahí plantado, mirando a Hyukjae mientras éste no se atrevía a mirarle y parecía estar más ocupado mirándose los dedos de los pies.

¿Su abuelo? ¿El padre de su madre? ¿Podía mantener a su nueva mujer y al hijo de ésta pero no a su propia hija y a su nieto? La cabeza de Donghae iba a estallar pensando en tantas cosas. Por eso hizo lo único que se le pasó por la cabeza. Fue lentamente a "su" cuarto y se encerró en él. No podía, ni quería enfrentarse a nadie.

Una cuestión de tiempo 「EunHae」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora