La mirada de Donghae no dejaba el cappuccino que tenía delante. El humo salía de la taza visiblemente, demostrando lo caliente que estaba su bebida, al contrario que el batido de fresa que tenía Hyukjae frente a él. Su madre había optado por un simple café solo, quizá de ella venía su gusto por el café.
Quizá, pensó, debería probar su cappuccino, pero no encontraba las ganas de probarlo. Después de pensarlo durante unos días, de meditarlo sin descanso había llegado a la conclusión de que debía conocer a su padre. ¿O no debería llamarlo así? Tenía tantas dudas que solo podría saciarlas si conocía a su progenitor. Sabía que su madre tenía miedo, pero se había asegurado de hacer que la mujer estuviera lo más cómoda posible ante su decisión.
Su novio había sido su máximo apoyo, animándole en cada una de sus decisiones, incluso cuando cambió de tres veces en diez minutos. Aquella había sido una llamada de teléfono rara, el pelinegro se había dedicado a escuchar mientras él hablaba. Creía que nunca había hablado tanto tiempo seguido con alguien.
La mano del alto cubrió la suya, buscando darle la fuerza que en ese momento necesitaba.
Finalmente, Donghae había tomado la decisión, una de las más importantes de su vida. Hyukjae había sido su ayudante, si le podía llamar así. Él había sido el encargado de contactar con Soonyoung cuando este había visitado a su hermano en el trabajo. Había concertado una reunión con él en la cafetería donde le estaban esperando, diciéndole que Jiyoung quería hablar con él. Naturalmente no le había dicho nada sobre Donghae.
El castaño pegó un saltito en su asiento cuando escuchó la puerta del establecimiento abrirse, como había hecho las tres veces anteriores. Solo que esa vez era diferente. En esa ocasión unos pasos se acercaban a su mesa y acabaron por detenerse junto a ellos.
- ¡Hola! Siento haberme retrasado, pero no podía dejar mi negocio solo. -Dijo Soonyoung antes de sentarse junto a Hyukjae.
- Bueno, yo creo que debería irme ya. -Susurró Hyukjae sabiendo que la situación no era la mejor. Pero la mano de Donghae sobre la suya le detuvo.
- No, quédate. -Por favor, suplicaban sus ojos.
Hyukjae se volvió a sentar en silencio, dando un leve apretón en la mano a su novio para intentar transmitirle algo de seguridad. Si él pudiera conocer a su padre biológico estaría tan nervioso o más que él. Soonyoung solo los miraba con curiosidad. No entendía a qué venía esa actitud tan seria.
- ¿Todo este secretismo a qué viene? -Comentó Soonyoung intentando hacer una broma para romper el hielo.
Donghae se detuvo un segundo para mirar a aquel hombre por primera vez. Era su padre. Por un segundo se le detuvo la respiración. La forma de sus bocas era idéntica y hasta la forma en que sonreían era muy parecida. Su madre jamás le había dicho que se parecía tanto a su padre. ¿Había sido doloroso para ella ver a su amor de adolescencia en su hijo? Se le formó un nudo en la garganta que le hizo incapaz de expresarse. Quería ser él quien se presentara, pero en ese momento le era imposible mediar palabra.
- Soonyoung... Sabes que hace más de veinte años te fuiste a estudiar y perdimos el contacto... -Comenzó su madre intentando romper el silencio de la mejor manera.
- Sí, lo recuerdo. -Respondió con una expresión más seria.- Fue una sorpresa volver y enterarme de que te habías casado y tenido un hijo.
- ¿Casarme? -Los ojos de Jiyoung se abrieron completamente mientras que los dos jóvenes fruncían el ceño al no entender a qué se refería.- No me casé. Nunca he estado casada.
- ¿Qué? -Fue el momento de Soonyoung de mostrar sorpresa.- ¿Entonces era mentira?
- Sí. -Asintió la mujer.- Bueno... la mitad. No me casé, pero sí que tuve un hijo. -Tragó saliva sabiendo que esa era la parte más dura.- Este es Donghae, Soonyoung, mi hijo. -Susurró señalando a Donghae con la mano.- Y también es tu hijo.
- ¿Qué? -Murmuró el hombre, mirando a Jiyoung y a Donghae con sorpresa. Se había quedado pálido y le costaba tragar. Durante unos largos segundos estuvieron en silencio. Hyukjae había atrapado el pie de su novio entre los suyos para intentar darle su apoyo sin alterar la situación en la que estaban envueltos.- No puede ser... Mi padre me dijo... Yo no...
- Me enteré de que estaba embarazada unos meses después de tu ida... Quise decírtelo pero en tu casa no me dieron ninguna forma de poder contactarte. Mi padre me echó de casa... -Susurró Jiyoung intentando controlar las lágrimas.- Cuando volví a saber de ti, te habías casado con Minha y yo no quería fastidiar tu matrimonio... Además, tenía miedo de que te llevaras a Donghae, es lo único que tengo.
Donghae se mordió el labio inferior, tomando la mano de su madre para entrelazar sus dedos con los de ella. Su madre siempre había sido su mundo. Siempre había luchado por los dos. Su madre siempre iba a estar primero en cualquier decisión.
- Yo.. yo lo siento, Jiyoung... Lo siento... a los dos... -Soonyoung parecía no encontrar las palabras indicadas para una situación como esa.- Necesito... necesito hablar con mi familia. Necesito saber si ellos supieron de esto... -Tenía la voz entrecortada y los ojos acuosos.- Sé que no es la mejor forma... pero... pero, ¿me puedes dar tu número? Voy a hablar con mis padres, te llamaré después... lo juro... Te llamaré. ¿Podemos vernos esta noche? Todos. -Dijo mirando esta vez a Donghae a los ojos. El castaño le mantuvo la mirada como pudo, aunque tenía ganas de apartarla y comenzar a llorar.
- Por supuesto. -Susurró Jiyoung para luego citarle el número y que su antigua pareja lo guardara.
- Te llamaré. -Jadeó Soonyoung antes de levantarse y salir de la cafetería, llamando a alguien con rapidez mientras lo hacía.
Donghae quería llorar por muchas razones, pero se limitó a tomar la mano del pelinegro con la que tenía libre. Él había estado todo el rato pendiente de su estado, en silencio, y no se lo podía agradecer de otra forma.
Los nervios se comían a Donghae y Jiyoung por dentro. Soonyoung había llamado para preguntárles dónde se podían reunir. Ella había dicho que en su casa. Aún estaba algo desordenada por la mudanza, pero eso era lo menos importante. Hyukjae también estaba ahí, a ambos les transmitía seguridad tenerlo, porque Hyukjae era parte de su familia y el mayor apoyo que podían tener en ese momento.
- ¿Crees que tardará mucho? -Susurró Donghae mordiéndose la uña del meñique.
- El tráfico es complicado a esta hora...
- El pelinegro lo abrazó acariciando su espalda.El más joven de los tres estaba histérico desde que su padre se había ido de aquella cafetería. No sabía lo que significaba. ¿No lo aceptaba? ¿Dudaba de que fuera su hijo? ¿Lo sabía pero le daba igual? Todas esas preguntas asaltaban su cabeza una detrás de otra sin darle respiro.
El timbre de la casa sonó, provocando que Donghae diera un salto. Sin pensarlo y sin esperar fue a abrir la puerta, sabiendo que la única persona que les iba a visitar era Soonyoung. Ahí estaba cuando abrió la puerta. Durante algunos segundos solo se miraron, hasta que el mayor se adelantó, entrando a la casa y abrazándole con fuerza para comenzar a llorar.
- Lo siento. -Susurró entre sollozos.- Lo siento muchísimo.
Donghae no supo si se disculpaba con él o con su madre, que miraba la escena intentando contener las lágrimas. Pero en ese momento poco le importaba, solo quería disfrutar del primer abrazo que le daba a su padre.
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Una cuestión de tiempo 「EunHae」
FanfictionCuando la madre de Donghae debe irse unos meses por trabajo, él imagina que su vida va a convertirse en un infierno. Pero nada es lo que parece. El roce hace el cariño, ¿y enamorarse? Una cuestión de tiempo.