Capítulo 18

506 72 4
                                    

- No. -Fue lo único que consiguió decir Hyukjae cuando la sangre había vuelto a su cara.

- ¿Qué? -Dijo su padre, y por su tono, no parecía una pregunta, sino un reto a no repetir la misma respuesta.

- He dicho que no. -Hyukjae frunció el ceño y apretó los puños.- Sabéis cuál es nuestro trato. Sabéis dónde no tenéis que meteros. ¡Y aún así lo hacéis! ¡Sois...!

No encontró ninguna palabra para definir a sus padres, y sabía que si el enfado hablaba por él, las represalias serían mucho mayores. Su padre ya estaba enfadado y su madre parecía querer callarle para no pasar vergüenza delante de aquella chica que el pelinegro no había visto en su vida. Y no iba a pasar por eso.

- Me voy, he terminado aquí.

Hyukjae se dio la vuelta, no dirigiendo ninguna mirada a las otras tres personas. Su padre seguía enfadado, su madre estaba cada vez más avergonzada y la chica lucía bastante sorprendida por su reacción. Pero él no quería nada de eso.

Él solo quería llegar a su casa y abrazar a Donghae hasta despertar de ese mal sueño.

Donghae miraba el móvil con impaciencia esperando que Hyukjae le enviara algo, cualquier cosa para responder a su mensaje, pero eso no pasaba. Aunque, ¿qué iba a responder el pelinegro a un simple corazón? ¿Quizá una carita sonriente? El castaño quería responder a su nota cara a cara, y no con un simple mensaje, así que había pensado que un corazón le diría a Hyukjae que había leído su nota y se sentía bien con ella, ¿se había equivocado?

Al menos su novio vendría a la hora del almuerzo y se lo podría decir entonces. Sentía muchos deseos de contárselo a su madre, pero la mujer iba a volver a Corea y podía esperar a decírselo en persona y que todo fuera más emocionante para la mujer, que siempre había deseado que su hijo fuera plenamente feliz.

Sacudió la cabeza al darse cuenta de que se estaba perdiendo en sus propios pensamientos y que si seguía así, Hyukjae volvería antes de que él pudiera hacer algo decente para comer.

Se levantó con un poco de dificultad, su trasero dolía y la causa le hacía sonrojar cada vez que recordaba cuál era la razón. Había perdido la virginidad con su novio la noche anterior, y había sido tan perfecto que el dolor era lo único que le decía que no había sido un sueño.

Se mordió el labio inferior observando cómo el agua hervía aunque cada dos segundos sus ojos viajaban hacia su móvil, esperando que la luz se iluminara indicando que había llegado un nuevo mensaje, pero eso no pasaba y Donghae se mordía el labio cada vez más fuerte.

No quería ser pesado y ponerle varios mensajes si Hyukjae no respondía, eso podría agobiar al pelinegro y sabía que el otro estaba haciendo sus prácticas, así que debía estar concentrado para llevarlo lo mejor posible. ¿Sus prácticas serían estresantes? Esperaba que no demasiado, su mente tendía a jugarle malas pasadas y se acababa quedando en blanco si tenía demasiada presión encima. Por eso intentaba hacerlo todo poco a poco y con el mayor tiempo posible.

Sin que él lo escuchara, Hyukjae entró al apartamento más agotado de lo que hubiera estado en un día normal. Le había resultado imposible concentrarse en lo que le habían mandado. No dejaba de rememorar una y otra vez lo que había pasado en casa de sus padres. Le habían traicionado, le habían arreglado un matrimonio con una chica que ni conocía y estaba seguro de que era porque sospechaban que debía tener una pareja. Todo estaría bien mientras no se enteraran de que era Donghae.

Y ese era otro problema, ¿cómo se lo iba a decir?

- ¿Donghae? -Llamó al no verle en la sala. Cuando estaba solo solía estudiar ahí.

Una cuestión de tiempo 「EunHae」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora