Tal vez porque ha pasado mucho tiempo desde que estoy en el Reino del sol pero la luz abrasadora del amanecer ya no me molesta por las mañanas. Poco a poco me he estado acostumbrando a estar aquí, y también poco a poco olvidándome de mi hogar.
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Capítulo 11
Abrí los ojos lentamente, emergiendo del sueño en el que me encontraba. Suspire mientras me sentaba en la cama y tallaba mis ojos en la cara para desperezarme. Tal vez un bostezo o dos se me escaparon antes de recordar lo que había sucedido la noche pasada. Involuntariamente sentí precipitarse la sangre a mis mejillas. ¡Ese hombre pervertido!
Decir que lo que paso anoche es vergonzoso, es quedarse corto.
—Así que ya despertaste, ¿Cuánto tiempo planeabas hacerme esperar?—Oh, oh. La voz de ese sujeto ahí acostado a un lado mío, hizo hervir la sangre en mis venas en una furia loca e incontrolable.
Gire mi rostro con toda la intención de darle un golpe. Pero al posar mis ojos en él, toda la furia que tenía, e incluso la vergüenza se fueron por el drenaje.
Tal vez fue su sonrisa inocente, o esos que me miraban con algo que no podía explicar lo que desarmo por completo.
— ¿Q-ué haces? ¿Por qué me miras así?— Tal vez soné algo tonta y avergonzada, pero realmente no podía hablar de otra manera. Livius desnudo en mi cama, con una sonrisa de inocencia y ojos traviesos no era una imagen realmente desagradable, al contrario.
— ¿Así? ¿Así como? — Su voz era seda negra entra la seducción y la inocencia fingida.
— ¡No te hagas! Sabes muy bien a lo que me refiero.
La vergüenza predominaba en los colores de mi cara, que se encontraba de un profundo carmín.
—¿Y a que te refieres, Nike? — yo sabía que era un retorcido, pero realmente le gustaba ponerme en situaciones incomoda y disfrutaba hacerme sentir avergonzada.
—¡Ponte algo de ropa!
—¿Te molesta? ¿No te gusto? —Creo que mi visión no pudo soportar y se nublo antes sus palabras Lo dijo con tanta inocencia, que sentí algo caliente deslizarse de mi nariz antes de caer en la cama inconsciente.
Poco a poco he notado un cambio. Él es diferente, no entiendo la razón. ¿Sera Livi? ¿O realmente es él? Desearía que fuera el mismo, aunque no entiendo la razón por la cual desear eso.
Hasta este momento el me ha enseñado su lado más cruel y despiadado, pero también su lado débil, y su lado infantil. ¿Y si no es tan malo como pensaba? ¿Sera que puedo llegar a ser feliz aquí?
Había una posibilidad de que eso fuera verdad. Siento como poco a poco voy olvidando las caras de los sirvientes del castillo del ducado de la Lluvia. No faltara mucho para que me olvide de mis hermanas. ¿Pero cuál es la razón? ¿Por qué me olvido de esto?
Sentí algo caliente pegar de lleno en mi rostro, abrí los ojos y el color naranja inundo mis pupilas. Poco a poco mis ojos se fueron adaptando hasta darme cuenta que el sol es lo que me molestaba.
Reí ante la ironía. El sol me molesta, pero soy la esposa del Rey del Sol. Creo que empiezo a sonar igual que Livius.
Dos meses, es lo que llevo en el reino del Sol, al principio fue demasiado duro estar aquí, mas con la actitud que Livius tiene, pero después de eso, lo más extraño fue el saber de la existencia de Livi. Después de lo que paso en nuestra habitación, Livi solo se ha mostrado dos veces.
Livius no ha cambiado demasiado, solo que ese lapsus de intimidación y de decirme que me odiaba ha terminado, no digo que nos llevemos del todo bien, pero por lo menos creo que poco a poco se ha acostumbrado a mi presencia y yo también me he acostumbrado a mi estancia aquí.
Tampoco he vuelto a ver a ese hombre que estuvo en mi fiesta de bienvenida. Creo que si mal no recuerdo su nombre era Leónidas. También esa fue la última vez que vi al Dios del Sol, Livi.
Salir a los jardines del lado sur del castillo se ha vuelto en una costumbre, una bonita costumbre. Voy a ese lugar casi todos los días, cuando termino mis tareas reales. ¡Quién diría que ser la esposa de un rey era tan cansado!
Reí ante la ocurrencia. Poco a poco puedo volver a sonreír, aunque este encarcelada en las paredes y muros de este castillo. Sin embargo una jaula de oro sigue siendo una jaula. Suspire, supongo que no puedo tener todo en esta vida. Todavía no he podido salir a conocer la ciudad. Tengo dos meses que he llegado al castillo y solamente he salido al exterior para mi presentación con la gente del Reino del sol.
Extraño la lluvia, en mi país la lluvia era mi único consuelo y también mi más íntima amiga. Porque ella siempre enjuagaba mis lágrimas y lavaba por un momento mis penas. Siempre estuvo conmigo. Desde mi nacimiento. Mi abuela una vez me dijo que la noche en la que nací hubo una gran tormenta. Que hasta ese momento nunca se ha vuelto a repetir una tormenta de tal magnitud. Acabo con grandes casas y aunque el país de la lluvia esta lleno siempre de agua, los arroyos que siempre son abundantes se desbordaron. Mi madrastra siempre me recalcaba que yo había nacido con el desastre y que por eso me merecia esos tratos. Que fue mi culpa que esa tormenta apareciera en nuestra isla de la nada y azotara con fiereza las casas. Muchas fueron destruidas y algunas personas murieron.
Entre las personas que murieron estaban los padres de Lenia —la que ahora es la esposa de mi padre— y también mi madre. Aunque ella murió en el parto.
—Princesa Nike, Su majestad le llama a su despacho— Escuche la voz indiferente del mayordomo de Livius, Niel, siempre era animado y me gustaba platicar con el, sin embargo en sus horas de trabajo siempre actuaba formal y educado.
—Ya voy— No tenía alternativa, poco a poco comenzaba a entender el carácter de Livius, no es que le temiera, pero era mejor ahorrarse problemas.
Lo seguí en silencia mientras caminamos por el largo pasillo que se dirigía al despacho de mi esposo. Me pregunto... ¿de qué querrá hablar?
Niel dio unos toques en la puerta y escuche un "pase". Niel abrio la puerta mientras se hacía a un lado para cederme el paso.
—Retírate.
—Sí, Su majestad.
Escuche el sonido de la puerta al cerrarse, entonces me dirigí hacia el gran escritorio de madera negra que se encontraba en el centro de la sala.
—Bueno, ya estoy aquí. ¿Para qué me llamaste?— Quería que todo esto terminara pronto para poder ir al jardín, el día anterior no pude. Así que fui directo al grano.
—Nike, necesitamos hablar.
CONTINUARA...
¡Hola! Si ya se, estuve perdida por casi ¡dos meses! Lo siento, no tenia mi computadora L
Pero aquí les dejo el cap :3 espero les guste. ¿De que quiere hablar Livius? ¿Por qué Nike esta olvidando su país? ¿Quién es Leonidas? Bien, eso lo descubriremos mas adelante. Dejenme sus teorías sobre lo que podría pasar futuramente en Ojos azules :D
Por cierto amo sus reviews *-*
IrulAhDKf(V
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Ojos azules
Romance"Nunca vi unos ojos tan hermosos y a la vez tan vacíos..." Una petición al Ducado de la Lluvia cambia la vida de Nike, que ha sido convocada para ser la esposa del temible Rey del Sol. Una vida de infortunio es lo que ha tenido Nike, sin embargo est...