—Nike, necesitamos hablar— Escuchar esas palabras de Livius me trajeron recuerdos muy amargos. La ansiedad se apodero de mi mientras esperaba que el continuara. —En un mes me marcho.
— ¿Qué? ¿A dónde piensas ir?— El alivio me inundo mientras daba paso a un sentimiento de incomodidad.
—No iré yo solo, tú vendrás conmigo. — La alegría me lleno, ¡Poder salir a conocer otra parte del mundo! Solo ese pensamiento me hizo feliz mientras una sonrisa se formaba en mi cara.
— ¿E-Enserio?— Tenía que estar segura de que no fuera un sueño.
—Sí, iremos al Reino de la Arena.
La sonrisa de felicidad que adornaba mi cara se congelo en el acto. No puede ser...
El Reino de la Arena...
Los recuerdos de ese hombre vinieron a mi mente y mi cuerpo se puso frio. El príncipe heredero del Reino de la Arena, el hombre que intentó atacar a mi país y sobre todo, el primer hombre al que ame.
— ¿Nike? ¿Sucede algo?— Solo escuche la voz de Livius a la distancia. — ¡Nike!—Su voz me sobresalto haciendo que saliera del trance en el que me encontraba. Enfoque mis ojos en su cara y pude distinguir una mezcla de preocupación y disgusto. Mi relación con él estaba mejorando poco a poco desde que llegue aquí, no puedo echar todo eso a la basura por nada. Creo que lo mejor será que no le diga nada de esto a Livius, no sé realmente de lo que él sería capaz de hacer si se enterara, no, al que temo que se entere es Livi. No sabía porque, pero tenía el presentimiento que la furia de Livi era mucho más mala que la de Livius.
—¿Qué sucedió?— La voz de Livius tenía un deje sospecha por mi reacción.
—Es solo que...—¡Diablos y ahora... ¡¿Cómo salgo de esto?!
—¿No quieres ir conmigo?—La voz de Livius fue baja, por un momento pensé que sonaba dolido.
— ¡No! ¡No es eso! ¡claro que quiero ir!—Oh, oh, me estaba convirtiendo en una mentirosa, realmente no deseaba ir.—Solo estaba pensando en lo reseco que es por allá. —Y ahí viene, digo cosas sin pensarlas cuando estoy nerviosa o mintiendo, a este ritmo Livius sabrá que no digo la verdad.
— ¿Así? No sabía que te preocuparas por esas cosas— Dijo Livius mientras enarcaba una ceja.
—Si... bueno, sigo siendo una chica— Quise darme una bofetada ¿Desde cuándo actuó yo como una chica normal? —Por cierto... Hoy te vez muy guapo. —Intente cambiar de tema rápidamente y sin pensarlo, con lo primero que tenía en la cabeza y eso era...
Si, Livius se veía muy guapo.
Y se lo había dicho.
En este momento le dije a Livius que se veía guapo.
¡Oh dios!
El rojo cubría mis mejillas y no podía mirarlo a los ojos. ¡Como pude decirle eso!
Una sonrisa malditamente seductora adorno su rostro. —Así que... ¿Hoy me veo guapo?— ¡Santo cielo! Este hombre hará que se me detenga el corazón.
—Yo... no-
Fui interrumpida por el Niel.
Suspire, salvada por la campana, bueno, en este caso por el mayordomo.
—Bien, me retiro— me despedí y después salí corriendo de ahí. Bueno, casi. Antes de llegar a la puerta escuche la voz de Livius.
—Seguiremos con esto más tarde, Nike— sentí un jalón en mis entrañas al escuchar sus palabras y después cerré la puerta con la cara más roja que un tomate.
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Ojos azules
Romance"Nunca vi unos ojos tan hermosos y a la vez tan vacíos..." Una petición al Ducado de la Lluvia cambia la vida de Nike, que ha sido convocada para ser la esposa del temible Rey del Sol. Una vida de infortunio es lo que ha tenido Nike, sin embargo est...