Capitulo 6 - ¿Castigo?

353 29 1
                                    


Hola a todos. Hoy les traje el capítulo con anticipación porque saldré el fin de semana y como yo soy muy buena (La que tardo más de 3 meses en escribir el cap. 3 7-7) hoy les traje el cap. Para que no se quedaran si en el cap. de esta semana. Agradezco de todo corazón sus review. Son hermosos. Buena para no durar tanto espero disfruten este capítulo.


PD. Para los que lo notaron cambie el nombre del fanfic al español. No se pienso que se escucha más bonito. ¿Qué piensan ustedes? Alguna sugerencia para el nombre pueden dejármela en los comentarios.

Capítulo 6

— ¡Te odio Rey del Sol!—grite con todas mis fuerzas. Lagrimas ardían en mis ojos y el solo me ignoro y cerró la puerta. Era frustrante, yo ansiaba libertad y siempre había una maldita jaula quitándomela.

Me eche sobre la cama. Apoye una de las grandes almohadas que estaban desordenadas por el anterior acontecimiento y me la coloque en mi pecho abrazándola cual oso de peluche. ¿Por qué todo siempre tendría que terminar así? No sabía lo que sucedía con ella. Aun recordaba lo que había sucedido hace unos momentos. Un escalofrió la recorrió de pies a cabeza. Todavía sentía los fornidos brazos de Livius alrededor de su cuerpo. Eso la perturbo aún más y la asusto. ¿Cómo era posible que existiera un hombre con semejante poder ante las mujeres? Lo sabía, Livius era guapo, ¿Esperen dije guapo? Perdón, me equivoque. ¡Es un maldito Dios! Pero claro que no era uno de los buenos, era el mismísimo Dios del infierno. Por qué solo con este día que había pasado a su lado se dio cuenta de que él no era bueno. En absoluto.

Intento dormir, pero fue inútil. Su cabeza aun repetía ese recuerdo de manera caprichosa. Su cuerpo se encargaba de recordarle lo que tanto quería olvidar. La sensación en su piel cuando fue consolada por esos brazos. Por un momento deseo dejarse llevar, creer en las palabras que ese hombre le habían dicho. En ese momento llegaron a su mente unas palabras que él había pronunciado cuando ella despertó. ¡No debes ir! ¡Despierta! Aun sentía el eco de esas palabras resonar en su mente. ¿Pero ir a dónde? No recordaba nada de esa pesadilla que había tenido y había desencadenado semejante escenario.

Su cabeza estaba hecha un maraña de pensamientos que no la dejo descansar en el sueño que su cuerpo tanto anhelaba. Los primeros rayos de sol invadieron la habitación alejando la oscuridad sepulcral que había sido testigo de todo.

Me levante con pereza, demasiada la verdad, las mañanas nunca habían sido mi fuerte y eso no comenzara ahora. Decidí ir a la ducha, necesitaba despejar el sueño que invadía su sistema. El agua fresca ayudo a desenmarañar mis pensamientos. Estos se fueron ordenando hasta que mi cerebro se hubo aclarado. Entonces observe las cosas con seriedad. Tal vez, en esta ocasión, la que tuvo la culpa soy yo. Pero él te beso. Dijo una vocecita en el fondo de mi cabeza. Pero había intentado consolarme. Recuerda lo que sucedió en la tarde. Bien ahí sí que no había sido mi culpa. Pero no estábamos hablando de eso. Tal vez... Solo tal vez, en esta ocasión la que actuó como niña fui yo. Él se ofreció a ser amable conmigo y yo lo rechace. Tal vez... si le ofrezco una disculpa lo reconsidere.

Entonces dos mitades de mi chocaron. ¿Por qué debía ofrecerle una disculpa? En principio de todo él había ganado mi desconfianza a pulso. Entonces el que debía disculparse era el ¿Verdad?

Pero esta noche se había portado amable conmigo. Era la primera persona, aunque no me gustaba admitirlo, que me había tratado de esa manera. Sus manos fueron suaves y tranquilizantes. Y sus palabras me consolaron. Pero, ¿Por qué él debía de ser así? ¿Por qué demonios no puede comportarse como anoche todos los días? Porque si eso fuera así ella incluso podría llegar a... a... enamorarse. Un profundo colorete en las mejillas me invadió al admitir semejante apostasía. ¡Nunca podría amarlo!

Ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora