Capitulo 13 - Indecision

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CAPITULO 13

Aún mantenía la carta entre mis manos, mis ojos no dejaban de repasar cada una de las letras que estaban ahí escritas, como si mi subconsciente se negara a creer lo que estaba ahí escrito tan claramente. Alguien sabia mi secreto, ese que por tantos años me esforcé en ocultar. ¿Cómo es que pueden saberlo? ¿Son los mismos que atraparon a la hermana de mi abuela?, no, no es posible, eso fue hace muchos años... ¿Pero cómo?

La oferta ciertamente era tentadora, escapar de todo y obtener mi libertad... pero si ellos sabían de mi secreto significa que son esas personas que mi abuela me conto, las que se dedican a experimentar con las personas que son como yo. No podía arriesgarme, era demasiado el peligro por el que pasaría y no tenía ninguna garantía de que no fueran a utilizarme si me voy con ellos.

Pero tampoco quería quedarme, no para siempre, es verdad que las cosas estaban cambiando y que no eran las mismas que hace un mes, pero... No sabía cuándo cambiaria de nuevo... y también estaba Livi, esa entidad hacia muy inestable a Livius.

Y aun asi sabiendo todo eso, mi pecho no dejaba de encogerse ante la posibilidad de marcharme. Mi corazón estaba traicionando a mi cuerpo, racionalmente sé que no siento nada por Livius, pero algo en mi es extraño, es extraño por que ante la posibilidad de alejarme, algo dentro de mi protesta. Incluso aunque yo sepa que no es así.

Mis ojos se deslizaron por última vez en la carta antes de meterla nuevamente en el sobre. La coloque entre los pliegues de mis ropas para no perderla, tampoco era buena idea que alguien leyera esta carta mucho menos Livius.

Suspire con resignación, las cosas empeoraban cada vez más, Cuando llegue a mi habitación fui consciente de que posiblemente volvería a ver a alguien que significo mucho para mi antes de venir al Reino del Sol. Y la idea no me agradaba, porque lo que sucedió entre nosotros no tuvo más que un amargo final.

No quería rememorar aquella parodia que alguna vez llame amor. No quería que el sentimiento de traición nuevamente me inundara, había consigo superarlo, dejar atrás el frio dolor que consumía como una noche invernal.

Con el revuelo de pensamientos que surcaban mi mente el cansancio acabo con mis fuerzas. Esa noche no pude dormir bien, hasta que sentí hundirse la cama a mi lado. No sabía qué hora era, pero sabía que bien podría ser de madrugada y el apenas se acostaba a descansar.

Acompase mis respiraciones para que parecieran normales, y fingiendo que estaba dormida. Y por solo un capricho, enrosque mi brazo en su cintura y recargue mi cabeza en su espalda. Probablemente era mi lado curioso que quería ver la reacción de él. Aunque técnicamente no lo estaba viendo ya que estaba de espaldas a mí.

Lo sentí tensarse ante el acto, ignore el sabor agrio que corrió por mi boca cuando entendí que a él no le gustaba este tipo de cosas. Sabía que era así, después de todo no era conocido como el más frio rey por nada. Estaba a punto de retirarlas cuando sentí sus manos sobre las mías correspondiendo el gesto. Sus respiraciones también eran acompasadas suavemente. Supuse que solamente recostarse había caído dormido, y eso era un acto involuntario. Seguí pensando en esa posibilidad un rato más hasta que de nuevo estuve a punto de caer en un sueño relajador, de no haber sido por mi maldita mente que seguía pensando en la razón de tan extraño acto.

No sabía exactamente lo que sentía en ese momento. Tampoco sabía el motivo por el que tuve ese impulso. Pero realmente tengo que admitir que esa noche, no estoy segura si es porque lo abrace, pero esa noche fue de las pocas en las que he dormido realmente en paz y cómodamente.

Es posible que poco a poco estuviera cediendo terreno. Pero realmente no me molestaba. Como tampoco me molestaba despertarme y observar en la cajonera de a lado un jarrón con flores del jardín. Hace unas semanas que estaban dejando silenciosamente flores para yo verlas solamente despertarme. Al principio pensé que era un detalle de las sirvientas. Pero me lleve un grata sorpresa ver que no era así.

Un día me levante más temprano de lo habitual, en cuanto sentí el peso de Livius desaparecer de la cama. Pero aun así me quede recostada fingiendo dormir para saber quién era la persona que dejaba las flores. Yo esperaba que fuera alguna de mis damas de compañía pero sinceramente me sorprendí mucho cuando vi a Livius entrar con un pequeño conjunto de rosas y flores del jardín y acomodarlos cuidadosamente en el jarrón. Quitando las flores anteriores. Casi salto de la cama, pero no lo hice para no descubrir.

Ese día estuve con una sonrisa en la cara todo el tiempo, después de todo ese rey frio y sin corazón no era tan malo después de todo. Aunque eso no le quite todo lo que ha hecho, claro.

::...

Ya era el día del viaje. No volví a recibir ninguna carta parecida a la anterior y tampoco quería recibirlas. No deseaba pensar en eso.

Me encontraba parada al inicio de la tabla-escalera que servía para abordar el imponente barco imperial. Era mil veces más asombroso que el que utilice para llegar al reino, el otro era una humilde barca en comparación con este mounstro acuático.

Estaba segura que estaba construido con una madera muy fina y oscura, no sabía de barcos ni de madera por lo que no pude saber de cual se trataba, y era sus velas eran inmaculadamente blancas y con la bandera del Reino surcando el cielo colgada del mástil principal.

—Creo que un cuadro duraría más.

Di un respingo al escuchar la voz burlona de Livius. Pero esboce una sonrisa volviendo mi mirada al barco.

—Sería fantástico. Es muy hermoso.

Lo vi enarcar una ceja con escepticismo.

— ¿Tú crees?

Asentí mientras subía la tabla abordando el hermoso ejemplar de barco. Escuche sus pasos siguiendo los míos. Pude percibir que se encontraba pensativo.

— ¿Pasa algo?— Pregunte extrañada por su silencio.

—No.

Respondió, retomando un semblante más relajado como el que tenía hace unos momentos. Relaje mis hombros y me limite a disfrutar de la hermosa vista del mar extendiéndose por todo el horizonte. Era de mañana por lo que podía ver todo claramente. Los distintos tonos de azul fueron tan hermosos e increíbles que disfrutaba de la vista panorámica que me regalaban el cielo y el mar.

El viento soplaba revolviendo salvajemente mis cabellos. Tuve el impulso de cantar y hacer caer la lluvia pero sabía que eso no era posible por lo que solo me dispuse a disfrutar del viaje.

Continuara...

¡Hola! Aquí de vuelta nuevamente xD Lo se, lo se, quieren matarme por que soy muy mala y tarde años en actualizar. ¡Y pido disculpas! Lo que pasa es que... bueno, tenia mucha tarea y estaba en periodo de precticas Pero prometo no volver a tardar tanto. Bueno, mejor no. xD En el próximo capitulo veremos el viaje¡¡ ¿Qué cosas pasaran con Nike y Livius en su nuevo destino? Bueno, descúbranlo en el próximo capitulo de Ojos Azules, Ok no. Sone como comercial.

Espero sus sensules review 7u7

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Ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora