Capítulo 17: Rechazos

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Aomine apretó los labios en una mueca de dolor y enfado, no creía lo que sus ojos estaban viendo. No entendía qué pretendía Akashi al decirle que le quería si ya estaba con alguien más, no sabía a qué estaba jugando pero no le interesaba averiguarlo. Se levantó de la mesa cabreado caminando hacia la salida, estaba furioso con Akashi pero más lo estaba consigo mismo. Había sido un estúpido por haber bajado la guardia con él y haberle besado.

- Ey, Daiki, ¿adónde vas? - le preguntó Takumi desconcertado al verle marcharse – Están a punto de traernos el primer plato.

- Se me ha quitado el apetito. Debe ser por el dolor de la rodilla así que será mejor que me vaya a casa – le respondió.

- ¿Te duele la pierna? - le preguntó preocupado – Espera, te llevo a casa en coche – le dijo aunque no sabía si le había escuchado por la distancia que los separaba.

Takumi se puso de pie para ir tras Aomine aunque antes de marcharse, miró de soslayo hacia atrás, donde una mujer de pelo color rosa unía sus labios con los de Akashi. Se le dibujó una pequeña sonrisa en la cara, tener a Masaomi de su parte podía llegar a ser muy beneficioso.

Flashback

Takumi vio a Aomine irse hacia la barra para atender a los clientes y no pudo evitar fijarse en su pierna mientras se alejaba. Le preocupaba que de repente la rodilla volviera a dolerle, creía que su lesión estaba curada. Aunque no era el único tema que le preocupaba. Volteó ligeramente el rostro y sus ojos se posaron sobre Akashi, quien intentaba hacerse un hueco en la barra y hablar con Aomine sin mucho éxito.

Debía hacer algo, no podía dejar que le ganase terreno y le quitara a Aomine. Era hora de aprovecharse de su trato con Masaomi. Se metió en la zona reservada para el personal y entró en su despacho, allí sacó su móvil del bolsillo interior de la americana y marcó el número que Masaomi le había proporcionado para que estuvieran en contacto.

- Veo que necesitas mi ayuda – le dijo el dueño del imperio de los Akashi al otro lado de la línea.

- Sí, tu hijo se ha presentado esta noche en mi bar para hablar con Aomine, algo que no nos interesa a ninguno de los dos. Hay que empezar a moverse, tenemos que poner en marcha algún plan cuanto antes para evitar que lleguen a hacer las paces – le contestó impaciente.

- Entiendo. No te preocupes, déjalo en mis manos, tengo una idea que nos puede servir. Te llamaré en cuanto todo esté listo.

- De acuerdo.

Takumi se apartó el teléfono del oído en cuanto Masaomi cortó la llamada. No sabía qué tenía pensado pero esperaba que cumpliera su parte del trato y no metiese a Daisuke en todo aquello. Se guardó el móvil dentro de la chaqueta de nuevo y salió de allí, se centraría en el trabajo, en supervisar que todo estuviera bien en el bar para despejar su mente y no dejar que Akashi Seijuuro ocupara sus pensamientos.

A la mañana siguiente, Masaomi acudió a la oficina de Momoi Ryosuke. Pese a presentarse sin cita, le dejaron entrar enseguida en cuanto Ryosuke supo que había ido a verle.

- Masaomi, qué alegría verte, amigo mío – le saludó el dueño del equipo donde jugaba Akashi.

- Ryo, también me alegro de verte.

- Toma asiento, por favor. ¿Qué te trae por aquí? - le preguntó.

- Pues he venido por el tema del que estuvimos hablando, casar a Sei y a Satsuki. He pensado que es bueno que nuestros hijos se vayan conociendo antes de la boda, así que he creído conveniente reservar una mesa para esta noche y que tengan una primera cita. Espero que no te parezca muy precipitado.

Baloncesto callejero (Kuroko no Basuke, AkaAo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora