Capítulo 14

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-Parece como si me estuvieras ignorando.- suelto.

-No lo estoy haciendo.- comienza a caminar, pero lo detengo.

-Si lo estas haciendo.- me hago frente a él y lo miro a los ojos, pero él mira a otra parte.

-De verdad que si lo haces, esta bien si ya no quieres "cuidar" mas de mi, o que te moleste mi sola presencia, asi que me voy.- empiezo a caminar hacia mi cuarto, pero siento sus brazos tomando los míos y me hace topar contra la pared. En eso, me besa y sus ojos están cerrados.

Mis ojos están abiertos por la impresión que me ha dado, sus labios son suaves y cálidos, su beso es tierno y gentil. El suelta mis brazos y rodea mi cintura con sus brazos, deja de besarme y me mira a los ojos.

-Esa era la razón por la cual te evitaba, no quería perturbarte ni hacerte sentir mal, lo siento. - me suelta.

-No me has perturbado, al contrario, e-estoy algo feliz.- me averguenzo y agacho mi cabeza.

Siento sus manos en mi cara, levanta mi cara y besa mi frente.-Gracias, me has hecho muy feliz a mi.- me sonrie y vuelvo a sentir que algo revolotea en mi estomago.



Luego de lo que pasó, nos fuimos a nuestras habitaciones, mi corazón se acelera demaciado solo al pensar que se encuentra a unos pasos, asi que en la mañana siguiente me levanto más temprano y salgo de alli, necesito esperar unas dos horas, rondando como alma en pena, hasta que comiencen las clases.

Miro algunas chicas que son demasiado bonitas, mas que todo las ninfas, o eso es lo que oía hablar a mi madre, hadas pasan volando y se ven muy hermosas, con sus pequeños vestidos, también son ayudantes de otras criaturas... Odrid, no he vuelto a saber de ella desde aquella vez. Me paro rápidamente de el asiento en el que estoy, y comienzo a correr, buscando, ¿donde podrá estar?. 

Voy rápidamente donde creo me puedan dar informacion, llego a la oficina de mi tia y veo la Luz encendida, Escucho a mi tia hablar por teléfono.

-Si, ya hice eso... No pasa nada, ella no lo sabe...Si...Esta bien, hablaremos luego.-

Tocó a la puerta. Escucho un pase y entró.

-Buenos dias, ¿como estas Abighail?.-

-Buenos dias tia.- 

-¿A qué se debe esta visita?.-

-Tía, no se nada de Odrid desde ese dia, y no me he dignado a saber nada de ella.- Mis ojos se empiezan a inundar de lágrimas.- Ella me estuvo ayudando y yo jamás la busque, o le pregunte como estaba.- Empiezo a sollozar, me dejo caer al suelo.

-Acabo de hablar con ella, esta bien, pero no quiere que sepas dónde se encuentra.-

-¿Que? ¿Porque no?.-

-Porque se siente mal, consigo misma, fue una de las principales sospechosas y dice que te haria mas daño.- 

-Dime dónde está, iré a buscarla.- me levanto.

- Pero si no te hizo falta todas estas semanas, ¿Para que la vas a buscar?.- Me asusta al preguntarme eso.

-Quiero pedirle perdón, necesito hacerlo, dime donde esta...

-No te dire donde esta, ella no quiere que lo sepas.-

-Esta bien si no me quieres ayudar, lo hare yo sola.- Salgo de la oficina, no se lo que voy a hacer, pero haré lo imposible por buscarla.




La Leyenda de La Bruja BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora