You are Beautiful.

Discusiones.

—No, yo me niego a trabajar con él —dije desesperada.

—Laura, piénsalo bien —respondió la secretaria con mucha calma.

—No hay nada que pensar, yo no quiero trabajar con él.

—¿Podría hablar contigo un minuto? —preguntó ella mirando fijamente a Raini.

—Claro.

Ellas se pararon y se fueron a hablar a una esquina. Germán me miraba y no podía dejar de sonreír.

—Laura, Laura... —negaba con la cabeza mientras me miraba con una sonrisa pícara en su rostro —, ¿No querías ser famosa? Pues hay que aceptar ciertas cosas, ese es el precio de la fama.

—Nunca saldría contigo, nunca... —dije de modo nervioso.

—No es tan malo, soy bello —dijo sonriendo de modo engreído.

Iba a responder algo, pero en ese momento Raini volvió. Se paro a mí lado.

—¿Podemos hablar? —preguntó.

Las dos nos levantamos y caminamos hasta el baño. Ahí hablaríamos.

—Raini, no hay modo de que eso suceda, te lo aseguro —hablé rápidamente —. No hay modo de que lo haga.

—Laura, dijeron que sino lo haces, ambos van a perder su contrato.

—¡¿Qué?! —pregunté completamente sorprendida, eso me alarmaba —. ¿Por qué harían algo así?

—Porque como disquera, ellos pueden tomar las decisiones que quieran, y ustedes como artistas tienen que obedecer esas decisiones —explica sonriendo de lado, sé notaba que estaba realmente nerviosa.

—Ya veo... —suspiré derrotada.

—Entiendo que no quieras hacer esto, acabaremos con la fama hoy mismo, no tienes porque su...

—No, no... —Raini me mira confundida debido a que acabo de interrumpirla. Veo cómo su ceño se frunce. Yo me enderezó y le digo: —Lo haré...

—...—

Seguramente se estarán preguntando: ¿Por qué haces esto si no quieres hacerlo? Sé que es una tontería, pero de cierto modo me estoy cuidando. Raini dijo que los dos perderíamos nuestros contratos. En mi caso, mi contrato no me interesa, porque la fama no es algo tan importante. Pero... ¿Qué pasaría si Germán pierde su contrato por mí culpa? Podría querer asesinarme a mí. En serio, eso sería terrible.

Además... ¿Qué tan malo puede ser estar con él? Las cosas que me hizo, pasaron hace mucho. Quizás ha cambiado. Además, estaremos en lugares públicos, no se atrevería a dañarme, ¿O sí...?

—...—

Hoy es Lunes.

Durante el fin de semana estuve evitando a Germán. Él quería practicar eso de ser una pareja, y yo no quise. Mentí argumentando que estoy resfriada. Además, el Domingo mi madre me dio la noticia de la boda de mi padre. Ella dijo que iría, y yo exploté.

—Tienes que ir, no te puedo dejar sola.

—¡Yo no me humillo por nadie! —respondí llorando —. Mamá, tienes que entender que él ya tiene una nueva vida, que nosotras sobramos en ella, que no nos necesita y no nos quiere —explique. Mi mamá me miraba confundida, se veía tan mal, que me dio lástima —. Yo no iré, porque no lo quiero.

—Es tú...

—No pienses en decir que es mi padre, por favor, no lo hagas —ruego cerrando los ojos. Ella me mira, con sorpresa —. No me interesa que estemos unidos por algo familiar. Para mí, él es un perfecto desconocido. Y realmente, no iré a su boda. Tú quieres humillarte, hazlo. Yo tengo dignidad.