You are Beautiful.

Salida con amigos.

—Ross... —él se veía nervioso, bastante incómodo. Abrió su boca y de inmediato la cerró. Había algo de lo que no quería hablar, quería esconder algo, y como dicen "la curiosidad mató al gato" entonces... no saldría tan fácil de está situación —Ross, anda, puedes confiar en mí.

—¿Disculpa?

—Lo que escuchaste, puedes confiar en...

—¡Ross! ¡Hola! —nos interrumpieron. ¡Dios mío! Le estaba diciendo a Ross algo tan personal, algo tan... profundo. Nunca le había dicho a alguien algo así, y justo llegaba alguien.

—Maia... —¿Maia? ¿Por qué Ross sonaba tan molesto? —¿Qué pasa, Maia?

—Cosas. Sólo quería verte. Dime, ¿quieres hablar?

—Mm...

—Me refiero a ahora.

—Estoy con Laura ahora, quizás después.

—Oh, pero conmigo te divertirías más —Maia me empujo levemente y se colocó al lado de Ross —Podemos ir a la cafetería, podemos ir a...

—¿Podrías callarte? —los ojos de Maia se abrieron a más no poder, y su boca formo una perfecta 'O' —Laura es mi amiga y...

—Maia —era mi turno, realmente esa situación se estaba tornando demasiado divertida —Veo que tú piel está mucho más roja. ¡Oh! ¿Seguiste el consejo de Calum? Veo que ya no tienes ese horrible bigote.

—¡Tú... —Ross se empezó a reír, yo me uní a sus risas, y Maia se fue, indignada.

—¡Bigote! —Ross no podía más con la risa —¡Eres muy ocurrente!

—No fue idea mía, fue idea de Calum. Y no sé como me atreví a decir algo así, ahora Maia querrá...

—Sh... —Ross coloco su dedo en mis labios —Tranquila Laura, no pasará nada —Ross me abrazó. Sentí su olor, era algo tan agradable, y justo en esa posición, podía escuchar los latidos de su corazón, estaban algo agitados. Era una sensación muy dulce, muy agradable.

—Ross... —me sentía cómoda, pero sabía que estábamos en medio del pasillo, ya debíamos regresar a casa. Me separe de él —Debemos...

—¡Chicos! ¡Hola! —Calum el pelirrojo de hace un rato nos vio, y lo saludamos. Se veía tan sonriente, que daba miedo.

—¡Calum! ¡Hola! —saludó Ross —¿Qué onda?

—Es que iré al mall Plaza Egaña, ya saben, es nuevo y tal vez quieren venir conmigo —nos contó.

—¿Mall Plaza Egaña? —preguntó Ross —Soy nuevo en el vecindario y creo que nunca he oído hablar de él —confesó.

—Es un Mall que abrieron hace poco, es nuevo y es muy lindo. ¡Tiene un patio de comidas de otro mundo! —nos contó Calum.

—Yo también he ido. Tiene tiendas, baños, es como de película. Y es grande... la última vez que fui abrieron una terraza urbana donde personas cantan en vivo —explique. Ya que yo también conozco el lugar.

—¿En serio? —preguntó Calum, a lo que yo asentí —Eso suena bien, como una especie de karaoke —volví a asentir.

—¡Pues yo voy contigo! —dijo Ross.

—¡Fascinante! ¿Qué dices tú, Laura? —preguntó mirándome —Nos haría bien estar con una chica, para que nos diga lo hermosos que nos vemos —bromeó.

—Pues... yo... —recordé la nota de mi madre. Tendría que ir a casa, y quedarme encerrada durante horas a esperar la noche para ver a dos primos a quiénes no quiero. O... ir al Mall, con dos desconocidos que quieren ser mis amigos. Por un lado, Ross ha sido una persona muy amable, y muy paciente. Por otro lado, Calum... me defendió de Maia. Por otro lado, mi familia...