You are Beautiful.

Epílogo.

Cuando Ross y yo bajamos de ese escenario, hablamos un largo rato. Raini me ayudó a sacarme el maquillaje, la peluca y todas esas cosas. Me felicitó por regresar con Ross, me dijo que cuento con todo su apoyo.

—Al fin las cosas mejoraron, parece que todo vuelve a ser como antes —susurré con una sonrisa en mis labios.

Mi amiga asintió y me dio un abrazo. Yo ya estaba cambiada, ahora llevaba un sencillo vestido de color amarillo con zapatos negros de tacón bajo.

—¿Tarde de amigas? —preguntó Raini cuando nos separamos del abrazo.

La puerta se abrió de pronto y me encontré con Ross. Entró con una sonrisa de esas que te derriten con sólo verlas.

—No quiero molestar, pero esperaba poder pasar un tiempo a solas con mi novia —dijo de modo tímido. Eso me hizo reír, Ross Lynch, un chico guapo siendo tímido. ¡Los giros de la vida! —. ¿Te molestaría mucho si pasamos una tarde de novios? Tenemos muchas cosas de las cuales debemos hablar —dijo mirando fijamente a Raini.

—¡Claro que tienen cosas de que hablar! Agradezcan que soy una dama, porque sino les diría unas cuántas verdades a ambos —respondió mi amiga en tono serio. Luego se acercó de modo amenazante a Ross —. Si le haces algo, te advierto que sé artes marciales. Es mi mejor amiga, la cuido como a nadie —le advirtió a Ross.

—Tranquila, soy un buen chico —respondió Ross enseguida, eso me dio risa.

—Confiaré en eso...

Raini se retiró, dejándonos solos.

Los dos nos estábamos mirando con una sonrisa de oreja a oreja, lentamente nos acercamos. Sentí la vibración de mi celular, suspiré, eso lo arruinaría todo.

—Ve a ver, tenemos mucho tiempo para besarnos luego —dijo guiñándome un ojo.

Yo me sentí un poco avergonzada, pero me encantó escuchar aquello. Me separé hasta quedar frente al espejo, tomé mi celular y vi que se trataba de un mensaje de mi madre. De pronto, no le di importancia al mensaje y me quedé absorta mirando mi reflejo. ¿Qué es lo que veía? Veo a una chica de baja estatura de cabello castaño con algunos reflejos de color ámbar, una sonrisa que parece ser sincera y nada más...

Ross apareció en el reflejo, se veía irresistible como siempre. Vio mi rostro confundido y frunció el ceño.

—¿Sabes que me enamoró de ti, además de tú personalidad? —preguntó mirando fijamente mi reflejo.

—Sinceramente ni siquiera sabía que te gustaba mi personalidad.

—Me encanta, eres una chica tímida que es capaz de luchar por sus sueños y cometer locuras con tal de ayudar a quiénes quiere —respondió asintiendo —. Lo que me enamoró de ti es tu inocencia. Eres una chica que es preciosa, eres el vivo reflejo de un ángel, pero tú no te das cuenta de ello.

Sonreí contrariada. ¿Soy preciosa? ¿Esas palabras son ciertas o sólo lo dice porque me ama? Esto es tan confuso, para mí sólo soy una chica común y corriente.

—Eres hermosa por dentro y por fuera —siguió hablando mi novio —. Por dentro tienes una bondad que es grandiosa, eres capaz de sacar lo mejor de cada persona. Eres una persona que puede ser capaz de cambiar al mundo si así lo desea —acarició mi cabello y yo no pude evitar sonreír de oreja a oreja, estaba emocionada, quería llorar —. Y por fuera eres muy linda. ¿Qué digo linda? Eres hermosa, Laura. Nunca dejes que alguien te haga sentir inferior, nunca te sientas menos que nadie. Tú eres hermosa, eres un ser humano precioso y vales mucho.

Cuando terminó de decir eso estaba tan emocionada que no me pude resistir más, comencé a llorar debido a la emoción. Me di vuelta, me puse de puntillas y besé sus labios. Él correspondió el beso enseguida, fue un beso tierno, lleno de sentimientos.