CAPITULO 6 - Nunca me rendiré

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Bethany condujo la vieja camioneta por la carretera interestatal 75 hasta Atlanta. Ya adentrada en la ciudad, cambió de camino, tomo la carretera 85 y el tráfico se enlenteció al ingresar definitivamente en la ciudad, un cartel informativo le anunciaba su proximidad. Para llegar hasta el campus de la universidad tenía que cruzar el centro.

Maggie no estaba esa mañana, ella trabajaba en la secretaria de asistencia social del pueblo. Su hermano tenía compromisos, por lo que Hershel estaba sentado a su lado, en la parte del acompañante.

La secretaría del campus del Emory University estaba a unos pocos minutos del bullicio de la urbe, en la parte este. Y atravesando unas cuadras sentido norte se encontraba el Centro Nacional en Control de Infecciones.

Al llegar allí Beth no dudó que era el lugar adecuado, que no tendría que abandonar el estado para estudiar, era un campus soñado.

Hershel quedó perplejo, una universidad privada costaría mucho, no sabía si su pequeña hija podría lograrlo, por lo que se le notaba nervioso. Aparcaron en la zona permitida y comenzaron a caminar. Ella acomodó todas las pulseras que cubrían sus muñecas, tomó del brazo a su padre e ingresaron a la oficina de admisión.

-Es un lugar maravilloso, no crees papá? - Preguntó la joven muy animada.

-Sí que lo es hija, es encantador. - Sonrió su padre.

Llenaron formularios, informaron de tarifas, horarios y demás. Tomaron un pequeño recorrido por el campus y la zona de residencia. Ella estaría a gusto allí.

Al regresar al vehículo Bethany observó a su padre. Él parecía más nervioso que ella. De pronto entendió los miedos de éste, sin necesidad que dijera palabra. Tomó su mano para tranquilizarlo. Miró su rostro.

-No tienes que decirlo papá, pero estaré bien. Verás que lo lograré. -Trató de transmitirle todo su optimismo.

-Yo estoy seguro que sí lo harás Bethy. Pero este mundo es muy grande. Me gustaría cuidarte siempre, y estar siempre allí para ti. -Su padre soltó una lágrima por su mejilla, fue algo que también emociono a Beth.

-Papá, lo logré una vez, lo haré de nuevo. Tengo dinero para solventarme un par de meses. El centro está a minutos de aquí, y encontraré trabajo pronto. Todo estará bien. -Ellos se abrazaron, ella secó sus lágrimas. Sabían que lo único que querían era protegerse uno a otro por siempre.

El resultado del examen de admisión estaría solo en unos días. Pero sabían, sentían en sus corazones que este sería positivo, ella era muy inteligente. Tendrían tiempo de permanecer juntos hasta comenzar el próximo semestre.

Había sido agotador buscar una institución dónde dirigirse en un primer momento. Ella se sentó una noche estando aún en Dublín con la laptop de su prima a investigar. Nunca habría imaginado que la oferta de estudio fuera tan grande.

Arrancó el motor de la camioneta y comenzó el viaje de regreso, pero unas cuadras más adelante se detuvieron a un costado del camino. -Tenemos todo el día para nosotros y nadie nos espera, no crees? - Se dirigió al viejo Greene. - Que te parece si vamos al botánico? No hemos vuelto allí desde que era muy niña.

-Como quieras hija! - Respondió su padre, soltando una leve carcajada.

Al llegar al complejo del parque detuvieron el motor. Buscaron la cafetería para almorzar.

El menú que ofrecían era variado. Y por suerte contaban con una opción vegetariana, ella fue feliz. Hershel se conformo con sándwich.

La vista por todos lados era hermosa, tal como la recordaban. La última vez que habían visitado el lugar, todos eran más pequeños. Y su madre aún estaba con ellos.

En tus Ojos, nuestro Mar | BethylDonde viven las historias. Descúbrelo ahora