Jessie y Bethany salieron del centro comercial abrazadas en complicidad, bromeando sobre lo sucedido dentro, minutos antes. La joven blonda aún se encontraba estremecida de haber sentido suyos los labios del joven Dixon, y su amiga no dejaba de acotar al respecto. Tomaron el autobús de regreso a la residencia del campus enajenadas de los oídos del resto de los pasajeros.
Bethany no pudo dormir esa noche, ella se sentía más emocionada que nunca y Jessie no dejaba de hacer bromas desde que habían salido del centro comercial. También tuvo que escuchar sus reclamos por no haber contado nada antes, acerca de su acercamiento a Daryl Dixon.
-¿Por qué diablos nunca antes habías mencionado que el tipo con el que andabas era Daryl Dixon?
-Porque no sabía que eso era importante Jess. Nunca me había permitido vivir algo así, sentirlo de esta manera –Respondió Beth tratando de excusarse.
-Todos aquí no han parado de hablar de él desde que apareció por aquí el semestre pasado. –Explicó la castaña haciendo entender lo trascendental que resultaba el fotógrafo en algunos sectores de la universidad.
-No sabía que eso era "trascendental" Jessie, para mi es una persona normal, un hombre... No es una superestrella. –Alzó sus manos para luego entrelazar brazos y mirar por la ventana esperando que algo sucediera.
-Quizás no. Pero es un tipo importante, aunque no quieras aceptarlo... -Jessie cruzada de piernas sobre la cama calmó la conversación para luego agregar: -¡Ahora recuerdo!
-¿Que?
-Recuerdo que las chismosas del campus dijeron haberlo visto con una rubia dando vueltas antes de marchar. ¿¡Eras tu!? –Preguntó como habiendo descubierto una verdad absoluta.
A Bethany no le quedo otra opción que contar todo desde el principio. -Pues... solo lo había visto una vez. Nos conocimos en Dublín... -Bethany contó en detalle cómo había conocido a Daryl, no tenía a Maggie cerca para hacerlo, para que vea lo emocionada que se encontraba, porque sentía que ese joven sería alguien importante de ahora en adelante.
-¿Se verán mañana?
-No, ha dicho que el domingo... –Contestó Beth con confusión en el rostro, cubriéndose con ambas manos. -Aun no entiendo cómo, pero creo que vendrá hasta aquí.
-Pues, si él viene de visitas a menudo, bien creeré que encontraré pronto a mi tutor en lo que sigue de carrera... Así que... Asegúrate que así sea. –Bromeó su amiga.
-No fastidies Jessie. -Contestó Bethany arrojando un almohadonazo.
La castaña luego cobro seriedad, y otorgó una sonrisa. –Me alegra lo que estás viviendo Beth, y me pone muy feliz saber que esto es importante en tu vida, y que yo sea testigo de esto. Cuenta conmigo a partir de ahora. Te mereces ser feliz amiga. –La conversación no podía terminar más que con un gran abrazo.
El sábado transcurrió con calma, era un fin de semana extremadamente caluroso, donde las blancas nubes rondaban rápidas los cielos celestes de la cuidad. Los jóvenes que ya permanecían instalados en el complejo de la residencia, buscaron durante el día refugio bajo los verdes y tupidos arboles del lugar. Las bancas se disponían a lo largo del recorrido, la tranquilidad allí dentro podía disfrutarse plenamente.
Las jóvenes aprovecharon para dar lectura a sus nuevos libros. Bethany se puso en contacto con su familia, Mensajes para Maggie y su hermano, dejando virtuales besos y abrazos a Hershel. También dio aviso a sus afectos en Dublín, de que estaría comenzando el tal ansiado semestre, y lo bien que la estaba pasando. La noche caía nuevamente con el cantar de los grillos de fondo, escuchando música, y luego de mucha insistencia por parte de Jessie, lograba convencerla de que la acompañase a la fiesta de la residencia.
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En tus Ojos, nuestro Mar | Bethyl
أدب الهواةSolo Bethany sabe lo que esconde en lo profundo de su corazón luego de que su juventud fuera interrumpida por la tragedia. Dejará atrás inseguridades, transformando su vida para siempre en una superación constante. Un viaje que no tenía plane...